En una región como Latinoamérica, la relación entre financiamiento y sostenibilidad, o la inversión de fondos en operaciones de impacto positivo, está generalmente ligada a los organismos multilaterales de crédito. No son usuales los “bonos verdes”, y aún menos los “bonos sostenibles”, a una tasa de interés baja. Cuando, además, el país es la Argentina del 2021 y la tomadora de crédito una empresa de logística, el mandato es indagar.
El pasado lunes, Plaza Logística, empresa local de referencia en infraestructura logística, anunció que colocó $1800 millones en la primera emisión sostenible de una compañía privada en la Argentina. Sostenible es la palabra clave. Un bono verde supone el cumplir con la premisa de que los fondos irán a una inversión que mitigue el impacto ambiental de una operación. Uno de carácter sostenible incluye, además, un impacto social, que tiene tres características: generación de empleo, principalmente, pero puntualmente de empleo joven y con inclusión de género. Una calificadora certifica que determinada empresa cumple con los requisitos en sus operaciones y así la compañía sale al mercado de capitales con un bono verde o un bono sustentable. Plaza Logística fue, a finales del 2019, la primera compañía argentina en colocar un bono verde. Ahora, es la primera en sumar a eso el carácter de sustentable, característica que certificó la calificadora Fix, afiliada local de Fitch Ratings.
“Nuestras inversiones, particularmente las que venimos haciendo en el último tiempo, están destinadas a la logística del e-commerce, un sector que crece como nunca. Estamos vinculados a una industria que genera empleo de manera exponencial, y lo hace especialmente entre jóvenes, que se adaptan mejor a la nueva logística y tienen mejor interconexión con la tecnología”, explica Eduardo Bastitta, CEO y de Plaza Logística. Además, explica con orgullo que “si en el sector de logística en la Argentina las mujeres suponen el 9% de la fuerza laboral, en nuestras últimas operaciones hay un índice de empleabilidad femenino superior al 40%”.
La historia de una marca
Pero, ¿de qué se trata Plaza Logística? Fundada por los socios y amigos Eduardo Bastitta y el norteamericano Benjamin Griswond en el 2009, a lo largo de más de 10 años ha sido una empresa acostumbrada a lidiar con organismos de crédito. Recibió fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), del Banco Mundial y del International Development Finance Corporation (una institución dependiente del gobierno norteamericano). La operación consiste en invertir en tierra e infraestructura para desarrollar parques logísticos de gran calidad y luego prestar servicios centralizados, como el mantenimiento, la seguridad o la limpieza. La compañía no se involucra en la operación logística.
La empresa emplea un equipo de 45 personas; además, otras 200 trabajan en servicios contratados por la empresa en los parques, y los empleados de los clientes y usuarios que trabajan en los parques totalizan 6000 personas. Cuenta con seis parques logísticos Clase A en la provincia de Buenos Aires, y sus principales clientes son gigantes como MercadoLibre, SC Johnson, Bridgestone y Kimberly-Clark. Son 410.000 m², la mayoría de ellos destinados a espacios multiclientes. Bastitta, en diálogo con LA NACION, explica que para este año tienen proyectado iniciar obras por más de 100.000 m² adicionales.
“Una de las decisiones más difíciles que tomamos es mantener el foco. Nos dedicamos a depósitos Triple A, y por el momento no nos involucramos con otros segmentos de la logística ni del real estate”, explica el CEO. “Concentrarse en un modelo de producto muy específico -depósito Triple A en el marco de un parque multiclientes-, es una decisión poco común. Es cierto que perdemos escala, pero lo hacemos mejor que nadie”.
Dice, además, que Plaza Logística considera planes de expansión tanto local como regional. “Estamos con varias ciudades en proyecto, con ganas de expandirnos. Por supuesto que no ignoramos las dificultades del contexto macroeconómico y sabemos que las inversiones en este tipo de operaciones logísticas son de muy largo plazo, pero estamos entusiasmados”. Haberse concentrado en un segmento del mercado muy específico, logrando así una profesionalización poco común, pone a Plaza Logística en el camino de “cosechar en los próximos años los beneficios de haber decidido mantenernos muy enfocados”, sigue Bastitta. Para dimensionar la escala de las operaciones, en Plaza Logística Ciudad y Plaza Logística Mercado, las dos plantas con mayor actividad de e-commerce, había antes del inicio de la pandemia unos 1000 empleados. Hoy, apuntalado por el imparable crecimiento del sector, hay más de 3000. “Todo esto en sólo un año y con las restricciones existentes. Todavía nos falta invertir mucho”
Es de las pocas compañías en la Argentina que pareciera navegar un mar de buenas señales: la industria del e-commerce crece a pasos agigantados mientras su propia apuesta por el desarrollo sustentable le permite acceso al crédito a tasas razonables. Cabe preguntarse, entonces, si el caso no será uno de los primeros pasos en una tendencia clave para desarrollar el mercado inmobiliario local. El matrimonio entre sustentabilidad y mercado de capitales ya es una realidad en muchos países, no así en la Argentina. Pero todo llega. O, en el caso de ellos, ya llegó.
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