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Con el valor de la construcción en sus niveles más bajos de los últimos años y cierto “sinceramiento” del precio de las propiedades, el mercado empieza a mostrar algunas oportunidades para quienes tienen ahorros en dólares y también para los inversores. Así lo destacan los desarrolladores y también los representantes del sector inmobiliario. Por supuesto, el negocio más evidente es comprar terrenos en barrios cerrados, pero la Ciudad de Buenos Aires también ofrece perlas que vale la pena buscar.
“Es atractivo apostar por el segmento suburbano, sobre todo el residencial suburbano que se ha potenciado mucho en los últimos tiempos a raíz de la pandemia. La llegada del Covid-19 hizo que mucha gente que vive en departamentos chicos en las zonas más congestionadas y densas de la ciudad prefiera comprarse un lote en las afueras y hacerse una casa. A esto hay que sumar que el costo de construcción para hacerse una casa está muy bajo y los lotes, que durante mucho tiempo casi no se vendían, hoy tienen una demanda muy sostenida. Por eso se trata de un segmento muy recalentado y atractivo para hacer inversiones que, además, tiene muy buena renta por alquiler”, describe Damián Tabakman, presidente Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU). ´
Cuando se habla de salir de la ciudad y llegar a destinos con más verdes, los expertos coinciden en que la mirada está puesta en la zona Norte. “Esta se posiciona como la mejor opción actual para invertir en la compra de viviendas: tiene todos los servicios que podemos encontrar en Capital a un costo mucho más bajo y viviendo con más espacio y naturaleza”, analiza Tomás Coria, CEO de Grupo Coria.
“Definitivamente, dentro de esa zona, Pilar está en auge. Las personas de CABA están migrando a las afueras de la ciudad porque buscan tranquilad y aprovechan la flexibilidad del home office. Los proyectos Altos de la Cañada y Cañada Village 3 son opciones con buenos precios y planes de financiación”, agrega Coria.
Alta demanda
El movimiento es tal, que así como se agotaron las viviendas para pasar las vacaciones en los barrios cerrados, algo similar está pasando con los terrenos. Esto lo cuenta Esteban Edelstein Pernice, director de Castex: “Estamos entrando a la mejor época de ventas. Ahora que los clientes pueden visitar más fácilmente los proyectos, sumado al tiempo primaveral, pensamos que vamos a tener una demanda constante. Aunque estamos ya notando escasez de lotes en algunos emprendimientos”.
“Estas últimas semanas se retomaron las obras que, sumadas a la tregua cambiaria, hacen que el mercado comience a ser más real y que la oferta de materiales sea sostenible. En principio, si hoy queremos hacer una construcción de una casa estándar deberemos contar con u$s600 por metro cuadrado, 40 % menos en dólares que antes de la pandemia. Por eso es una gran oportunidad, dado que la venta de inmuebles terminados solo bajó entre un 10% y 15% por metro según la zona”, aconseja Horacio Ludigliani, arquitecto y representante de Ludigliani Desarrollo Inmobiliario.
Seguir en la ciudad
Para Federico Barni, Country Manager de Navent, firma dueña de Zonaprop, las ventajas de apostar a los ladrillos y construir, hoy, no tienen comparación. “En la actualidad el costo de construcción, medido en dólares, es el más económico de los últimos tiempos, así como también la mano de obra, por esto es posible acceder a propiedades que quizás necesitan una reforma, pero con una pequeña inversión es posible desarrollar su gran potencial. Asimismo, es posible que con la reactivación de los créditos Procrear crezca el mercado de las reformas y esta clase de inversiones aumenten”, detalla.
Este experto pone el foco en encontrar inmuebles que tengan ese potencial escondido, pero en la Capital Federal. “Las zonas que se perfilan como más ventajosas a la hora de comprar son: Paternal, Parque Chacabuco y Parque Chas, ya que son los barrios que presentan una mayor baja interanual, por encima del 11%”, señala Barni.
En esto de buscar buenas bases para remodelar, “para residencia permanente, hay una tendencia en alza de búsqueda de casas y departamentos en barrios tradicionales como Devoto, Villa del Parque y Caballito. Aunque el barrio que lidera el ranking de consultas es, desde hace varios años, Vicente López, pero ya fuera de la capital”, señala Daniel Zampone, asesor inmobiliario.
¿Cómo elegir los barrios para invertir en la ciudad? Miguel Ludmer, director de Interwin, aporta su mirada. “Hay muchas zonas de capital que fueron atrapadas por el crecimiento: generalmente, cuando hay una zona que crece como Las Cañitas y otra que hace lo suyo como Palermo Nuevo, entonces todo lo que va quedando en el medio está atrapado en ese crecimiento. Es ahí que el barrio empieza a reformularse y lentamente se va reconvirtiendo”, explica.
“Hay varias zonas que tienen estímulo de crecimiento, con nueva inversión. Para llegar a ellas hay dos maneras: ir una vez que están consolidadas o ser pioneros y llegar antes ( sin saber cuánto tiempo va a demorar el crecimiento). Por ejemplo, invertir en Paternal y que rápidamente se reconvierta”, añade Ludmer.
Desde el inicio
En este contexto, la compra en pozo también es sumamente ventajosa: se paga el adelanto en dólares, pero las cuotas suelen ser en pesos más CAC (el índice elaborado por la Cámara Argentina de la Construcción), por lo que es una buena manera de dolarizar el patrimonio a futuro.
“Por supuesto, conviene comprar e invertir en pozo y no terminado, porque el precio de los inmuebles terminados está todavía bastante inamovible a la baja. Habrán bajado (por su valor en dólares) un 10% respecto de lo que teníamos un tiempo atrás, mientras que el costo de la construcción bajó mucho, por lo cual es mucho más conveniente meterse en un pozo. Además, los beneficios que el gobierno está impulsando son solamente para pozos”, indica Tabakman.
“El tema es ser cauto y ver donde se ponen los ahorros porque toda crisis trae descalces financieros. Hay que identificar a desarrolladores que tengan respaldo y know how para llevar una obra a buen puerto”, advierte Sebastián Cantero, empresario, referente del sector.
Más allá de los efectos iniciales de la pandemia y de las dificultades económicas que atraviesa nuestro país, desde el sector indican que es un momento en que están recibiendo inversiones.
“Se reciben ahorros en dólares por dos motivos: cuando la gente saca dinero del banco, muchas veces, lo coloca en real estate, y además, como estamos con costos más bajos, muchos desarrollistas han aceptado vender barato con tal de apalancar sus obras. Entonces, al sumarle el costo de construcción más económico, se aceptaron listas de precios que no veíamos desde hace casi 10 años”, resume Ludmer.