Con políticas económicas que en la última década desalentaron la llegada de desarrolladores inmobiliarios internacionales, el real estate de lifestyle, un mercado exigente, de alta gama, y que pone mucho en juego, aún es una cuenta pendiente para la Argentina. Aunque no una causa perdida. El impulso que se busca dar desde el Ministerio de Turismo de la Nación al desarrollo del mercado turístico doméstico y a la llegada de viajeros extranjeros, con medidas como la baja de impuestos y tasas, la introducción de aerolíneas low cost, la remodelación y la apertura de aeropuertos, la mejora de rutas y la reforma tributaria, alienta a inversores internacionales a apostar por emprendimientos de lujo en el país. Los números son superadores. En los primeros nueve meses del año pasado ingresaron a la Argentina 1,8 millones de turistas no residentes, número que implica un incremento de 6,1 por ciento respecto al mismo período del año anterior, según revela el Indec.
Con un alto componente turístico y apuntando al segmento internacional, los proyectos de alta gama tienen como espíritu generar una dosis perfecta de confortabilidad, ocio, divertimentos y actividades deportivas. Todo enmarcado en paisajes imponentes y en infraestructura y servicios de primer nivel,
Grace Cafayate es un emprendimiento con un hotel de lujo, spa y villas residenciales en los Valles Calchaquíes del noroeste argentino, al Sur de la provincia de Salta. El proyecto hotelero, que cuenta con 52 llaves de disponibilidad, ofrece un servicio enfocado en la experiencia: está emplazado en La Estancia de Cafayate, una propiedad residencial de más de 500 hectáreas, con viñedos, una cancha de golf de 18 hoyos y espacio para cabalgar y jugar al polo.
"Tenemos una gran expectativa puesta en la Argentina, de crecimiento sostenido. Más allá de que el mercado de alta gama es el que más conocemos, es también al que le vemos mayores vetas de crecimiento dado que todavía no hay una oferta amplia. La Argentina tiene un potencial todavía no explotado en la industria del turismo internacional. Las inversiones en logística, comunicación y transporte que estamos viendo entendemos que llevarán a la industria del turismo un escalón hacia arriba", destaca Gustavo Araujo, CEO de Amerisud Argentina, la empresa que lleva adelante el complejo. La firma también desarrolla un nuevo establecimiento en Cañuelas, que estará orientado al lifestyle del campo argentino y al polo, específicamente, con Adolfo Cambiaso y La Dolfina participando en el proyecto. "Tenemos un plan de trabajo a 10 años donde el driver es el crecimiento en el segmento de hoteles orientados al lifestyle de las diferentes regiones de la Argentina, dentro de esta estrategia el próximo paso es la Patagonia", añade Araujo.
El Desafío Mountain Resort, situado en San Martín de Los Andes, es un desarrollo turístico de alta gama orientado a experiencias de montaña. La actividad hotelera y residencial tendrá una amplia gama de ofertas: contará con amenities, un hotel spa con villas cinco estrellas, lotes para construir 700 casas y condominios de primer nivel. Emplazado en la Patagonia Andina y en el Parque Nacional Lanín, una de las regiones más buscadas por turistas de todo el mundo, el complejo cuenta con un club hípico y de polo, con la participación de la familia Pieres y el equipo Ellerstina, y una cancha de golf diseñada por Greg Norman Signature, que posiciona a San Martín de los Andes como un destino top de turismo golf de Sudamérica. En El Desafío se suman actividades como la pesca con mosca, outdoors de montaña, y todo el lifestyle del campo patagónico. En este caso, el valor de los lotes que promedian los 2500 metros cuadrados se venden entre US$35 y US$100/m2. Además en marzo se lanzará el bloque tres del proyecto Vista al Polo con unidades de entre 60 y 140 metros cuadrados en los que el m2 cotiza a US$2200 –valores que incluyen la membresía–.
