De acuerdo con el Feng Shui, en cada hogar circula el chi –también conocido como qi– o energía vital que se debe canalizar de manera correcta: ventanas, puertas, la orientación de los muebles y el color de las paredes son solo algunos de los elementos con los que se puede jugar a la hora de modificar un departamento, una casa o un PH según esta filosofía. "La vivienda es un espejo del individuo y lo que lo rodea que puede ser decodificado", comienza Patricia Traversa, directora del Centro Oficial de Feng Shui Profesional.
Los cambios se pueden realizar desde los cimientos del hogar –en caso de que se pueda modificar o planear desde el inicio la edificación– hasta la modificación de los objetos que la habitan. La experta asegura que "limpiar, renovar y activar positivamente la energía" que hay en una vivienda "ayuda en cuestión de horas a revertir ambientes nocivos".
El portal para un "lugar seguro"
Lograr una "percepción de bienvenida" parece una expresión abstracta, pero en realidad no es más que "fijarse qué es lo primero que uno ve cuando ingresa a una casa", explica Marcelo Viggiano, director de Feng Shui Mundo. De ese modo, si la primera imagen cuando la persona arriba a su hogar es una pared vacía, recomienda imaginar qué tipo de foto, cuadro o color en esa pared puede alegrar la vista y, además, dar identidad. "En la entrada tiene que suceder la transición entre el mundo del trabajo y del apuro y el interior, de protección", dice, y añade que un buen complemento para hacer esa transición es un recibidor donde dejar las llaves y la cartera o la mochila.
Traversa añade que colocar un felpudo semicircular con una "leyenda de bienvenida que proyecte una sensación amigable" para que la suciedad quede retenida allí. Añade que es un elemento que debe limpiarse con asiduidad. "La luz y las plantas también mejoran el Feng Shui de la entrada, que debe estar iluminada tanto de día como de noche. Si colocamos plantas, que sean saludables y coloridas, ubicadas a ambos lados del acceso sin entorpecer el paso", agrega.
La cocina
El Feng Shui trabaja con cinco elementos a la hora de pensar un hogar: tierra, metal, fuego, agua y madera que se traducen en distintos complementos o muebles. Por ejemplo, el fuego puede estar representado por las lámparas o por la cocina. En ese sentido, explica Viggiano, no es bueno que las hornallas y la bacha estén a menos de 60 centímetros de distancia o enfrentados. En caso de que eso ya suceda y no haya oportunidad de remodelar la cocina, recomienda agregar madera, que puede ser en forma de utensilios o en un objeto color verde.
De acuerdo con Traversa, el horno y las hornallas representan "la capacidad de producir dinero y la productividad", por lo que "siempre tienen que estar limpios y en buen funcionamiento". No hay que guardar fuentes adentro o arriba de la cocina, añade, y en caso de que las hornallas estén colocadas delante de una ventana, recomienda cubrir esa ventana con una cortina. Deja un último consejo práctico: "Cocinar de espaldas a la puerta nos expone a imprevistos y accidentes. Si no hay otra opción, colocar un espejo pequeño que permita ver quién entra mientras cocinamos".
Para descansar protegidos
En caso de estar en pareja, detalla Mario Ávalos, al frente de Feng Shui Arquitectura, el dormitorio principal es "el lugar donde se activan las relaciones". La pareja debe estar representada con elementos pares e iguales: almohadones, mesas de luz y lámparas. Aconseja, además, sumar fotografías de ambas personas juntas y en momentos felices, "que serán el atenuante en tiempos difíciles". Cerca de la cama, dice, nada de elementos electrónicos ni espejos.
Traversa agrega que la cama nunca debe estar dispuesta de manera tal que los pies de quienes descansen allí estén "enfrentados a la puerta de entrada" porque eso hace que el "aliento vital" se vaya por allí. Añade que no hay que dormir debajo de vigas o techos inclinados porque generan opresión simbólica, ni con la cama lindante a baños u hornos de cocina ya que irradian un chi o qi poco saludable. "Evitar las de estructura metálica, preferir los colchones de algodón y sin resortes o muelles metálicos, que absorben las radiaciones provenientes de la tierra", añade.
Un consejo más de Ávalos, en caso de que el dormitorio sea de un niño o de una niña: "Pintarlos de colores, en especial de amarillo, para activar la creatividad". Sostiene que, en estos casos, es fundamental el orden y disponer de sectores de descanso, juego y estudio.
Materiales para canalizar el chi
En caso de que una vivienda cuente con un jardín o un patio, Ávalos recomienda utilizar elementos que activen los sentidos: desde flores coloridas hasta "campanitas" que activen con su sonido. En la misma línea, Traversa añade que "las ondas sonoras emitidas por los carrillones", los juegos de campanas, ayudan a dispersar la energía vital por todos los rincones del hogar. "En los lugares ventosos, se recomiendan los de caña para que el sonido no sea tan estridente", dice.
¿Más materiales? "Las alfombras están bien pero no en exceso, porque estancan el chi ya que se saturan rápidamente con polvo", advierte Ávalos. Lo mejor es apostar por materiales fáciles de limpiar, despejados y nobles, como la madera, los cerámicos y el hormigón a la vista "pero tampoco en exceso, ya que es una composición de muchos químicos". Con respecto a los espejos, Traversa señala que no deben estar enfrentados entre sí ni a la puerta de entrada, porque "los rebotes generan malestar en el ambiente". Finalmente, la directora del Centro Oficial de Feng Shui Profesional aconseja pintar cada tres años para renovar las energías.
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