Cuenta con 45 empresas instaladas y por acciones como recolectar la basura, procesarla y venderla o tener un centro de chipeo, se generan nuevas unidades de negocio
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CÓRDOBA.- El primer parque industrial “verde” del país está en Córdoba. Es un emprendimiento privado ubicado en el sureste de la ciudad capital. Cristian Martin, director y socio de Polo 52, señala que “siempre estuvo en los planes contribuir con el medio ambiente” aunque admite que desde el Ministerio de la Producción provincial “pusieron la vara y fuimos avanzando”.
En el parque la inversión ejecutada hasta el momento en tierras e infraestructura -sin incluir las naves industriales- alcanza los US$45 millones. Martin estima que alrededor del dos por ciento fue para cumplir con las exigencias de ser “verde” y enfatiza que, a la vez, se generaron “nuevos negocios” ya que los residuos retirados a las empresas se procesan y se venden, lo mismo que sucede con el centro de chipeo instalado. “Solucionamos un problema y, además, hay beneficios que se distribuyen conforme a lo acordado con cada unidad empresaria”, apunta.
¿Qué es el chipeo? Los restos de poda que antes se enterraban, ahora se transforman y reutilizan, se convierten en chip (pequeños trozos de madera o astillas), que luego son utilizados para mantener la humedad en canteros, protección de raíces, proyectos de emprendedores, decoración y compost. Años atrás a los restos de poda y desmalezamiento se los consideraba como excedentes o basura, ahora se trabaja en la conversión de los desechos de poda en pequeños trozos de árboles, chipeo, que son utilizados como materia prima para diversos proyectos. En el Polo 52 se procesa aproximadamente un camión por día, que equivale a 20 metros cúbicos o a 5000 kilos.
Para la certificación como “verde”, las autoridades toman en cuenta diferentes características. Por un lado, que el parque industrial utiliza sistemas fotovoltaicos para reducir los consumos eléctricos bajo sistemas convencionales, inyectando a la red unos 40 kW durante el día. Todo el sistema de iluminación es con LED y las naves industriales fueron diseñadas con “características de sustentabilidad con el objetivo de utilizar sistemas fotovoltaicos en cubiertas para el abastecimiento eléctrico”, señala el documento.
Además, cuenta con un sistema de biofiltros para el tratamiento de las aguas residuales generadas y mantiene una alianza con una cooperativa con la que desarrollaron un centro de procesamiento y segregación de residuos mientras avanzan en una “isla ecológica”. En ese espacio los residuos son “separados, procesados y vendidos, generando agregado de valor”.
En las hectáreas también funciona un centro de chipeo, el que recibe aproximadamente 30 metros cúbicos de residuos diarios de diferentes puntos de la ciudad de Córdoba; con el “chip verde” el parque realiza compost que puede ser utilizado como abono. Por su lado, el “chip marrón”, luego de ser procesado, puede utilizarse en espacios públicos como plazas para retener humedad.
En las consideraciones de la certificación indican que el parque incorporó nueva maquinaria que permite procesar aquellos restos de poda que no pueden ir a la chipeadora por sus características. Procesados, se genera un producto que puede utilizarse directamente como chip o someterse a un sistema en el que mediante imantación se eliminan restos metálicos y luego pueden utilizarse para generación de energía de biomasa.
Como medida de “compensación”, se lleva adelante un plan de forestación con especies nativas. La resolución también consigna que la empresa “busca permanentemente la simbiosis entre industrias que permita obtener beneficios para todas las partes, reduciendo la cantidad de residuos generados y los costos operativos, transformando residuos en materias primas que luego pueden dar origen a nuevos productos, generando nuevas unidades de negocio, otorgándole mayor competitividad a las industrias del lugar y reduciendo los impactos ambientales”.
Los inicios
El parque comenzó a construirse a principios del 2017; el predio cuenta con 130 hectáreas, de las que 120 están destinadas al área industrial y el resto para la radicación de empresas de logística, comerciales y de servicios. Hay 80.000 metros cuadrados, a los que se sumarán otros 18.000 metros cuadrados a fin de año.
De los 240 lotes el 75% está vendido. En el parque hay 45 empresas instaladas; 34 están radicadas en el área industrial, compuesta por 41 hectáreas y 96 lotes. Hasta fin de año se prevé la radicación de 14 nuevas industrias que aportarán 88 nuevos puestos laborales directos. En la actualidad, entre todos los empleos hay 1100 personas trabajando.
Hace unos días el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, le entregó el certificado de aprobación definitiva que implica su inclusión en el régimen de parques industriales de la Provincia y que las empresas industriales radicadas tendrán los beneficios de la Ley de Promoción que dispone que cada Pyme instalada accede a la exención total de los impuestos provinciales por 15 años, y subsidios durante siete al consumo incremental de energía y a la incorporación de nuevos empleados. Los beneficios son similares por cinco años para empresas de logística.
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