Por la pandemia de Covid-19, una gran cantidad de proyectos de construcción en se vieron paralizados por las restricciones que rigieron a nivel global. En el 2020 se finalizaron 106 edificios de 200 metros de altura o más, lo que significó un 20% menos respecto al 2019 (cuando se construyeron un total de 133 rascacielos) y apenas superó por una unidad a las cifras de 2014 (105), según registró el informe anual de Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano (CTBUH, por sus siglas en inglés).
“El grado en que la pandemia de coronavirus afectó directamente al cronograma de construcción de rascacielos en 2020 fue muy variable en relación con las regulaciones locales y la capacidad de los contratistas para mantener un número suficiente de trabajadores en la construcción”, aclaró el reporte. Sin embargo, desde la CTBUH destacaron que el 2020 fue el segundo año consecutivo en donde se registró una baja en las estadísticas, por lo que el Covid-19 no sería la única causa. Las dificultades financieras, los conflictos sobre la zonificación de la obra, conseguir los permisos e incluso la guerra - este último punto retrasó el año pasado a la Torre de Bakú, en Azerbaiyán -, son otras de las razones por las cuales los proyectos no se terminaron según lo programado.
Los dos edificios más altos del 2020 se construyeron en la ciudad de Nueva York: el Central Park Tower (472 metros) y el One Vanderbilt (427 metros). “Es bastante raro que una ciudad tenga los dos edificios más altos en un año determinado, pero esta es la cuarta vez que ocurre en Nueva York”, aclaró el informe, al tiempo en que mencionó que ya había sucedido en 1930, 1931 y 1963. Históricamente este fenómeno se produjo en sólo diez ocasiones, a las que se le suman las metrópolis de Chicago (1969 y 1989), Houston (1982 y 1983), Kuala Lumpur (1998) y Dubái (2000).
El dato destaca ya que es la primera vez en cinco años que China no se lleva este reconocimiento. En las últimas décadas el Gigante Asiático ha crecido monstruosamente y, lo que antes era un tipo de construcción que predominaba en los Estados Unidos, hoy en día pasó a ser el fuerte de los países orientales. Para graficar, entre 1930 y 1940 la región de América del Norte tenía el 100% de los 100 edificios más altos del mundo. En 1950 esta cifra se redujo apenas a 98% (el otro 2% lo ocupó América del Sur), en 1960 cayó a 93%, en 1970 a 92%, en 1980 a 80% y en 1990 incluso logró subirla al 81%. Pero, ante un siglo nuevo, el panorama cambió drásticamente: Asia pasó de tener el 0% de los rascacielos en 1970 al 36% en los 2000. Finalmente, en el 2020 las construcciones más altas se distribuyeron en Asia (61%), Oriente Medio (20%), América del Norte (14%) y Europa (5%).
Respecto a la ciudad que más rascacielos construyó el año pasado, el puesto se lo llevó Dubai (Emiratos Árabes Unidos) con un total de 12 proyectos terminados: la última vez que la urbe se coronó con este título fue en 2010, el año en que completó el edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa. El segundo lugar lo ocupó Shenzhen (China), la ciudad más prolifera de 2015 a 2019, con 9 construcciones concluidas.
Con una mirada hacia finales del 2021, la CTBUH proyecta que se completarán entre 125 y 150 edificios de más de 200 metros de altura. Los rascacielos más altos que se estiman para este año son el Riverview Plaza A1 en Wuhan, China (436 metros) y el 111 West 57th Street, Nueva York (435 metros), dos de las ciudades más afectadas por el brote de coronavirus. “Esto podría tomarse como un símbolo de la resiliencia de las ciudades y también de la industria de la construcción en altura”, concluyó el informe.
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