La sustentabilidad primero desembarcó en los proyectos inmobiliarios de oficinas, más tarde fue el turno de los complejos residenciales –que tomaron de esta tendencia algunos aspectos determinados–, el tercer paso de este proceso fueron los inmuebles industriales. Los emprendimientos green comenzaron a trabajar con la recolección de agua de lluvia y la utilización de la energía solar, entre otras iniciativas. Hoy, la novedad son los locales comerciales sustentables, un tipo de comercio cada vez más elegido por las diferentes firmas.
Una de las más recientes aperturas que responden a esta tendencia es la que realizó la marca de calzado Posco en el shopping Paseo Alcorta. "Es el tercer local de nuestra firma, el cual está realizado por materiales 100 por ciento reciclados, más especificamente maderas de pallets, los cuales fueron donados por clientes y amigos. Este proyecto se desarrolló con materiales recuperados y en colaboración directa con la Cooperativa ‘Las Madreselvas’ de Pilar, que trabaja para mejorar la vida y el futuro de los cartoneros y sus hijos", señala Gastón Greco, fundador y CEO de Posco.
Pero la apuesta no es sólo con la sustentabilidad sino que tiene una alta cuota de compromiso social, ya que parte de su facturación será donada a una ONG. "Como emprendedor, zapatero y arquitecto me siento muy comprometido con todo lo que pasa en la sociedad, tratamos que todo lo que hacemos tenga un alto compromiso social y sustentable. Una parte de la facturación de la tienda será destinada a esta cooperativa y a su proyecto ‘Cartoneros y sus Chicos’", explica el emprendedor.
El local de 40 m2 demandó una inversión de $200.000 se suma a los puntos de ventas ubicados en Palermo y Recoleta. "En el nuevo local armamos una pared con más de 20 retratos de proveedores, clientes, constructores y todo el equipo que tira para adelante", dice Greco.
Casos internacionales
NZO es el primer salón de belleza canadiense sustentable que busca reducir el impacto en el planeta. En ese espacio existen desde papeleras de reciclaje hasta una consigna clara para reducir el consumo de papel por parte de los empleados. Además tienen como premisa que los lavados tanto de toallas como batas se realicen únicamente cuando el lavarropas tiene una carga completa, para optimizar el uso de energía. Por su parte los productos utilizados en los procesos de belleza (láminas para el cabello, la tintura, el cabello y hasta los aerosoles de laca) también cuentan con un sistema de reciclaje. El local desde su concepción fue pensado para cuidar los recursos naturales al máximo es por ello que cuenta con muy buena iluminación natural, las luminarias instaladas en el comercio son luces LED, económicas y de bajo consume. El centro de belleza cuenta con reductores de velocidad de agua para los momentos en que no es necesario trabajar con tanta presión, y se reciclan las aguas griseso. Los tiempos cambian y las nuevas tendencias inmobiliarias van dando respuesta a los cambios culturales.