Tenemos por delante enero y febrero. Verano, vacaciones. Para muchos corredores será momento de pretemporada; para los triatletas, plena temporada, y para otros, una serie importante de carreras en una superficie muy especial: la arena, ya que en muchas playas encontraremos carreras de distancias variadas, pero con una misma dificultad: médanos, calor, terrenos húmedos, mojados y blandos. La utilización de una técnica definida y depurada es vital para la performance del atleta, y también no dejar de lado la planificación que tiene que ver con la hidratación y la recarga de energía.
Las particularidades de esta superficie son: no devuelve la potencia de la pisada, no permite un apoyo firme, produce un desgaste apresurado del físico, endurece de forma sostenida toda la musculatura del tren inferior y dificulta mantener un ritmo de respiración moderado y controlado.
La técnica por utilizar es la siguiente: comenzando desde abajo (tren inferior), usaremos pasos cortos y mucha cadencia, de esta manera rompemos inercia y sostenemos el ritmo planeado. El tren superior, en tanto, cumple una función de gran importancia y la utilización de los brazos es vital para recuperar la energía que perdemos en cada pisada, ya que la arena no devuelve nada. Como los vehículos 4x4 traccionaremos con las cuatro extremidades para cumplir con el recorrido.
Ajustar la respiración con la brazada y los pasos dará como resultado una gran economía en los movimientos, que se verá reflejada en el tiempo final.
Es recomendable tomar geles energéticos durante el desarrollo de la prueba que aportan hidratos de fácil absorción, potasio y sodio que ayudan a mantener los niveles apropiados (en carrera y también en la recuperación). Para una digestión facilitada, tomar un sorbo de agua para humedecer la boca y sacar esa pasta que se va formando y dificulta la ingesta, y luego seguir con otro sorbo más. A los 35 minutos de haber comenzado es recomendable tomar medio sobre y la otra mitad a los 55 minutos, para una carrera de 1h30m; si es más larga, cada 25 minutos es lo sugerido.
En resumen, pasos cortos y livianos, mucho trabajo de brazos sobre todo en los médanos, control de la respiración que ayudará a bajar la frecuencia cardíaca, hidratarse en forma continua y tomar geles para recargar energía.