Un edificio de 2400 metros cuadrados con 42 departamentos de dos ambientes con bajo impacto ambiental
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En el mundo, los sistemas constructivos industrializados ya no son una novedad. Ellos -a fuerza de resultados- se ganaron, desde hace un tiempo, un lugar en el mercado del real estate. La Argentina, en los últimos años, viene sumando adeptos y, con la irrupción de la pandemia, cada vez son más los que comenzaron a familiarizarse con esta novedad. Un factor determinante para que esto sucediera fueron los hospitales modulares. La velocidad de la construcción, la eficacia en el cumplimiento de los plazos previstos, el aprovechamiento de los materiales y la calidad constructiva se convirtieron en factores que hicieron de este sistema una de las vedettes de la cuarentena.
Este método, que en nuestro país se lo asociaba a las construcciones industriales, poco a poco fue ganando terreno incluso en las casas. La gran novedad es que se está utilizando para desarrollar el primer condominio residencial (de baja altura y alta densidad) en la zona de Ezeiza. El complejo que se desarrolla bajo el nombre de Ezeiza Park está llamado a ser -según los propios desarrolladores- un hito dentro del mercado inmobiliario local. “Ésta es una obra emblemática porque combina, por primera vez en la Argentina, un sistema constructivo de alta performance -como el steel framing-, con el uso de tecnología framecad, para el armado de estructuras panelizadas (en fábrica). El inmueble multifamiliar, que cuenta con tres plantas, es el primer edificio de estas características construido en el país. Sin dudas, esto muestra un antes y un después en el mercado local”, comenta Luis Di Palma, CEO de Steel Tech Group, empresa que tiene a cargo la estructura.
El desarrollo cuenta con 2400 metros cuadrados, distribuidos en planta baja y dos pisos, y ofrece unas 42 unidades funcionales (cada una de ellas de dos ambientes, con superficies de 45 m²) y un sector destinado al parking. Según los desarrolladores, el inmueble tiene dos premisas: altos estándares de calidad y de sustentabilidad. “Por estos dos factores es que los desarrolladores optaron por el steel framing como método constructivo, ya que garantiza una muy baja huella de carbono y un consumo de agua que está por debajo del resto de los sistemas constructivos. Además, ofrecen: calidad constructiva, minimización de gastos económicos, bajo impacto ambiental, permitiendo economizar tiempo de trabajo (la obra tiene un plazo de ejecución de tan sólo 12 meses). Una ecuación que sólo puede ofrecer la tecnología framecad. Con ella, no sólo se industrializó todo el proceso de armado de estructuras en planta sino que, además, permitió ahorrar tiempo y costos en obra”, comentó el empresario.
Para Di Palma, una de las principales ventajas que ofrecerá Ezeiza Park es el confort habitacional. “Aquí no mucha gente sabe de qué se trata. Esta característica está asociada con el grado de confort que ofrecen las viviendas. Por ejemplo, el nivel de insonorización y de aislación térmica con que cuentan las unidades son dos factores fundamentales junto con la ventilación y el ingreso de luz natural en cualquier propiedad. Los dos primeros son beneficios que el steel framing garantiza. Por otra parte, y gracias a los materiales que se utilizan en las obras, este tipo de inmuebles brinda un ahorro energético que ronda entre el 40 y el 50%, sino más”, comenta. Y agrega: “El condominio de baja altura y alta densidad, que tiene fecha de entrega estimada para principios de agosto de 2021″.
Para construcciones a todo vapor
Según Di Palma aquellos que no conocen el método quedan asombrados no sólo por la velocidad sino también por la exactitud que ofrece el sistema tanto a nivel presupuestario como en el uso de los materiales. “Desde que recibimos el plano del cliente y hasta que se monta la estructura en la obra tan sólo pasan entre 17 y 24 días. Pero para mucha gente lo impactante es el tiempo en que se levanta el inmueble, entre 24 y 48 horas, por planta”, explica Di Palma. Y amplía: “Otro factor que llama mucho la atención de este método es la exactitud que ofrece en los cálculos. Por ejemplo, al finalizar la obra pueden sobrar los dedos de una mano para contar los volquetes con rezagos y basura que se extraen de ella. Esto es algo que, para quien viene del sistema tradicional, lo impacta rápidamente”, dice Di Palma. Y agrega, para concluir: “Hoy, el valor del m² construido en este sistema puede oscilar entre los US$500 y los US$800, la variación, como en el sistema tradicional, depende de las calidades”.