A través de las redes sociales recuperó el reconocimiento que había tenido por su trabajo anterior y ahora busca ayudar a mujeres en situación de vulnerabilidad
- 10 minutos de lectura'
Trabajar en revistas, escribir para un blog de maternidad de Disney y viajar incesantemente por trabajo llenaban a tope los días de la periodista María Gabriela Tomassoni. La vida de Maga, como todos la llaman, colapsó con el ajetreo de su rutina que la hizo caer en un pozo depresivo. “Primero dejé de viajar, de salir de casa y después de la cama”, recuerda. Para sacarla de esa situación, su terapeuta le recomendó hacer trabajos manuales y le abrió la puerta a su emprendimiento que hoy la hace feliz y por el que acaba de ganar un concurso nacional.
“Me dijeron que iba a tener que hacer trabajo manual para poder empezar a manejar cosas que yo no sabía cómo”, cuenta. Fue así como a modo de terapia para despejar su cabeza empezó a remodelar su propia casa. El know how ya lo tenía y si algo le faltaba, tenía de dónde aprender. “Me crié en una casa pobre con mis abuelos en la que no se llamaba al albañil sino que uno es el albañil. Por eso para mí no era loco romper la cocina y poner los cerámicos nuevos. Lo que no aprendía por curiosidad -cualidad nata de los periodistas- iba y lo aprendía cuando era necesario. Además, me casé con un hombre que hace todas estas cosas de forma natural y que hace que las cosas tengan segunda vida”, rescata. Si sus experiencias hogareñas o la capacidad resolutiva de su marido no alcanzaban para saber cómo hacer algo, internet siempre estaba al alcance de un clic para ayudarla a descifrarlo.
Entre remodelaciones de ambientes, uno de sus primeros trabajos principales fue la renovación de su cocina. Y los pedidos no tardaron en llegar. Primero vinieron de parte de amigas que, al ver incrédulas el resultado de su trabajo, la contrataron para renovar las propias. Como el resto de los emprendimientos, el boca a boca hizo su magia y cuando se quiso dar cuenta ya había montado un negocio. No solo era rentable sino que además la hacía feliz.
Su formación profesional como periodista digital le facilitó la visibilización de su nuevo trabajo. Lo que empezó como una terapia la llevó a armar una gran comunidad en redes sociales, en las que acumula más de 38.000 seguidores en Instagram. Allí publica en su rutina diaria el paso a paso de los procedimientos más comunes para arreglar la casa y ayuda a sus seguidores al contestar con un seguimiento personalizado las consultas que le envían, siempre asegurándose de que el proceso se vea lo más realista posible. Recomienda que “tienen que tener herramientas, ganas y guía par poder hacerlo porque nadie te muestra todo el verdadero trabajo que lleva preparar la pared. En las publicidades o posteos ves a alguien que le da dos rodillazos y la pared queda impecable, pero no es así y muchas veces la gente se frustra cuando no le sale como en el video”.
Para esto, y muchas cosas más, el proceso de aprendizaje es el que más disfruta. “Me pasó de que me digan que les gustaría un estuco veneciano en el baño, no sabía hacerlo pero les dije que me esperen un mes. Busqué un curso y lo hice”, comparte. Por otro lado, siente que ser mujer en una industria con gran presencia masculina nunca fue un impedimento para ella: “Siempre traté que se viera el resultado mas allá de quién lo hace; lo que importa es que el trabajo esté bien hecho”, opina. Además, afirma que por más que pasen inadvertidas o estén estigmatizadas, muchas mujeres trabajan en el sector de la construcción. “Trabajando en este rubro me encontré con muchas mujeres que se dedican a eso y son muy capaces. Tengo un ejército de mujeres con el que podemos hacer lo que quieras: plomeras, electricistas, carpinteras, herreras, albañiles, instaladoras de aire acondicionado... y cada vez somos más dentro de este rubro”, indica.
De reformar casas a construir oficios
Parte de su vocación de ayudar, como la que logra satisfacer al guiar a sus seguidores en redes sociales, también la explora a través de su nuevo proyecto. Desde Casa Mamá Construye, un programa orientado especialmente a mujeres en situación de vulnerabilidad o víctimas de violencia de género, “la idea es poder tener espacios donde darle a esas mujeres la posibilidad de aprender este oficio en el tiempo en el que los chicos están en el colegio -por ejemplo- y poder aprender haciendo. Este trabajo les permite tener un ingreso rentable que les sirva para poder pagar las cuentas y también disponer del tiempo para seguir criando a su familia”, explica.
El emprendimiento, que ganó la financiación de $300.000 en el Hackatón de proyectos con perspectiva de género para el sector de la construcción impulsado por la Fundación Holcim, busca ofrecer un espacio, que podría ser una casa que necesite reformarse entera, que pueda usarse como taller gratuito. Podrían asistir quienes deseen aprender o necesiten asesoramiento para arreglar algo de su casa, como si fuera una suerte de clase particular práctica. “Si tienes una silla de tu casa fea o rota, me gustaría poder tener un lugar a donde puedas venir con tu silla, aprender a repararla, tapizarla, que no te cueste nada ese trabajo, que no tengas que tener las herramientas o conocimiento y que tengas al lado a alguien que te guíe”, resume.
Preguntas frecuentes y sus soluciones
A partir de sus consultas, Tomassoni identifica seis preguntas que recibe casi a diario y responde cómo hacerlo.
