Crece la tendencia de instalar máquinas caminadoras en los espacios de trabajo o en el escritorio de la casa
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Amo, profundamente, el sillón de mi oficina en casa. Se siente como estar reconfortado en un abrazo. Antes de 2020, sólo lo usaría unas pocas horas al día. El resto del tiempo trabajaba en espacios de coworking y cafeterías a las que me dirigía caminando. La pandemia cambió eso y mi silla se convirtió en parte de mi cuerpo.
Allí, tuve reuniones laborales, comí, hice happy hour con amigos, vi Netflix y hasta mecí a mis niños cuando lloraban. Hice todo en ese sillón y mi cuerpo empezó a sentirlo.
Todos sabemos que el ejercicio juega un papel importante en nuestro bienestar físico y mental. Como habitante de la ciudad sin automóvil, perder la capacidad de caminar y salir de mi pequeño departamento cuando el mundo comenzó a cerrarse pesó mucho en mi salud mental y física. Y, como madre que ahora tenía más de un trabajo full time, ya no me queda tiempo para dedicarme a hacer ejercicio.
Así que compré una cinta de correr que coloqué debajo de mi escritorio. Sabía que necesitaba algo para moverme, y tenía que poder hacerlo mientras trabajaba. Era mamá o me encontraba con amigos vía Zoom. Necesitaba -de alguna forma- lograr abandonar esa cómoda silla y ponerme en movimiento.
El resultado fue inmejorable. Ahora amo esta caminadora tanto como a uno de mis hijos. Si vos estás viviendo algo similar a lo que me sucedió a mí, seguramente requerirás de esta herramienta para salir del letargo que nos propone la cuarentena.
Los beneficios de un escritorio para correr
Entonces, ¿por qué tener una caminadora en el escritorio? Yo tengo algunas buenas razones: no hay suficientes horas en el día para trabajar, ser padre, socializar ocasionalmente y hacer ejercicio. Este escritorio con caminadora me permite hacer dos cosas a la vez. Algo que en este momento me hace sentir menos culpable.
Además, pongo menos presión en mi espalda, algo que sucede con el simple hecho de mover las piernas. Ahora, si alguien ya tiene dolores en las articulaciones, en ese caso, podría resultar mejor sentarse una pelota de esas grandes para yoga.
Seguramente, ya lo habrán escuchado, pero vale la pena recordarlo: el ejercicio libera endorfinas, lo que significa que luego de realizarlo se sentirán más felices.
¿Cuándo deberías caminar?
No camino todo el día. Soy exigente con eso. No todas las tareas son mejores que otra para caminar. Esto es lo que funciona para mí.
Camino durante las reuniones informativas. ¿Conocés esas reuniones en las que estás escuchando, principalmente, y sólo en ocasiones compartís opiniones? Para mí ese tipo de encuentros resulta ideal para practicar mi actividad física, alrededor de 5,5 kilómetros.
Camino durante tareas sencillas. Lo hago mientras planifico mi jornada o me pongo al día con la lectura, o el momento en el que realizo algunas tareas que no requieren mucha capacidad intelectual. Ese es un instante perfecto para caminar un poco. En esas oportunidades suelo hacer algo más de 2 kilómetros.
Camino durante citas virtuales con mis amigos. Esto suena extraño, pero es maravilloso, especialmente si tus amigos también tienen cintas de correr. La velocidad del paso que se lleve depende, en gran medida, de si se está tomando bebidas frías o calientes.
Lo importante es no hacerlo todo el día porque te cansarás. A mí me gusta usarlo para tareas que requieren menos concentración. Cuando llega el momento de concentrarme por un tiempo, vuelvo a mi cómoda silla. Esto puede ser diferente para cada uno; por ejemplo, tal vez la caminadora te ponga en modo de enfoque. Tendrás que definir tus propias líneas.
Consejos para armar un escritorio con cinta de correr
Cuando llegue tu máquina para correr y comiences a usarla, habrá un período de ajuste, lo hubo para mí. Aquí hay algunas cosas que aprendí.
Advertí a tus compañeros de trabajo. Vas a caminar durante las reuniones, lo que será discordante al principio. Estate preparado para explicar (¿enviarles un enlace a este artículo, tal vez?). Tus compañeros de trabajo pueden juzgarte un poco, pero estará bien.
Usá audífonos. Tu caminadora será ruidosa. Asegurate de tener buenos auriculares, con cancelación de ruido, y de usarlos durante la llamada. Y silenciate cuando no estés hablando.
Mantenete hidratado. No pases por alto esto: tomá agua constantemente.
Marcá tu punto. Pasarás un tiempo hasta que descubras el lugar exacto en el que utilizarás la caminadora. Recomiendo marcar tu piso con un poco de cinta cuando encuentres ese punto óptimo. De esa manera, no tendrás que preocuparte constantemente por ángulos incómodos o vertiginosos.
Tomá nota. Encontrá tus velocidades felices y anotalas para que no tengas que experimentar cada vez que empieces a correr.
Usá buen calzado. No puedo exacgerar con esto: el calzado incómodo hará que la tarea se torne miserable. Usá algo que te pondrías para realizar una caminata larga.
Conseguí una caminadora portátil. Necesitás algo que sea fácil de guardar cuando sea el momento de volver a colocar la silla y sentarse. No querrás que sea una molestia. Si así resultara, lo más factible es que el aparato quede en desuso.
Honestamente, amo mi escritorio con cinta de correr incorporada Hace que cada día de trabajo sea mejor. Espero que consigas uno y también te encante.
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