Distrito Centro Histórico: una iniciativa público-privada apunta a revitalizar el microcentro

CÓRDOBA.- Los microcentros de las grandes ciudades, en la última década, empezaron a perder atracción y la pandemia del Covid-19 los sometió a una prueba aún más difícil y los obligó a acelerar la reconversión en la que algunos ya estaban involucrados. En la ciudad de Córdoba, con ese objetivo, hay una iniciativa público-privada en marcha: se lanzó el “Distrito Centro Histórico”, una iniciativa que apunta a instrumentar estrategias para mejorar la zona y ponerla en valor para que potencie su atracción para diferentes públicos, locales y turistas.

Santiago Montini, tesorero de la Asociación Civil Córdoba Nuestra -creada en 2004 para consolidar el entorno inmediato de la Manzana Jesuítica como un distrito cultural, patrimonial y turístico de servicios mejorados- explica a LA NACION que vienen generando hechos culturales para que los vecinos tengan una “excusa” para ir al centro, “pasear, tomarse un café, quedarse a comer”.

“En lo que hace a locales comerciales el microcentro todavía conserva atractivo, pero hay una ociosidad muy grande en oficinas. La mayoría de los trámites ahora no requieren presencialidad -describe Montini-. También estamos trabajando con la idea de refuncionalizar esas oficinas y convertirlas en departamentos, hacer del centro un barrio más con comercios, cultura y también con espacios verdes a dos pasos”.

La idea de transformar oficinas en viviendas también se está trabajando en la Ciudad de Buenos Aires (CABA). Los expertos entienden que esas viviendas podrían ser tanto alojamientos para turismo como para habitantes de la ciudad. Para avanzar se necesita de la readecuación de ordenanzas municipales de uso del suelo. También es necesario que exista financiamiento para la construcción y rediseño.

Córdoba tiene el único patrimonio de la humanidad urbano de la Argentina; en las 18 manzanas fundacionales del microcentro hay -según un relevamiento de la asociación- 51 puntos con potencial turístico, incluyendo patrimonio histórico, edificios de interés cultural y locales gastronómicos con historia. Seis de esos edificios deben ser recuperados.

En el 2000 la Manzana Jesuítica fue declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco y en 2006 la ciudad cordobesa fue Capital Americana de la Cultura. La Manzana Jesuítica concentra en un solo bloque la Iglesia de la Compañía de Jesús, la Capilla Doméstica, la Residencia de los jesuitas y el Rectorado de la Universidad Nacional de Córdoba (antiguo Colegio Máximo de la Misión).

Desde la asociación indican que “insistieron tanto” a los funcionarios municipales en el tiempo que llevan trabajando que “ahora la Municipalidad nos abrió las puertas”. La administración realizará una obra de repavimentación, cambio los niveles de la calle San Jerónimo-27 de Abril y un ordenamiento del tránsito para que “cohabiten armoniosamente autos, bicicletas y peatones”. Son 500 metros que se harán en dos etapas. Esas obras se acompañarán con instalación de domos y cámaras.

Marcelo Satulovsky, consultor, docente e investigador en desarrollo urbano e inmobiliario, insiste hace tiempo que desde antes de la pandemia los centros de las ciudades se fueron haciendo “monocromáticos”, fueron perdiendo diversidad urbana. A su criterio, la reconversión requiere de “consensos sociales” que se pueden “estimular” desde lo público y desde lo privado.

Es, en parte, la idea de la asociación que apunta a lograr despertar interés desde diferentes ámbitos, como son el comercial, el cultural, el turístico y el gastronómico. “Somos conscientes de que debemos facilitar el ingreso, egreso y permanencia de los habitantes; disminuir la fricción entre lo peatonal y vehicular; comunicar mejor los atractivos que existen y son muchos”, sostiene Montini.

Grafica con que vienen firmando acuerdos con representantes de diferentes actividades para generar el “compromiso” de que los locales gastronómicos estén abiertos los fines de semana, las vidrieras iluminados y las playas de estacionamiento habilitadas por la noche: “Para que la gente venga y disfrute todos tenemos que hacer un aporte; la ciudad somos nosotros”.

Además de las obras municipales y de una inversión para hacer un polo gastronómico en la recova que está frente a la Catedral, vienen desarrollando tareas de coordinación para que los museos y las iglesias abran en horarios similares y cuenten con visitas guiadas. El patrimonio se reparte entre Universidad Nacional de Córdoba, Iglesia, Provincia y Municipalidad. “Queremos ofrecer una agenda cultural estable y ordenada; contar con propuestas como las que hay en otras ciudades del mundo”, subraya Montini.

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