La ampliación de los servicios incentiva a que cada vez sean más las empresas que se instalan en el nodo ubicado en el límite de la Capital Federal con la zona norte
La Panamericana funciona como el principal corredor de ingreso y salida a la ciudad de Buenos Aires. Y en su intersección con otra vía rápida importante, la avenida General Paz circunscribe uno de los epicentros de movilidad urbana más grande de Sudamérica. A diario, son al menos 360.000 los vehículos que circulan por ese nodo, que está dejando ser solo de tránsito para transformarse en un nuevo polo empresarial.
“Es una zona a la cual le prestamos mucha atención desde hace años. Antes lo único importante que había allí era la fábrica de Philips”, recuerda Herman Faigenbaum director General de Cushman & Wakefield Cono Sur, empresa global de servicios inmobiliarios corporativo, y agrega como hito fundacional de esa zona, la construcción del Panamericana Plaza, el edificio reconocido por el letrero de Personal construido a fines de la década del 90. Hoy el área, a uno y otro lado de avenida General Paz, suma ocho proyectos, entre los terminados y los que están en ejecución, destinados al mercado corporativo.
Las oficinas Irsa Dot, el empredimiento Panamericana Plaza, la torre Intecons – con la publicidad de Assist Card y la torre norte Nodus -con el letrero de Total- son los edificios finalizados y entre todos suman al menos 50.000 m2 de alfombra en uso. Además, desde 2009, opera el centro comercial Dot, con 159 locales por donde pasan al menos un millón de personas cada mes. Faigenbaum también recuerda que, en el marco de una política global de venta de activos, Philips se desprendió de su fábrica de lamparitas y fue el propio IRSA que compró una porción importante de ese terreno, en 2005.
Javier Nahmod, gerente de real estate office de Irsa analiza: “hasta no hace mucho las empresas mudaban a esta zona el back office y ahora llegó el momento de los headquarters”. Es por eso que, a los 10.000 m2 que ya están anexos al mall, le estamos sumando 30.000 m2 de un proyecto global de US$ 70 millones de inversión, que incluye 80.000 m2 cubiertos, entre oficinas y una posible ampliación del centro comercial Dot. “Vemos una demanda creciente en el segmento corporativo, tenemos alquilado el 75 por ciento de la nueva superficie a Falabella y a Mercado Libre”, adelanta el ejecutivo.
Ezequiel Camps, miembro de la tradicional familia de constructores, también está entre los primeros moradores de esta zona. “En 2006, aprovechamos la venta de una parcela que tenía Creaurban con un valor de incidencia de solo US$ 100/m2 cuando creíamos que valía el triple”, recuerda. Camps es el autor de la torre Intecons, con 17.000 m2 de alfombra sobre una obra de 33.000 m2 cubiertos. La inversión ascendió a US$ 30 millones, y se fondeó a través de un fideicomiso, entre los que participaron Assist Card, Mercado Libre y otras cinco empresas. “Los dueños de la tierra conservamos cinco de las 24 plantas, y 1000 m2 de un fideicomiso que administramos junto a otros inversores”, señala Camps y analiza las ventajas de haber llegado primero: “las empresas prefieren estar de este lado de la General Paz –en la Capital Federal–, por cuestiones impositivas, como ingresos brutos y para evitar la tasa de seguridad e higiene que se cobra por empleado en provincia. A su vez, muchas empresas no se pueden mudar por temas legales, dado que por la mudanza a provincia muchos de los empleados pueden darse por despedidos”, agrega.
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