1. Humedad por cimientos o por capilaridad. ¿Cómo detectarla, diferenciar una de otra y cómo arreglarlas?
Las humedades es lo más difícil de manejar porque hay que encontrar cuál es el foco de la humedad y resolverlo. Primero hay que identificar cuál de las dos es.
Si es por capilaridad, a lo mejor es una pared medianera y tiene filtración en los zócalos del otro lado de la pared o un lugar donde permanece húmedo y eso hace que -por capilaridad- tengas humedad en tu pared. Una vez identificado, se impermeabiliza del otro lado de la pared para resolver el problema del lado de tu casa.
En el caso de los cimientos es más difícil porque hay que ver qué tipo de piso tienes, con qué materiales fue construido y en base a eso usar la solución adecuada a cada necesidad.
2. ¿Cómo eliminar los hongos en el baño por la humedad?
Lo más importante es ver la ventilación del baño. Los hongos se generan por condensación, que quiere decir que el baño no está correctamente ventilado. Dentro de lo posible debería haber una ventilación cruzada: una rejilla al menos y tener la puerta abierta o tener un forzador, que es un extractor que se enciende al entrar al baño y elimina el vapor y calor que genera la condensación.
Si no podés tener un forzador o tener ventilación suficiente, entonces tendrás que remover los hongos cuando aparecen. ¿Cómo? Con una solución de cloro y agua hay que dejarlos humedecidos. Cuando no se vean más hay que limpiarlos con agua, enjuagarlos bien, y después secar. Es importante no refregar porque quedan en el aire y los respiras. Para que no vuelvan a aparecer hay diferentes pinturas específicas que permiten matar al hongo origen.
3. ¿Cómo pintar azulejos y que queden bien?
La pintura de azulejos es buenísima y ayuda a renovar el ambiente o traerlo a un lugar más feliz solo con pintura. Lo primero que hay que hacer es encontrar el producto que más se adecua a tu necesidad. Es muy importante respetar los tiempos de secado y la limpieza previa, que es en lo que más se falla en general. La pintura para azulejos no adhiere sobre grasa ni restos de jabón, por lo que antes de pintar hay que limpiar bien profundo cuatro veces con una solución de alcohol y agua, y después retirar el alcohol con un paño que no deje pelusas.
Si hay agujeros para reparar se aplica pastina con masilla epoxi, luego hay que lijar, volver a limpiar y después pintar. La primera mano queda espantosa pero con las manos sucesivas queda mejor. Recomiendo tres manos de hidro esmalte epoxi para azulejos como mínimo. Para el tiempo de secado, hay que dejar seis horas para secar entre mano y mano.
Por último, para que el resultado sea óptimo, no hay que mojar la pintura al menos por 10 días después de la última mano. Como es difícil cuando tienes un solo baño no usar la ducha en 10 días, en esos casos recomiendo usar un duchador o al parte de abajo de la bañera para no mojar antes de tiempo.
4. ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere pintar alguna de las superficies más comunes de su casa?
El mejor consejo para pintar cualquier cosa es poder preparar bien la superficie antes de pintar para tener un resultado óptimo, porque cada una tiene preparación diferente.
Si tienes una pared de látex mate y querés pasar a satinado, si está en buenas condiciones hay que lijar la superficie para darle mordiente, sellar y después pintar. Si tiene satinado y querés pasarte a látex tradicional del estilo mate al agua, tienes que remover toda la pintura satinada anterior porque una no pega con la otra. De hacerlo igual, al principio quedaría lindo pero en poco tiempo se abriría, despegaría o cortaría.
En madera, como pueden ser muebles o puertas, si son de madera maciza y se quiere cambiar el color hay que lijar suavemente para darle mordiente y volver a pintar. En cambio, si está pintada con sucesivas capas de sintético y querés descubrir la madera para llevarla a que quede solamente barnizada para poder exponer la veta, en ese caso tienes que despintarla completamente con pistola de calor o removedor en gel, quitar toda la pintura, lijar hasta descubrir la madera, limpiar con sal de limón para retirar cualquier resto de madera o manchas anteriores y después proteger la madera con laca al agua o sintética según la terminación que le quieras dar.
La ventaja es que hoy hay pinturas a la tiza por si querés renovar un mueble de melamina, fórmica o un enchapado (que es difícil de lijar) que permiten pintar sin lijar, darle tres manos para que proteja y después laca al agua.
5. ¿Cómo renovar una puerta barnizada?
Si la puerta ya tuvo barniz o laca y está con su madera natural, hay que lijar con lija 120 o 150 para poder matar el brillo del barniz anterior y poder darle una o dos manos de barniz o laca nueva para recuperar el brillo habitual. Si tienes una puerta barnizada brillante y querés bajarle el brillo, hay que lijarla y aplicarle una laca satinada que la protege pero no le da el brillo espejo que tenían los barnices de antes.
6. ¿Cómo arreglar esquinas o paredes golpeadas?
Es muy simple. Con enduido si las fisuras son inferiores a cinco milímetros o mezclando enduido con yeso blanco o París para que tomen más dureza y entonces poder rellenar los espacios superiores a 5 mm. Una vez rellenos, hay que dejar secar, lijar para que quede a la misma altura de la pared y pintar como siempre.
Otras noticias de Psicología
- 1
Construcción: los empresarios analizan cómo cambió el modelo de negocio porque “tener stock ya no es ventajoso”
- 2
Por qué a este pequeño pueblo europeo lo creen “maldito” y está abandonado
- 3
Depósitos logísticos medianos: el negocio menos pensado (y más rentable) de Zona Norte
- 4
Los empresarios que pelean por una codiciada esquina de Palermo