El coronavirus Covid-19 y la declaración de la cuarentena trajeron consigo una gran cantidad de cambios para la gente, tanto a nivel personal como laboral. El aislamiento preventivo, el distanciamiento social crearon un escenario tan nuevo como impensado que aceleró el proceso evolutivo del comercio electrónico en nuestro país. Esto, según los especialistas, se traducirá, por parte de muchas marcas, en una reducción de metros cuadrados de los locales comerciales y en la ampliación de superficies dedicadas tanto al depósito como a la logística y, a diferencia de lo que muchos piensan, en un importante incremento de puestos laborales.
Durante el primer semestre de 2019, se inauguró el centro de distribución de Mercado Libre de más de $800 millones de inversión desarrollado bajo el modelo denominado "fulfillment" - que se especializa en el almacenamiento y el embalaje para terceros-. Para Eduardo Bastitta Harriet, cofundador y CEO de Plaza Logística, la apertura planteó un antes y un después en el rubro del e-commerce en la Argentina. "Con la apertura de este espacio, ese sector de la economía empezó a latir. Antes, tanto la logística como la distribución estaba bajo el control de dos grandes empresas, que no hacían muy bien las cosas: Correo Argentino y Oca. Como las entregas no se realizaban en tiempo y forma, había un bajo nivel de clientes y poco volumen de comercialización.
Los centros de almacenamiento y embalaje
Con la irrupción de este centro fulfillment no solo, poco a poco, se fueron sumando nuevos actores al sector sino que también se comenzaron a profesionalizarse distintas áreas que le fueron dando vida a este rubro", comenta el ejecutivo y amplía su argumento con números: "en nuestro país, en 2018, el promedio anual de entrega de paquetes por habitante, por año, era tan solo uno. Mientras que en los principales mercados del mundo ese número ascendía a 20. En 2019, el promedio a nivel nacional creció, según los rubros, un 50% pasando de 1 a 1,5 paquetes por habitante, por año".
Según datos oficiales, aportados por la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), el año pasado se vendieron 146 millones de productos, a través de 89 millones de órdenes de compra (un 12% más que en 2018), con un ticket promedio de compra que rondó los $4500. "Ya en enero 2020, algunas estimaciones privadas revelaban que el promedio había subido a dos paquetes por habitante, mientras que en los principales mercados del planeta ese número ya oscila los 30 bultos por persona, por año", cuenta Bastitta Harriet.
Para Gustavo Sambucetti, Director institucional de la CACE, el comercio digital en la Argentina venía en franco crecimiento. Pero, sin dudas, este escenario de pandemia, que propone locales cerrados y restricciones en la circulación de público, estimuló aún más el incremento de las operaciones digitales. "El aislamiento social generado por la declaración de la pandemia incrementó la comercialización de determinados rubros, básicamente los de primera necesidad y los vinculados con el sector tecnológico. En números, un sondeo realizado entre los socios de la cámara entre el 20 de marzo y el 8 de abril - es decir las primeras tres semanas de cuarentena- versus las tres semanas anteriores, se observó un incremento en las ventas online de los supermercados que superó el 300%; por otro lado, el rubro farmacéutico creció más de un 60% el volumen de sus operaciones digitales. En el caso de todos los productos vinculados con la computación, las transacciones digitales experimentaron crecimientos que superaron el 50%. El rubro de los electrodomésticos (solo entregando los 10 productos autorizados) vendió volúmenes similares a los de los tiempos prepandemia. Algo similar sucedió con el sector de indumentaria", relata Sambucetti.
"En tan solo 40 días de cuarentena el comercio electrónico creció lo que estaba previsto para los próximos dos años. Y, aunque no se sabe qué sucederá el día después que finalice el aislamiento social preventivo, ésta es una tendencia que seguirá en ascenso", relata Bastitta Harriet.
Un fenómeno mundial
Matías Celasco Correa, economista Research Manager de CBRE, reconoce que el vedettismo del comercio electrónico es mundial y particularmente respecto a la Argentina afirma que "estamos viendo un gran movimiento del comercio digital, mayor del que se percibía previo a la cuarentena. Si bien varios operadores y portales de compras locales ya buscaban adaptar y complementar las ventas online con un sistema de distribución integral que mejorará notablemente la experiencia del comprador virtual, la realidad es que la pandemia aceleró aún más este proceso, tanto a nivel local como internacional. No es descabellado que varias plataformas de ventas online hoy sean las empresas que más capitalización bursátil tienen en el mundo, y que fueran de las que menos percibieran la caída financiera fruto de la irrupción del Covid-19. Está claro que el futuro del negocio comercial va en esa dirección". Agrega que en "el mercado local, no solo se potenció la compra online de ciertos productos, como es el caso de los electrodomésticos, sino que está llegando a niveles que quizás hasta hace unos meses eran impensados. El cambio de hábito del público genera, en la actualidad, que muchos sitios de compras remotas de las principales cadenas de supermercados por momentos colapsen."
Sambucetti sostiene que esta modificación en la manera de comprar, fruto del coronavirus, está generando un nuevo hábito cultural al que, dadas las circunstancias, se le está ofreciendo mucha menos resistencia de la prevista por parte de la sociedad. "Hoy la gente entiende que si quiere comprar determinadas cosas debe hacerlo de esta manera y resignar el trato personalizado, cara a cara. Esto sin dudas, está generando un cambio en la manera de vincularnos y de comprar", comenta el especialista.
En la misma dirección, Celasco Correa explica: "éste es un cambio en el cual no hay vuelta atrás, si bien quizás varios segmentos como el de supermercados y farmacias; puede que tenga alguna reversión (es decir, que mucha gente reemplace las compras digitales por el tradicional método presencial), en todos los demás me parece que el e-commerce cambiará la manera de pensar el negocio. Aunque, claro está, que esto también dependerá del desarrollo e inversión que cada firma esté dispuesta a aplicar para esta nueva área de su empresa".
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