Para decirle adiós a los cables colgando atrás de los televisores, equipos de música, cafeteras y más, cinco formas de disimularlos y que la casa quede visualmente despejada
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Comprar un televisor nuevo es una experiencia satisfactoria. El hueco en la pared o mueble que estaba vacío ahora es la casa de las mejores series y películas. Pero al instalarlo, muchas veces el cableado que se desprende del aparato (y que se conecta con otros aparatos más) suele arruinar un poco la estética del ambiente. Para eso, hay cinco maneras de esconder los cables y que la visión del lugar quede prolija. Y estos tips son válidos para todo tipo de aparatos eléctricos y alámbricos.
1. Colocar un panel de madera
Los paneles de TV son una buena opción para ocultar el cableado que se desprende de las pantallas. Lo más recomendable es colocarlos cerca de un enchufe y dejar un espacio de mas o menos 7 cm entre el aparato y la pared para que se puedan pasar cómodamente. Hay de todos los tamaños y colores, y se pueden instalar tanto durante el proceso de diseño del ambiente como después. Un dato a destacar es que las paredes donde los paneles se vayan a incorporar deben estar hechas de materiales resistentes al soporte, por ende se recomienda evitar su colocación sobre paredes de yeso.
2. Aprovechar un mueble bajo o mediano
Una opción que está de moda son los muebles denominados “racks”, que suelen destinarse exclusivamente a ser soportes de televisores. Su superficie amplia permite apoyar los dispositivos cómodamente y sus compartimentos abiertos en su parte de atrás tienen espacio suficiente para guardar los cables de manera prolija y que queden fuera de la vista.
Se pueden comprar ya hechos o, si el dueño prefiere una opción más personalizada, mandarlo a hacer a medida para que se conjugue bien con el espacio y el resto de los muebles.
3. Un soporte colgante o incrustado
Los soportes pueden estar incrustados a la pared o pueden salir del techo, normalmente en las partes más altas de las habitaciones. Rebatibles o articulados, estos cumplen con la función de soportar la televisión y además pueden llevar plegados o enrollados los cables dentro de su estructura. La gran ventaja de esta opción es que casi no ocupan espacio porque es como que la TV queda “volando”, dejando libre el lugar que ocuparía -por ejemplo- la alternativa del mueble.
4. Usar canaletas y conductos
La opción menos estética pero que aporta muchísimo al orden visual es ocultar los cables con conductos D-Line o canaletas plásticas. Si bien se va a notar esta incorporación que recorre la pared hasta el tomacorriente más cercano, ayuda a disimular los cables y se puede pintar del mismo color que la pared para que su presencia pase más desapercibida aún.
5. Hacer un hueco en la pared
La opción más complicada de llevar a cabo está exclusivamente destinada a quienes planean o se encuentran construyendo su propia casa. Al diseñar los planos de obra, podrían solicitar al arquitecto que incorpore un hueco a una de las paredes del tamaño que vaya a ser el televisor para allí embutir el aparato y que los cables queden fuera de la vista.
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