La bautizaron como la Casa de Todos los Santos y sus propietarios esperan invertir cerca de US$90.000 para renovarla
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En 2017, Gunther y Anastasiia compraron una iglesia de 120 años en Maryland por US$320.000. La pareja, que comparte el amor por la restauración de casas antiguas, tropezó con la iglesia mientras buscaba un proyecto de renovación. Desde entonces, están trabajando en la “Casa de Todos los Santos”, nombre que le dieron a la iglesia que ahora es su hogar.
Desconsagrada en la década de 1970, All Saints Church tuvo tres dueños anteriores antes de Gunther y Anastasiia. La pareja completó algunas renovaciones, incluida la eliminación de la pintura con plomo de la puerta principal, el rediseño del dormitorio principal y la renovación de la cocina. Sin embargo, se encontraron con algunos gastos inesperados, incluido el costo de los permisos y un techo nuevo. En total, invirtieron aproximadamente US$75.000 en renovaciones hasta el momento, pero esperan que el costo supere los US$90.000.
Sin embargo, no fue tan sencillo, ya que se enfrentaron a varias dificultades para obtener los permisos de construcción. Actualmente continúan con la restauración de la iglesia mientras comparten sus experiencias en Instagram.
La historia y restauración de la iglesia
Diseñada por el arquitecto neoyorquino Henry Martyn Congdon, fue construida para reemplazar una iglesia del mismo arquitecto que se incendió en 1899. La propiedad mantiene su arquitectura neogótica original de casi 120 años, que a pesar de sus adiciones, conserva su arquitectura original hasta el día de hoy.
La casa aún guarda sus acabados originales, como los vitrales de las ventanas, que curiosamente fueron importados de Munich a principios del siglo XX. Aunque la pareja planea continuar con la restauración de la iglesia, admite que los cambios realizados en el edificio no son permanentes y que podría volver a ser una iglesia en pleno funcionamiento.
El sector en el que la pareja realiza la mayor renovación es la cocina. En tres meses lograron reemplazar las vigas, rehacer el piso, actualizar el trabajo de plomería y electricidad e instalar nuevos gabinetes y encimeras. El desafío más grande fue asegurar que las adiciones complementan el estilo original de la iglesia.
Por otra parte, en cuanto a la renovación del gran salón de la casa, tuvieron dificultades para cambiar las lámparas y limpiar las vigas de madera, ya que tienen siete metros de altura. A la hora de decorarlo, tuvieron mucho cuidado en encontrar las piezas perfectas, por lo que compraron principalmente en tiendas de antigüedades y de segunda mano.
En total, la propiedad cuenta con 232 metros cuadrados, con tres dormitorios y dos baños. El loft, que da a la gran sala, sirve como dormitorio principal, cubierto casi por completo por uno de los tres tragaluces de la construcción. Directamente debajo del loft se encuentran los otros dos dormitorios.
La espadaña, la torre adosada a la iglesia, tiene tres niveles. El nivel superior todavía presenta una campana de iglesia de bronce de la década de 1900, mientras que en el primer piso de la torre se encuentra una biblioteca recientemente repintada y reconfigurada.
La pareja planea transformar el segundo nivel en una habitación de estilo victoriano para alquilar por Airbnb. En cuanto al tercer nivel, quieren transformarlo en un área de descanso con ventanas de piso a techo. La campana de bronce se quitará de la torre y se exhibirá en otro lugar de la propiedad.
A pesar de los contratiempos y los gastos inesperados, Gunther y Anastasiia todavía están emocionados por vivir en su “Casa de Todos los Santos” y continúan trabajando en su restauración.
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