Comprar un departamento en proyectos que se construyeron con capitales blanqueados, tiene beneficios

Una vez más, el blanqueo de capitales para la construcción vuelve a la discusión legislativa. Después de que el año pasado la propuesta no terminó de prosperar, esta vez se analizará en el Congreso el proyecto de la Ley de Incentivo a la Construcción que establece una prórroga de 90 días del “Régimen de Incentivo a la Construcción Federal Argentina y Acceso a la Vivienda”, el cual a su vez implicaría beneficios impositivos en el pago de Ganancias y Bienes Personales para planes de construcción de unidades habitacionales.

En el canal oficial de la Cámara de Diputados, legisladores de distintas agrupaciones políticas opinaron al respecto. Hugo Yasky, del Frente de Todos, manifestó que “con algunas leyes como ésta podemos aspirar a darle sustentabilidad a la construcción” y que “esta ley vendría muy bien porque posibilitaría reactivar sobre todo la construcción de viviendas, que es algo tan necesario y además genera mucho movimiento”. Coincidió con él Rubén Manzi, de la Coalición Cívica, quien señaló que es “una herramienta para reactivar una actividad que impacta en muchas industrias y absorbe mucha mano de obra”.

Qué pasó con el último intento

Originalmente, en marzo del año pasado el Congreso había sancionado una ley que podía repercutir favorablemente en las obras iniciadas a partir del día 12 de ese mes o que llevaban un 50% del proyecto ya avanzado. El beneficio se trataba de la eximición del impuesto de Bienes Personales sobre las inversiones realizadas hasta el 31 de diciembre de 2022, por lo que se habilitó un blanqueo de capitales a través de un programa de declaración voluntaria ante la AFIP.

El impuesto a pagar variaba según la fecha en la que se acreditaba la obra en las “Cuentas Especiales de Depósito y Cancelación para la Construcción Argentina″. Para los proyectos inscriptos hasta el 10 de mayo del 2021 inclusive era del 5%; del 10% para las registradas desde el 11 de mayo hasta al 9 de junio de 2021 y del 20% para las concretadas desde el 10 de junio al 9 de julio de 2021.

A pesar de la buena intención de la normativa, uno de los grandes detractores de este incentivo fue el tiempo. El año pasado, la posibilidad de blanquear se atrasó debido a la demora en su reglamentación y apenas hubo nueve días hábiles para exteriorizar en la etapa del impuesto del 5% del blanqueo, el más beneficioso de los tres. Si bien el sector exigió su prórroga y se llegó a plantear la posibilidad de incluirse en un artículo del proyecto de Ley de Presupuesto 2022, la Cámara de Diputados la rechazó.

Bajo la visión del contador Sebastián Domínguez, de SDC Asesores Tributarios, este año, el contexto económico es un poco mejor que el del 2021. Sin embargo, “frente a un posible impuesto a la vivienda ociosa, es difícil que se invierta en inmuebles en la actualidad. A lo sumo puede invertir el que necesita el inmueble para ir a vivir pero el blanqueo difícilmente va a desatar un boom de inversiones porque el contexto argentino no lo favorece”.

Los beneficios para los que sí blanquearon

Según Carlos Spina, presidente de la Asociación de Empresarios de la Vivienda de la República Argentina, quienes sí llegaron a blanquear el año pasado ahora seducen a los compradores de propiedades con beneficios fiscales temporales. Aquellos desarrolladores que llegaron a sacar el Código del Proyecto Inmobiliario que se inscribe en el Registro de Proyectos Inmobiliarios (REPI) ofrecen a sus clientes un diferencial con otros desarrollos: lo que el cliente invierta hasta diciembre de 2022 en un inmueble que esté amparado bajo estas condiciones se exime de pagar los impuestos a Bienes Personales sobre dicha propiedad hasta que termine el período fiscal que cierra en el 2023.

Por ejemplo, Domínguez ilustra este beneficio para los compradores de inmuebles en proyectos con fondos declarados bajo los términos antes mencionados. Si una persona invierte US$100.000 en un inmueble, estos se traducen en $20 millones ya que puede hacer una operación de títulos públicos para convertir la divisa en pesos argentinos. Entonces, quienes usan dinero declarado para hacer la compra pueden tener un “beneficio de eximición, que puede ser $0 si no tributa Bienes Personales o hasta $350.000, según el caso”, cuantifica. Dependiendo de los bienes que figuren en su declaración jurada va a variar la alícuota del Impuesto sobre Bienes Personales para el Beneficio de la Exención del período fiscal 2022 - 2023. Si, por ejemplo, paga una alícuota del 0,50% puede computar hasta $100.000 como pago a cuenta del impuesto determinado del período fiscal 2022; si fuera de 1% pagaría $200.000 y si fuera la máxima del 1,75% pagaría $350.000.

Aparte, el comprador del inmueble le queda a cuenta un 1% de su inversión para pagar más adelante dicho tributo. Esto, entonces, aplica a los proyectos que se inscribieron a tiempo y que tenían el 50% del avance de la obra al momento de vigencia de la ley. A su vez, Domínguez aclara que si bien la inversión se realiza comúnmente en dólares, el pago a cuenta del 1% se toma llevado a pesos.

El proyecto de ley a tratar solamente contempla una prórroga de 90 días y en sus condiciones originales planteaba beneficios impositivos para las inversiones registradas hasta diciembre de este año. Sin embargo, el contador tributario analiza que “hoy quedan ocho meses, por lo que debería prorrogarse ese plazo también y eximir de Bienes Personales por el valor de las inversiones hasta diciembre de 2023, o sea, dar más tiempo”.

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