Construido a pedido de un amigo, el edificio creado por el arquitecto y diseñador español funciona como un hotel y cuenta con un mural de las Tres Gracias.
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Antoni Gaudí, el padre del modernismo catalán y un arquitecto de mente prodigiosa cuyo legado aún hoy logra sorprendernos, dejó una herencia de maravillosos edificios, bellamente decorados y de un estilo inconfundible que se pueden ver principalmente es España.
Aunque los nombres de sus obras que más resuenan son el Parc Güell, la Casa Batlló o la iglesia La Sagrada Familia, una obra poco conocida del arquitecto se encuentra actualmente a la venta por €3,4 millones. Se trata de un encantador hotel de 1890 que se encuentra en el corazón de la ciudad medieval de Artá, uno de los pueblos más pintorescos al noreste de Mallorca.
Se trata del palacio Ca’n Epifanio, cuya emblemática fachada se atribuye al renombrado diseñador. El edificio alberga un hotel pequeño llamado Palacio Sant Salvador con siete junior suites y una suite, con un total de 16 camas. “Cada una de las ocho habitaciones tiene un carácter individual e inconfundible, no hay ninguna suite que se parezca a la otra”, lee la descripción de la página del hotel.
Mientras que los cuartos de la primera planta siguen el estilo señorial característico del edificio, las habitaciones de la planta superior se distinguen por su diseño ligero y transparente. La combinación entre lo restaurado y lo moderno confieren al edificio un ambiente incomparable y único.
También cuenta con un bar y restaurante con dos comedores de cocina profesional mediterránea. En su bodega se encuentra un amplio surtido de selectos vinos mallorquines y españoles.
En el exterior, el palacio tiene un jardín mediterráneo con una piscina de agua de mar y el emblemático patio interior diseñado por Gaudí. La propiedad se encuentra en una zona tranquila del pueblo, cerca de la iglesia Transfiguración del Senyor y a solo cinco minutos a pie del centro. Además, está cerca del nuevo parque natural Península de Llevant.
Cómo llega el proyecto a manos de Gaudí
La historia cuenta que el constructor del edificio era amigo del conocido arquitecto y le encargó el diseño de la fachada para una casa en este pequeño pueblo de Mallorca. Gaudí dejó un gran espacio adelante para crear un hermoso jardín desde donde se pudieran admirar las líneas y curvas de su obra maestra.
Ciento diez años después, el pintor y escenógrafo Zezo diseñó el interior del palacio con un estilo modernista. Pintó el hall con el sol, que se convertiría en el emblema del nuevo hotel, y creó un mural de las tres Gracias en el salón. Este hotel boutique es una joya única en el corazón de Artá, perfecto para aquellos que buscan una propiedad histórica y encantadora en una ubicación privilegiada.
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