El Itaú se quedó con parte de un proyecto que se realizará en Retiro: harán una torre con vista al río

Como forma de ponerle fin a una deuda contraída en 2018, la desarrolladora argentina TGLT le cedió al banco brasilero Itaú su participación en un proyecto inmobiliario en la zona porteña de Catalinas. Aunque se desconoce el monto total de la transacción, se sabe que la empresa era propietaria de casi el 50% del terreno, que en su momento se adquirió por US$40,5 millones.

El cambio de paradigma que impuso la pandemia de coronavirus en el mercado corporativo frenó el proyecto que la desarrolladora planeaba llevar a cabo en el lugar, de la mano de EMS Capital, fondo de la familia Safra, con quien conformaba el “Fideicomiso Financiero Privado Inmobiliario de Administración Catalinas I”. El mismo se creó el 13 de marzo de 2018, después de que TGLT ganó una licitación de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE).

El terreno está en el área de Catalinas Norte II, frente al agua. A un lado, se encuentra el predio que es propiedad de Techint y al otro, el que le pertenece a Consultatio, la empresa de Eduardo Costantini. El emprendimiento inmobiliario, a cargo de Foster + Partners, proyectaba una torre de 140 metros de altura con 37.000 m² vendibles. “No teníamos la certeza de cuándo sería razonable desarrollar, construir y entregar, ya que se trataba de un proyecto largo”, cuenta a LA NACION Alejandro Belio, CEO de TGLT. Ante ese escenario y en el marco de una reestructuración de deuda de la compañía, la decisión fue negociar la cesión de un porcentaje del activo.

Para eso, envió al Banco Itaú Argentina (BIA) una oferta para celebrar un memorándum de entendimiento no vinculante, que aceptó la semana pasada. La deuda con la entidad financiera se remonta al 2018, cuando la desarrolladora adquirió la empresa constructora Caputo SA, de la cual Nicolás Caputo tenía un 20%. En ese entonces, TGLT pagó una parte al contado y obtuvo financiación del Banco para el monto restante.

“La compañía tenía dos deudas importantes”, señala Belio. “Una de ellas acabamos de reestructurarla con obligaciones negociables, que la pagaremos hacia 2026 o 2027 a tasas bajas. La otra era la que teníamos con el Banco Itaú. Vimos la oportunidad de desprendernos de nuestra participación en el fideicomiso y saldar ese monto, cuyo pago era a corto plazo”, explica. En concreto, indica que la operación representa una quita del 45% de la deuda que acarreaba la empresa.

Ahora, Itaú pasará a ser propietaria de casi la mitad del terreno ubicado en Retiro. Según pudo saber este medio, el objetivo es que las obras comiencen pronto, ya que la entidad brasilera apunta a recuperar cuanto antes su inversión. Para la desarrolladora, la operación no significó una pérdida sino más bien “una oportunidad”, tal como sostiene el CEO. “El terreno es excelente, por eso lo compramos en su momento, pero esta era la mejor forma de sacar parte de un activo cuyo proyecto iba a desarrollarse en un futuro lejano”, señaló.

Además, remarcó que la decisión se enmarca en un contexto de “fuertes devaluaciones y una pandemia que impactó de lleno en el sector, a lo que se le suma la falta de inversores extranjeros”. Por ahora, la desarrolladora no tiene como objetivo la adquisición de nuevos terrenos. “Apuntamos a ampliar fuertemente el volumen de construcción. El negocio inmobiliario funciona por confianza, que hoy es relativa, y demanda, que hoy es baja. Por eso queremos enfocarnos en la construcción. Estamos esperando y viendo cómo sigue el ciclo para volver al negocio”, cuenta sobre el futuro.

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