"El socio mayoritario internacional ve en la Argentina una oportunidad de buenos negocios debido a precios que hoy significan una fracción de lo que se invierte en desarrollos similares en los países del Norte, y aún en otros países de la región Latinoamericana", resalta Roberto Huste, presidente de El Desafío. San Martín de los Andes es un destino top a nivel mundial, pero postergado por muchos años. "La actual política nacional y provincial de relanzamiento del destino, al solucionar los grandes problemas de conectividad han puesto a la ciudad como lugar premium para turistas argentinos e internacionales", añade Huste.
Mendoza es otro caso. Posicionada como una de las mecas bodegueras del mundo, se desarrollan diversas propuestas de lujo. Una de ellas es el resort vitivinícola Algodon Wine. En más de 1600 hectáreas, en la zona de San Rafael, el proyecto dispone de un hotel de ocho habitaciones, una cancha profesional de golf de 18 hoyos –entre viñedos–, restaurant, diez canchas de tenis, lagos y más. La finca tiene 83 hectáreas de viñedos que datan de 1946. "La Argentina es uno de los mejores lugares en el mundo para invertir. Hay muchas oportunidades. El resort está enfocado en el amante del vino y el deporte, que busca tener su propio viñedo y además estar en un lugar agradable, que ofrezca más actividades", describe Scott Mathis, CEO & Founder de Algodon Wines Luxury & Development Group, que resalta que la firma planea invertir en el país US$50 millones en los próximos tres años. "Creemos que las políticas tomadas por parte del Ministerio de Turismo son una excelente iniciativa para generar mayor turismo VIP en el país. Sin duda, la Argentinas tiene mucho para ofrecer en el mercado de lujo de real estate mundial", agrega el directivo del proyecto en el que el metro cuadrado de los terrenos oscila entre US$50 y US$90. Los propietarios tienen beneficios como tarifas especiales en los hoteles y opciones de compra en los vinos de edición limitada.
Michael Evans y Pablo Gimenez Rilli, despliegan, desde hace una década, Vines of Mendoza, un proyecto de 250 hectáreas en el Valle de Uco, donde ya invirtieron US$50 millones. Un hotel y un spa de lujo, y un restaurante guiado por Francis Mallman, complementan el negocio de las private vineyards, donde los inversores pueden comprar una parte de viñedo y elaborar un vino de alta calidad para consumo propio, sin preocuparse por las tareas de producción, que las absorbe el grupo. Con mayoría de clientes extranjeros, hoy queda un 10 por ciento del proyecto sin vender con valores de los viñedos parten desde US$250.000 la hectárea, y las villas desde US$70.000. Los compradores tienen beneficios en los servicios de hotelería. "El nuevo aeropuerto de Mendoza y la mayor cantidad de vuelos son un incentivo no solo para este proyecto, sino para el crecimiento del turismo en la provincia", destaca Evans, quien asegura que "Mendoza es un destino que puede competir con muchos otros en el mundo; los amantes del vino aquí encuentran alta calidad como en Napa Valley, Francia o Italia".
En el Sur del Sur, un desarrollo ya finalizado es Barrio Bahía Cauquén, la primera urbanización cerrada de Ushuaia, situada a orillas del Canal de Beagle, sobre una bahía. Entre otras comodidades top, dentro del predio de 150 lotes –ya comercializados– se sitúa Los Cauquenes Ushuaia Resort, un hotel cinco estrellas. "Hay desarrollos de alta gama que han tenido éxito, sobre todo los que se alinean a una actividad en especial, como el polo o el golf. Otros, no tanto. Son parejos los éxitos y los fracasos. Cuando apuntas a un producto de alta gama, más arriesgas, y caerse es un golpe irremontable. Aconsejo tener prudencia, ir en etapas, no lanzarse con un súper proyecto, ya que usualmente se vende mucho al principio y luego cuesta más finalizar con la venta total del loteo", analiza Luis Badino Lynch, director del grupo Bahía Cauquén, que también desarrolla otros emprendimientos en la zona más austral del país.
"En este sector está todo por hacer. En el último tiempo, ha habido una mejora en la conectividad que es imprescindible. Ushuaia es para los europeos y estadounidenses un destino de turismo aventura y exótico. Debemos lograr que los visitantes se establezcan más días", concluye Badino Lynch.