Desde el lobby hasta el piso 54, el ascensor no tarda más que un par de minutos en subir los 230 metros que llevan hasta la parte superior. Es desde ahí arriba que se tiene una inigualable vista de la ciudad entera y sus alrededores, como si fuera un lugar en el que todos los mundos porteños se convierten en uno solo. El panorama es de 360 grados, muy por encima de cualquier otro edificio. La naturaleza de la Reserva Ecológica y el Río de la Plata, los diques del puerto, el alboroto del microcentro y las grandes avenidas, la elegancia de edificios como el Libertador y el CCK o las chimeneas y las fábricas hacia el sur. Todo puede verse desde su punto más alto, sin interrupciones ni más obstáculos que las ocasionales nubes bajas. ¿Dónde? En la torre Alvear Tower, sobre la calle Azucena Villaflor al 500, en Puerto Madero.
Arañando los 240 metros de altura (tiene 239), Alvear Tower domina los cielos de Buenos Aires. Es la construcción más alta de la Argentina (la segunda es la cercana Torre Renoir 2, casi 60 metros más baja), la última aguja en el horizonte de un Puerto Madero que desde hace dos décadas no detiene su crecimiento y su marcha hacia arriba. El monumental edificio de 54 pisos, a cargo del estudio Pfeifer-Zurdo Arquitectos, fue inaugurado en septiembre del 2019 y costó entre US$150 y US$160 millones, con la obra a cargo de la constructora CRIBA. Tiene 186 departamentos y hoy, en tiempos de crisis, aún tiene el 30% de las propiedades están sin vender.
El metro cuadrado en la torre vale, en promedio, unos US$10.000, cuando el promedio de Puerto Madero, el barrio más costoso de Buenos Aires, oscila entre us$5500 y us$6000. El precio, por supuesto, tiene su explicación: además de las vistas únicas que ofrece, el complejo cuenta con pileta semiolímpica, spa, cancha de tenis, restaurante, cava de vinos, peluquería, espacios multiuso y simulador de golf y autos, entre otros amenities. Todos los departamentos, que tienen entre 90 y 476 m², tienen 3,3 metros de altura. Además, cuatro de ellos tienen pileta propia. La propiedad más cara del complejo se vendió en aproximadamente US$7millones. Alquilar un departamento de 160 m² ronda los US$3800, cuenta Carolina Sacco, directora comercial de BDA Realty.
El edificio está preparado para oscilar hasta los 40 centímetros, algo que no es inusual en las alturas de Puerto Madero. “La construcción de la torre fue un desafío enorme. Jamás se había hecho nada igual en el país”, dice Andres Kalwill, director de Nuevos Desarrollos del Grupo Alvear. “Todo esto es tierra ganada al rio. Los pilotes, por ejemplo, tienen 45 metros de profundidad. Es decir, abajo del edificio hay otro de 12 pisos que lo sostiene.”
Desde el piso 54 puede verse hasta donde alcance a llegar la vista. Colgando sobre el Río de la Plata, se tiene una visión completa de todo lo que circunda. Una altura que no distingue de fronteras: del otro lado del rio se divisa nítidamente la costa uruguaya. En las demás direcciones se expande la gigantesca traza de la Ciudad y el área metropolitana. Una extensión interminable observada como desde el mismo cielo y en la que se puede ubicar, con ojo de pájaro, muchos de los íconos porteños. La Casa Rosada, el Congreso Nacional, la Bombonera o el Luna Park. Todo está allá... abajo. Como posando para los pocos y afortunados dueños y visitantes que tienen un lugar en el techo cumbre de vidrio y acero de Buenos Aires.
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