La plataforma de alquiler temporario organizó un certamen de arquitectura para premiar con US$100.000 a los 100 diseños más creativos del mundo y financiar así su realización para luego ofrecer como alojamiento
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SAN CARLOS DE BARILOCHE.- La reserva de alojamientos en escenarios rurales y lugares menos populares que los destinos tradicionales, las estadías más largas y la búsqueda de experiencias únicas en espacios que se destaquen por su diseño, están entre las principales tendencias en viajes turísticos.
Las nuevas preferencias de los huéspedes motivaron este año el lanzamiento del OMG Fund, el primer Fondo para Alojamientos Singulares, con el que Airbnb ayudará a construir “los alojamientos más excéntricos del planeta”. Cien proyectos de todo el mundo resultaron ganadores y uno de ellos es el del arquitecto argentino Martín De Estrada, que recibirá US$100.000 para hacer realidad su idea. Su proyecto Huevo de dragón empezará a tomar forma en enero de 2023 en Trevelin, provincia de Chubut.
De Estrada vive desde hace siete años en Esquel y cuenta que se enteró de casualidad del concurso: “Estaba navegando por la web cuando me apareció la convocatoria. Siempre busqué mezclar el arte con la arquitectura, combinar el concepto con un sustento simbólico. Y esta era una gran oportunidad para hacerlo”.
Hace algunos años, cuando imaginó y trabajó en sus tiempos libres en el dibujo de su atelier patagónico, el arquitecto diseñó el huevo de dragón, una estructura autoportante de madera con revoque de barro y revestimiento en metal, sobre columnas metálicas.
El espacio surrealista era factible, pero De Estrada no pudo concretarlo por falta de dinero. El OMG Fund apareció entonces como un puente a ese sueño. El proyecto que comenzó como atelier será ahora una cabaña experimental que podrá ser disfrutada por los viajeros.
El concurso
Personas de 23 países participaron del concurso de Airbnb que tuvo cuatro ejes: originalidad (los diseños debían ser sorprendentes y “transformar la visión de los huéspedes sobre lo que puede llegar a ser un alojamiento”), viabilidad (las propuestas tenían que superar cualquier tipo de inspección técnica y deben estar terminadas para agosto de 2023), experiencia (el interior debe ser igual de memorable que el exterior) y sostenibilidad.
Esos ejes marcaron el pulso de las diversas instancias que debieron atravesar los concursantes. En cada paso, Airbnb les pidió que entregaran diversos datos, con una línea de tiempo específica. A medida que accedía a una nueva instancia, el proyecto de De Estrada se hacía más preciso y la adrenalina iba en aumento.
Luego de dos meses, le avisaron que era uno de los ganadores. De los 100 proyectos, solo 15 son latinoamericanos: 10 de México, dos de Chile, uno de Costa Rica y dos en Argentina (el otro es la Casa de Chocolate de Hansel y Gretel, que se hará en Pehuajó, provincia de Buenos Aires).
El hospedaje con forma de huevo de dragón imaginado por De Estrada -que permitirá alojar a dos o tres personas- se construirá en un terreno que el arquitecto posee en Trevelin, de unos 7000 m². “Gracias al premio, puedo acceder a trabajar con gente muy capaz y talentosa que vive acá en la zona. Uno de ellos es Tomás Schinelli, el escultor que creó el dragón que tira fuego en la plaza de Trevelin. Él trabaja morfologías bastante complejas y le encantó mi idea, así que me dio una mano en resoluciones específicas del huevo de dragón. Él preparará las chapas para recubrirlo”, dice De Estrada.
La inspiración
La inspiración vino de la impronta galesa en tierras chubutenses. El símbolo del dragón es uno de los más importantes entre los colonos: la figura está incluso presente en la bandera de Gales. Junto con los tulipanes, la imagen del dragón se erige como una suerte de “marca registrada” de Trevelin a nivel turístico.
El 1° de enero de 2023 De Estrada comenzará a materializar su idea. “Me interesa que no pierda esbeltez y belleza, que logre las mismas características del render. Además de la escala y la forma, al estar en altura, el huevo de dragón implicará encarar varios desafíos estructurales y complejidades, como la rampa de acceso de un solo tramo”, señala.
Formado en la construcción natural, el arquitecto también buscará que el concepto se convierta en una obra de arte total: “La idea es intervenir todo el espacio de abajo también, el paisaje de alrededor, a nivel artístico y conceptual. Imagino una pileta natural, un manchón de tulipanes, una parquización con cierto grado de abstracción que acompañe el mismo lenguaje del huevo y que sea parte de la experiencia de quienes se alojen ahí”. En el futuro, De Estrada desarrollará la posibilidad de que el lugar sea completamente autosustentable.
El creador sostiene que, cuando esté listo, el huevo de dragón será su homenaje al surrealismo, al arte y la arquitectura. En esas líneas se mezclarán también algunos guiños a sus referentes, como Oscar Niemeyer, Clorindo Testa, Hayao Miyazaki, Friedensreich Hundertwasser y Antoni Gaudí.
- Y sos nieto del arquitecto Ernesto De Estrada, el creador del Centro Cívico de Bariloche. ¿Eso también marcó tu profesión?
- Sí, él falleció cuando yo tenía 12 años. Recuerdo el olor a lápiz de su estudio, su viejo tablero de dibujo. Teníamos una relación muy linda. Y cada vez que iba a su casa los fines de semana, le llevaba un dibujo de un árbol o me pedía que se lo dibuje ahí para él. Era una especie de rito. Y yo, desde muy chico, siempre dije que quería ser arquitecto.
Si bien la búsqueda de Martín lo llevó a acercarse más a la arquitectura contemporánea que al pintoresquismo que desarrolló su abuelo, el amor por el detalle e incluso por el entorno patagónico son elementos compartidos. Y quedarán plasmados en la nueva cabaña Huevo de dragón de Trevelin.
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