Oficinas: la insólita idea que tuvo una empresa para que la gente quiera ir a trabajar fisicamente
El fabricante de golosinas y juguetes para perros Bark diseñó su oficina para apaciguar a su principal usuario final
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Nate Berg
No debería sorprender a nadie que Bark, la compañía detrás del servicio de suscripción de premios y juguetes para perros BarkBox, tenga una política muy liberal cuando se trata de que los empleados lleven a sus perros al trabajo. Una de las oficinas de la compañía, en Columbus, Ohio, es atrevida, alegre y muy amigable con los perros. Su nueva sede, en la ciudad de Nueva York, lleva este enfoque quizás al extremo.
Más allá de las pilas de juguetes para perros, los gabinetes llenos de golosinas, los ganchos laterales del escritorio para sujetar las correas y los rincones diseñados para abrazar a las mascotas al mediodía, se encuentra lo que puede ser el único parque para perros del mundo ubicado dentro de una oficina.
El parque para perros, equipado con un pedestal central escalable, un pequeño túnel, un pelotero y muchos asientos para sus dueños, es la más amplia de las diversas características diseñadas para hacer que esta oficina sea especialmente agradable para los perros.
El cofundador de Bark, Henrik Werdelin, dice que el espacio fue diseñado específicamente para animales y personas. No es una oficina con solo algunos toques relacionados con perros. Al trabajar con la firma de arquitectura MKDA, Werdelin quería que el espacio estuviera “optimizado para que ambos se diviertan juntos”. Eso toma la forma de rincones tipo cubículo donde los humanos y los perros pueden trabajar y descansar juntos, áreas cerradas para bebés donde los perros pueden deambular libremente y un espacio de cafetería para la interacción social humana y canina.
La oficina también es por naturaleza un lugar de trabajo, con espacio para 250 personas que incluye escritorios convencionales, estaciones de trabajo y salas de reuniones junto a esos rincones y espacios cómodos. Pero el servicio más destacado es el parque para perros, que ocupa más de 110 m² de la propiedad en una esquina prominente en el espacio total del piso.
Sin embargo, no es el primero de la compañía. En 2018, Bark abrió un parque para perros al aire libre para afiliados en Nashville, con un gran campo verde, una cafetería que vende bebidas para humanos y golosinas para perros y un banco de picnic cubierto. El parque cerró a principios de este año. “Aprendimos mucho de eso cuando construimos nuestro parque para perros interno”, dice Werdelin. Una característica clave del diseño fueron los asientos, que según Werdelin fue idea del director creativo de la compañía, Mikkel Holm, quien anteriormente trabajó para Lego. “Él dijo que lo que hace que los parques infantiles sean exitosos son buenos asientos para los padres. Se quedarán allí durante mucho tiempo”, dice Werdelin.
Al señalar que los perros también pasan gran parte del día durmiendo la siesta, Werdelin dice que es tan probable ver perros saltar y correr alegremente en el parque como dormidos en un escritorio. Incluso encontrarlos en una de las salas de conferencia. Con paredes blancas, podría ser una sala de videoconferencias en cualquier oficina moderna e incluso si hubiera un perro allí, no habría aparecido en la cámara.
La gran pregunta es qué pasa con los riesgos laborales de un lugar de trabajo muy centrado en los perros: los desechos. Werdelin dice que el espacio fue diseñado para usar materiales que no serán arruinados por un perro errante en cuclillas. Apuntando con la cámara de su computadora portátil hacia abajo, muestra los pisos de concreto pulido que se encuentran en todo el espacio. “Son pisos que se ven geniales pero también son pisos que son fáciles de limpiar. No tienen que ser todos de plástico para facilitar eso”.
Werdelin dice que la empresa, como muchas otras, todavía está descubriendo cómo navegar el estilo de trabajo híbrido provocado por la pandemia, y que la oficina ve a menos personas que antes. Algunos equipos, como los que desarrollan productos, utilizan el espacio más que otros, como los ingenieros de la empresa. Operar a una capacidad más baja facilitó dedicar tanto espacio a los perros, como una biblioteca con temas de perros con un área secreta para sentarse detrás de una puerta oculta.
Pero el lado divertido de la oficina no es solo para los caninos. Werdelin dice que los empleados tienden a disfrutar de pasar tiempo en el parque tanto como lo hacen los perros, e incluso usan algunas de las áreas de juego, como el pelotero, para su propia diversión. “Eso es, honestamente, más para los humanos”, dice.
Por Nate Berg
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