"Contra reloj", así define la periodista Dolores Pasman como trabajó junto a su marido e hija menor para reorganizar la casa frente a la inminente repatriación de sus otros dos hijos desde Europa. La premisa fue cuidar cada detalle para vivir lo mejor posible. Los repatriados llegaron justo antes de que se cerraran las fronteras fruto del coronavirus Covid-19 y tuvieron que aislarse en sus dormitorios.
"Improvisar un nuevo cuarto para la adolescente de 16 años fue prioridad. Lo primero que hicimos fue mudar su cama al living/comedor ya que comparte habitación con su hermana. Fue ella quien se encargó de seleccionar su ropa y las pertenencias que iba a necesitar durante la cuarentena, y metió todo en una cajonera con ruedas que ahora usa como mesa de luz y ropero. La iluminación también fue clave porque es fanática de la lectura", relata Pasman y agrega un dato no menor. Su marido padece bronquiectasia, una condición pulmonar que en situaciones normales no es grave, pero que ahora lo convierte en población de riesgo.
En la nueva disposición de la casa también adaptó una mesada y la convirtió en escritorio para que su hija menor pudiese tomar clases virtuales de 8 a 16 horas. La mesa de comedor pasó a ser el búnker de su marido. "La bendición es el amplio balcón corrido", relata. Gracias a ese espacio logró aislar a sus hijos llegados de Europa. "Y generamos encuentros familiares, aunque nos separara un vidrio. Armé un par de mesitas en la punta del balcón, una para cada hijo en cuarentena y acerqué la mesa del comedor a la ventana corrediza. Así con la ventana abierta, aún manteniendo una distancia prudencial de tres metros, podemos comer en familia", detalla.
Reordenar, organizar, liberar espacio y volver funcionales los cuartos parece ser el desafío que la cuarentena. Lejos de verlo como una actividad para superar la emergencia del mejor modo, quizá es posible encontrar rutinas, aprender tareas y darle a la vivienda un nuevo diseño.
Sin dudas, quienes más preocupados están por aprovechar mejor los lugares son las familias con hijos. "Si tienen varios niños y duermen en más de un cuarto, una posibilidad es juntar las camas (en su defecto, los colchones) en una de las habitaciones. Así esta podrá quedar para dormir y la otra pasará a ser sala de juegos", aconseja Luz Bruzoni, fundadora de Bruca Deco.
Otra idea es convertir la mesa del comedor en tablero de juego. ¿Cómo? Fácil, con cinta de papel y tapitas de gaseosas se pueden armar canchas de diferentes divertimentos, desde un tejo urbano hasta una canchita de fútbol tapita.
Para quienes tienen que acompasar los horarios de aulas virtuales de los niños y adolescentes con la dedicación que requiere el home office, y no cuentan con un escritorio, entonces deberán establecer horarios de uso de la mesa del comedor. "Se puede sectorizar la mesa, entonces cada uno cuenta con un espacio para expandirse con la computadora, los cuadernos, los útiles", detalla Bruzoni.
Otra opción es dividir las tareas entre la isla de la cocina, la mesa y la mesa baja del living, así puede conseguirse una mayor concentración.
La mesa baja del living puede convertirse en una gran aliada para llevar la vida de aislamiento: "se puede usar para estudiar, para trabajar, para comer y hasta para jugar. Si no es de un material impermeable, es mejor recubrirla para protegerla y que sea simple su limpieza", afirman los expertos en diseño de Tienda FC by Fontenla.
En los departamentos chicos es bueno marcar barreras de circulación. Por ejemplo, para los más pequeños "se puede llevar una alfombra al living y así marcarles hasta dónde pueden extenderse en sus juegos. También se pueden usar almohadones para armar un rincón de actividades o de estudio", cuenta la fundadora de Bruca.
Una alternativa es elegir uno de los ambientes (el living suele ser el más adecuado) y llevar todos los muebles al contorno para dejar libre el mayor espacio posible. "Esto es recomendable para los chicos, sobre todo si son pequeños, pues necesitan despliegue corporal. También, habilitarles lugares de guardado para que al terminar el esparcimiento vuelva a estar todo ordenado", aclara Daniel Lassalle, gerente comercial de la Cámara de la Madera (Cadamda).
El living también puede ser escenario de juegos de fantasías. Los amantes de las aventuras pueden "acampar" en este ambiente, ya sea porque tienen una tienda tipo indio o porque con una manta inventan pequeñas tiendas de campaña, en la que hasta es posible instalar kit de juegos y arte. Si cuentan con una carpa, incluso, pueden armarla en el balcón y dejar ir la imaginación.
Bien preciado
Sin dudas, los metros cuadrados son un bien por demás apreciados en estos días, pero la luz natural también lo es. Desde la marca de mobiliario Häfele recomiendan elegir el rincón de la casa que más luminosidad solar posea. "Si no se cuenta con la misma, entonces se debe recurrir a elementos artificiales que permitan evitar el agotamiento visual a causa de la ausencia de la luminosidad necesaria", observan. Para eso quizá necesitemos mover el velador de mesa de luz a la del comedor.
Para muchos la situación de trabajo remoto es totalmente nueva, tanto que ni habían pensado en armar su espacio laboral en el hogar. Para ellos, Teresita de Velazco, directora de la consultora de Recursos Humanos Hire, dejó estos consejos: que sea un lugar con mucha luz con buena señal de Internet y teléfono, que motive a concentrarse y a trabajar –es decir que tenga una silla cómoda y espacio para apoyar elementos–, y que a la vez permita estar cerca de los niños. Esto les da tranquilidad a los adultos y los pequeños juegan mejor.
"El estar en casa hará que pierdas el contacto cotidiano con amigos y compañeros de trabajo. Somos personas, seres que necesitamos relacionarnos en el día a día. Por eso, dentro de tu semana, agenda reuniones virtuales con ellos", aconseja Mariana Stange, broker inmobiliaria, presidente de la empresa que lleva su nombre y adelanta que "el resultado de todo esto aún es incierto, lo que sí sabemos es que la modalidad de trabajo evolucionará hacia un nuevo concepto. Y allí estaremos los especialistas para acompañar".
Por su parte, Marietta Vitale, autora de Terapia del orden, considera que estas semanas son especiales para crear sistemas y rutinas. "Muchos están angustiados, con la cabeza en otra cosa, y con esos sentimientos ordenar no fluye. Entonces, lo que pueden es desarrollar sistemas, como poner alcohol en gel en la entrada de la casa, dejar jabones extras en los baños para que no falte", finaliza la especialista.
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