Algunos de los icónicos módulos de Kisho Kurokawa fueron rescatados de la demolición y repartidos por museos y lugares emblemáticos en todo el planeta.
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Hace un poco más de un año, Tokio se despedía de la icónica Torre Nakagin, un hito histórico de la arquitectura contemporánea de la capital japonesa que atrajo a turistas durante medio siglo. El deterioro causado por el paso del tiempo llevó a la decisión de demoler este emblemático edificio.
Esta estructura, erigida en 1972, era famosa por su peculiar diseño exterior. Ubicada en el distrito lujoso de Ginza, la torre estaba compuesta por 13 plantas, cada una formada por 140 módulos individuales. El 5 de octubre de 2022, la ciudad derribó la torre central y la mayoría de las capsulás.
El edificio residencial presentaba una fachada única construida con hormigón y acero. Las amenazas de demolición debido a su deteriorado estado comenzaron en 2007, ya que los propietarios no pudieron encontrar un inversor dispuesto a financiar su restauración.
Esta creación representaba una de las obras maestras del arquitecto Kisho Kurokawa, uno de los referentes más destacados del movimiento arquitectónico japonés conocido como “Metabolismo”, que surgió en la posguerra y desempeñó un papel crucial en la reconstrucción de Japón después de la Segunda Guerra Mundial.
En un principio, estas unidades estaban destinadas a hombres de negocios que hacían visitas frecuentes a Tokio. Ofrecían un espacio habitable de tan solo 10 metros cuadrados como mínimo. Además de contar con baño privado, incluían una cama y un escritorio plegable, junto con tecnologías avanzadas de la década de 1970, como un reproductor de cintas, un televisor y un teléfono de disco.
Sin embargo, existe una buena noticia: debido a su gran valor arquitectónico y por ser el primer edificio de su tipo, se están considerando varios destinos para las capsulás que fueron retiradas del edificio y que podrían ser exhibidas o adaptadas en galerías de arte.
El diseño de la Torre Nakagin originalmente permitía la sustentabilidad del edificio mediante la posibilidad de reemplazar sus partes. Lamentablemente, esto nunca se llevó a cabo, y ninguna capsula fue sustituida a lo largo de los años.
Hacia finales de 2012, solo 30 de las 140 capsulás estaban habitadas; las demás se utilizaban como espacios de almacenamiento u oficinas, mientras que algunas estaban en estado de abandono o deterioro significativo.
La demolición del edificio se convirtió en la única opción viable. Sin embargo, se logró salvar un total de 23 capsulás del edificio original para darles una nueva vida. Estas capsulás ahora están dispersas por todo el mundo.
En 2014, el Proyecto de Preservación y Restauración de la Torre de Cápsulas Nakagin, dirigida por el ex-residente Tatsuyuki Maeda, reunió a propietarios, residentes, asociaciones y arquitectos de Kisho Kurokawa en un esfuerzo por mantener vivos los ideales del Metabolismo y comenzar a reemplazar las capsulás. Cuando quedó claro que la torre estaba destinada a la demolición en 2021, la iniciativa cambió su enfoque para intentar salvar tantas capsulás como fuera posible.
Bajo la supervisión de Kisho Kurokawa Architects and Associates, las 23 capsulás fueron retiradas y almacenadas en un depósito en la prefectura de Chiba, cerca de Tokio. De estas, 14 serán restauradas a su estado original, equipadas con los dispositivos electrónicos originales. Las restantes serán despojadas para ofrecer a los posibles propietarios la posibilidad de reinventar los espacios interiores.
¿Dónde están las capsulás rescatadas de la Torre Nakagin?
- Museo de Arte Moderno de Saitama, Japón: Varias capsulás se exhibieron inicialmente fuera del Museo de Arte Moderno de Saitama y actualmente uno de los módulos se encuentra en exhibición en este museo japonés.
- Museo de Arte Moderno de San Francisco (SFMOMA), Estados Unidos: La capsula A1302, que anteriormente pertenecía al arquitecto de la torre, fue adquirida por el SFMOMA en San Francisco, donde se exhibe como parte de su colección de arquitectura japonesa.
- Yodogawa Steel Works, Osaka, Japón: Una de las capsulás se convirtió en la “Cápsula Nakagin móvil” y fue adquirida por Yodogawa Steel Works, una empresa siderúrgica con sede en Osaka. Esta capsula se ha convertido en un símbolo de diseño de la empresa y se ha exhibido en diversas ubicaciones en Japón.
- Centro de promoción cultural en Ginza, Japón: Dos capsulás se instalarán en un centro de promoción cultural en Ginza, Japón, como parte del proyecto “SHUTL”. Estas capsulás se utilizarán como espacios creativos para la exhibición de obras de arte de artistas contemporáneos.
- Museo de Arte Moderno de Wakayama, Japón: El Museo de Arte Moderno de Wakayama anunció que exhibirá una de las capsulás, la número A908, en su exterior, con planes de permitir que los visitantes exploren el interior en una fecha posterior.
- Otros destinos potenciales: aunque algunas de las capsulás aún no fueron reclamadas, Maeda espera que entren en el circuito público a través de museos, centros culturales, hoteles y otras entidades de todo el mundo. El Centro Pompidou en París, Francia, fue uno de los museos que mostró interés en adquirir una de las capsulás para su colección.
Mientras tanto, los amantes de la arquitectura de Kurokawa también tienen la oportunidad de experimentar una noche en “Capsule House K”, un edificio anterior del arquitecto que se considera el “hermano menor” de la Torre de Cápsulas Nakagin. Este edificio, ubicado en las montañas cerca de Karuizawa, presenta capsulás similares con ventanas circulares, mostrando los principios de Kurokawa y su experimentación con las ideas del Metabolismo.
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