Falabella se va de la Argentina y los brokers inmobiliarios se preguntan qué pasará con las locaciones que ocupó la empresa chilena en la Argentina.
La empresa chilena informó, a través de un comunicado oficial, que en un plazo de 60 días dejarán de operar las únicas tres sucursales que tiene operando en el país: Rosario, Unicenter y la calle Florida. La semana pasada cerró las puertas de los dos pisos que ocupaban en el Nuevo Centro Shopping de Córdoba. En este último caso, fuentes del centro comercial anticipan que reconfigurarán el espacio y construirán 30 nuevos locales. Los brokers inmobiliarios coinciden en que “ lograr el objetivo de traer a una tienda ancla en los espacios que dejará la empresa es casi un sueño”. Recuerdan la experiencia de la inauguración del shopping del barrio Jardín, también en la ciudad de Córdoba que apostó sin suerte a atraer a H&M y a la misma Falabella, pero finalmente fue Renner, la mayor cadena de tiendas de moda de Brasil, la que se quedó con los metros.
Por otra parte, en Buenos Aires, parte los tres pisos que la empresa chilena tenía en el shopping Dot ya encontraron destino: uno fue alquilado por una empresa que vende equipamiento para oficina y otro por la empresa que fabrica pisos de madera, Patagonia Flooring. Mientras se estudia el destino del único piso que quedó libre: una posibilidad, entre otras, es instalar un espacio de coworking. Falabella también ocupaba una gran superficie en Alto Avellaneda. En este caso, la mitad de los metros fueron alquilados por una cadena de perfumería de primera línea.
Otra historia es el destino que tendrán las tres locaciones que tenía en la peatonal Florida –dos alquiladas y una propia-. Por ahora sólo pudo ser alquilado el espacio comercial ubicado a pocos metros de Galerías Pacifico: en este caso como en Córdoba, el locador logró seducir a Renner.
Otro de los espacios que la empresa ocupaba en la peatonal, el local de poco más de 1000 metros cuadrados ubicado en Florida y Perón busca destino, y el único inmueble propio de la cadena – por el que llegó a pagar hasta US$60.000 mensuales de alquiler cuando aún no lo había comprado - también. “Encontrarle el novio no será fácil”, admiten en el mercado. Es que la calle Florida es uno de los corredores más afectados por la crisis que generó en el mercado de alquileres de locales comerciales el avance de la pandemia. Desde la Asociación Amigos de la Calle Florida indicaron que los comercios de la zona se nutren en un 70% por el turismo -tanto extranjero como local-, mientras que el 30% restante proviene de las oficinas. Sin ninguna de las dos variables, los locales están facturando entre un 25% y 30% en comparación con 2019. “Entre la inflación y los gastos que tenemos, no es nada. Por eso los comercios cierran”, expresó Héctor López Moreno, presidente de la entidad. “En la zona tenemos casi 100 locales cerrados sobre la calle Florida sobre un total de 608 y unos 450 dentro de galerías sobre un total de 900. Un 50% de las galerías bajaron sus persianas, algunas directamente tienen el portón de entrada cerrado. Es muy dramático, incluso sucede en galerías que antes tenían lista de espera”, agrega el comerciante.
Pero la incógnita sobre qué sucederá con los locales de grandes superficies desocupados trasciende al cierre de Falabella y a la crisis que atraviesa la tradicional peatonal porteña. En el mercado coinciden en que el gran problema es que se trata de espacios que no son tan fáciles de readaptar. “Nosotros no tenemos marcas H&M, Forever 21, GAP, compañías que podrían tomar esos lugares. Son muchos metros cuadrados que cubrir, los locales emblemáticos son los que más cuestan alquilar”, apunta Marcelo Zuliani, director de la empresa de servicios inmobiliarios, Colliers.
Las grandes superficies es un submercado que viene golpeado incluso antes de la pandemia. Christian Giménez, responsable de la División Locales del Grupo Adrián Mercado, reconoce que hasta la gastronomía, casi un destino natural para los locales de grandes superficies, se ve afectada por la crisis. “Tampoco hay bancos o cadenas de farmacias buscando locaciones”, agrega haciendo referencia a otros rubros que habitualmente ocupan estas superficies.
Según los expertos, una de las soluciones podría ser subdividirlo y transformarlo en varios comercios. Otra opción es crear un patio de comidas, con muchos locales juntos. La más difícil, encontrar un sustituto. La menos querida, rentárselo a una empresa local por la mitad de su valor o convertirlos en espacios de ferias de ropa. Domingo Speranza, presidente de Newmark agrega que “una tendencia es reconfigurarlos en espacios de coworking”.
El dilema de qué hacer con los grandes locales que la pandemia dejará vacíos es mundial . El Corte Inglés, por ejemplo, avanza en un proceso de reconfiguración de sus puntos de venta y planea cambios en uno de cada cuatro de sus locales . Por caso, el de Can Dragó, uno de sus locales más emblemáticos de la ciudad de Barcelona se reconvertirá en una de las oficinas centrales de la empresa en la capital catalana. No será el único que cambiará de uso, ya que también se habría rehabilitado uno en Zaragoza que adoptará el formato outlet. En este caso, la firma se quedará con los metros que ocupaba pero para los casos de las empresas que deciden desprenderse de los metros, los propietarios de los locales ubicados en ciudades europeas estudian convertirlos en puntos de última milla para logística. De hecho, Amazon está evaluando convertir algunos espacios de tiendas departamentales agonizantes en centros logísticos. La compañía inició un diálogo con Simon Property Group, propietario de un gran centro comercial, para convertir algunas de sus tiendas JC Penney y Sears en centros logísticos propios. Los grandes almacenes de Simon presentan una característica clave para Amazon: están las áreas privilegiadas cerca de las principales carreteras y suburbios. Esta estrategia podría ayudar a la firma de ventas electrónicas a acelerar las entregas de “última milla”.
La reconfiguración de los grandes formatos es un tema de agenda del sector. “Esos cierres y achicamientos no se dan en la misma proporción en el resto del mundo; hay dificultades pero Liverpool y Palacio de Hierro no cesan en México; Falabella no cierra en Chile y no se va de Colombia y Perú; Replay sigue en Perú y Chile. Son formatos que tienen una sobrevida importante en Latinoamérica, aunque se reperfilen”, analiza Oscar Piccardo, director de la consultora 1Por1.
En este contexto, los shoppings a cielo abierto, los centros comerciales y los corredores de los barrios se perfilan como los “ganadores” de la nueva era. “Los puntos de venta barriales se distinguen por concentrarse en la funcionalidad, en atender las necesidades claves de los consumidores y dejar la “oferta más glamorosa a los shoppings; se desdobla la visita”, apunta Piccardo. Sebastián Lópes, consultor coincide y afirma que los shoppings, “más atractivos serán aquellos que ofrezcan experiencias”.
Cómo se están adaptando los shoppings a la nueva realidad merece un análisis aparte. Desde IRSA, -la mayor operadora de centros comerciales del país- explican que están reconvirtiendo el tenant mix (el mix de marcas y locales con una propuesta mucho más volcada a los servicios que van desde centros médicos -como el que Swiss Medical negocia abrir en el DOT- hasta gimnasios y mega sucursales bancarias -el Santander Río tomará 400 m2 de los 14.000 m2 que ocupaba Walmart también en el shopping de Saavedra-.
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