Nuestra colonizada cultura ha incorporado como símbolos de Navidad a leyendas, clima y costumbres del hemisferio norte, y así tenemos al pobre Papá Noel, con pesadas ropas, transpirando desesperado por los calores de diciembre. El árbol simbólico, una conífera, sin lugar a dudas, y a la que llamamos pino como a todas las coníferas, también es de elección discutible, aunque hay muchas coníferas entre nosotros. Los franceses habían realizado una profunda investigación respecto de los árboles de la Biblia buscando precisiones sobre las especies que crecían, en aquella época, en esos lugares del Cercano Oriente, y será interesante difundirlo.
Pero en el aquí y ahora, los calores de primavera y principios de verano han estimulado el florecimiento de los jardines, y tenemos muchas y bellas flores para que acompañen nuestra Navidad.
En primer lugar y de acuerdo con los acertados gustos populares, están los jazmines, y si bien a muchas plantas se les da ese nombre, me refiero a la Gardenia augusta o Jazmín de El Cabo, Sudáfrica, lugar ubicado en el hemisferio sur, aunque se lo describe como originario de China. Además, nadie desconoce los jazmines, si hasta venden esas flores los chicos, por la calle y es de muy fácil cultivo, pero es una especie con diferentes variedades y no todas tienen aroma. Esta Gardenia, muy perfumada, forma un arbusto de hasta un metro y medio de altura, follaje permanente y profusión de flores solitarias más o menos dobles, que florecen en noviembre y diciembre. Se reproduce por gajos, que enraizan fácilmente en agua, o por injerto sobre la Gardenia thunbergia.
Las plantas injertadas suelen desarrollar mejor y puede dárseles mejor forma. El pie de injerto es la Gardenia thunbergia, sudafricana de bellas flores blancas con largo tubo cilíndrico que termina en una corola simple, muy perfumada, que forma un fruto ovalado y duro, que tarda dos años en madurar, usándose las semillas para su reproducción.
Incorporar esos jazmines en flor al ámbito navideño haría más dulce la presencia del Niño en el Pesebre, y más emotivos nuestros deseos de que, para todos, llegue una Feliz Navidad.