Con el rápido crecimiento de la ciudad del futuro en Arabia Saudita, incrementa la preocupación por su arquitectura de vigilancia basada en datos personales y la colaboración del país árabe con China
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La ciudad de Neom en el desierto de Arabia Saudita, valorada en un billón de dólares, avanza en su construcción rápidamente y actualmente se prevé que nueve millones de personas vivan allí para 2045. Su construcción incluye un “rascacielos vertical” de más de 170 kilómetros de largo llamado The Line, que atravesará su centro, así como playas luminosas, pistas de esquí, una luna artificial, mayordomos robot y taxis voladores.
Sin embargo, detrás de este extravagante plan desarrollado por el príncipe heredero Mohammed bin Salman, hay una realidad potencialmente oscura. El líder del país árabe estuvo fortaleciendo sus lazos con el presidente de China, Xi Jinping, en una reunión donde acordaron la entrega de tecnología de vigilancia.
Según informa Insider, Bulelani Jili, becaria de la Universidad de Harvard que investiga las ambiciones globales de China, aseguró que Xi está tratando de “normalizar y buscar legitimar su visión de un ciberespacio dirigido por el estado y un público vigilado”.
China ya proporcionó tecnología de vigilancia para la creación de las llamadas “ciudades seguras” que funcionan con datos personales de las personas en Egipto y Serbia, según un informe del grupo de expertos del Instituto Washington. Ahora, el príncipe heredero parece dispuesto a replicar esos proyectos a mayor escala.
Con el plan de modernizar el país y reducir su dependencia de los combustibles fósiles en mente, la ciudad de Neom se presenta como un conjunto de diez regiones (incluyendo The Line) que se comercializan como zonas sin emisiones de carbono. Ademas, utilizarán inteligencia artificial para recopilar el 90% de los datos de los habitantes para personalizar los servicios, a diferencia del 10% que utilizan el resto de las ciudades inteligentes actuales, informó Insider.
Sin embargo, este es justamente el problema. Aunque Neom y otras ciudades en Arabia Saudita se vendan como ciudades inteligentes y ecológicas, en realidad son ciudades de vigilancia. La falta de protección de datos, supervisión y rendición de cuentas en el país es especialmente preocupante, dado que estas ciudades están construidas sobre una arquitectura basada en datos personales.
La fuente Insider y gerente de políticas de Access Now, Marwa Fatafta, califica esto como una idea aterradora. Además, China está desempeñando un papel importante en la distribución de tecnología de vigilancia para permitir la creación de estas ciudades. Parece que el príncipe saudí está ansioso por ayudar a hacer realidad la visión de un ciberespacio dirigido por el estado y público vigilado a gran escala.
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