Una ventana que se transforma en balcón en menos de un minuto

La pandemia de coronavirus y el aislamiento obligatorio impusieron nuevos paradigmas. En el real estate, por ejemplo, los metros cuadrados descubiertos para tener una conexión inmediata con el exterior se volvieron imprescindibles. La mayoría de los compradores ya no está dispuesto a negociar ese aspecto al momento de adquirir una propiedad, algo que podría resultar un inconveniente para aquellos que buscan vender una unidad que no cuenta con balcón, terraza u otro espacio al aire libre.

A una empresa europea se le ocurrió una opción para implementar en aquellos inmuebles que no cuentan con metros cuadrados descubiertos. Se trata de ventanas que, con solo presionar un botón, se convierten en un balcón. En 55 segundos, el marco se despliega y da lugar a la estructura, que puede volver a cerrarse después.

Según informa la firma de arquitectura HofmanDujardin, la creadora del producto bautizado Bloomframe, el balcón ventana aún no está en el mercado. Se empezará a producir a fines de 2022 y la primera entrega está programada para el cuarto trimestre del año. El primer modelo se instaló en la fachada de un nuevo edificio de departamentos en Ámsterdam, en Países Bajos.

El diseño está disponible en tres medidas diferentes, aunque también es posible hacer uno personalizado. El primer modelo mide 1,7 metros de largo por 2,4 metros de alto; el segundo 2,3 metros por 2,4 metros y el tercero 3 metros x 2,4 metros de alto. Al desplegarse, la superficie total del balcón alcanza los tres metros cuadrados por una ventana tres metros por 2,4 metros. Desde el suelo acristalado del balcón hasta la parte superior, la baranda tiene casi un metro y medio.

Es probable que, al tratarse de una propuesta nueva, surjan cientos de preguntas. Por ejemplo, al ser una estructura que se despliega y vuelve a cerrarse, ¿existe el riesgo de quedar atrapado? Al respecto, la firma sostiene que no porque, para desplegar el balcón y para guardarlo nuevamente, se necesitan ambas manos del usuario durante el proceso.

Además, explica que no existe el riesgo de que el balcón quede abierto ante un corte de luz. Es que funciona con un motor tubular que se coloca horizontalmente sobre el travesaño superior del mismo, en el interior de la casa, detrás de una cubierta protectora. El motor está controlado por un sistema electrónico especialmente desarrollado para el Bloomframe, que tiene un sistema de anulación de emergencia manual para abrirlo o cerrarlo en caso de corte de energía.

Aunque todavía no se sabe si el producto desembarcará en la Argentina, el balcón desplegable se perfila como uno de los diseños más atractivos en el mercado pospandemia. El precio promocionado en Europa gira en torno a los €15.000, alrededor de unos $1,8 millones.

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