En los alrededores de Nordelta se está armando una microzona con nuevos emprendimientos inmobiliarios que prometen convertir al lugar en el Brickell de Buenos Aires
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En los alrededores de Nordelta, poco a poco se va generando una microzona con nuevos proyectos inmobiliarios que reposicionan este área de Tigre. Hubo un “efecto aledaño” provocado por la ciudad pueblo impulsada por el empresario Eduardo Costantini, que lanzó su primer proyecto en 1999 y hoy cuenta con más de 26 de barrios y 45.000 habitantes. Este núcleo urbano generó un derrame en sus alrededores, impulsando la instalación de centros de salud, educación, comercios, servicios y deportes, y hoy tiene nuevas propuestas inmobiliarias en las afueras, por el Camino de los Remeros y la Ruta 27, que prometen convertir la zona en el Brickell de Buenos Aires.
Se trata de un lugar con verde, pero con espacios urbanos muy próximos. “Estás en una zona que es Nordelta, pero que no te encontrás estrictamente ahí, con lo cual el costo de la tierra es más barato”, asegura Eduardo Bagnato, director de emprendimientos en Toribio Achával, quien comercializa Belvedere Garden y Belvedere Yacht, dos emprendimientos que sumarán un total de seis torres y que están ubicadas por la Ruta 27. “Hoy por hoy el lugar está consolidado y cuenta con el potencial de seguir expandiéndose, impulsando desarrollos en altura de media y alta densidad que todavía no existen en el lugar”, agrega el broker.
“Tigre es una zona que creció en los últimos 20 años muy rápidamente”, comparte Milagros Brito, directora de Vizora Desarrollos Inmobiliario, que lleva adelante el proyecto Remeros Beach, también por esta microzona. “Queríamos hacer algo en zona norte, pero bien urbano y veíamos que Tigre permite esto, ya que tiene muchísima seguridad y conectividad”, agrega la desarrolladora y señala que tiene un acceso relativamente ágil hacia capital o a zona norte. Brito fue pionera en la zona: arrancó en 2015 con Remeros Beach en un predio de 17 hectáreas, un emprendimiento que implicó una inversión de US$200 millones entre edificios, terrenos y lo que llevan construido.
Un nuevo paradigma
Otro de los emprendimientos en danza en la zona, hacia el final del Camino de los Remeros, en el cruce con la ruta 27, es Palmera de los Remeros. Se trata de dos edficios de 22 pisos que demandarán US$20 millones y que estarán terminados en cuatro años. “Tigre es la nueva Brickell de la Argentina, ya que construir torres implica un cambio de paradigma dentro de la provincia de Buenos Aires”, asegura Gustavo Menayed, CEO de Grupo Portland, empresa que actualmente está desarrollando ese proyecto de 140 unidades de dos, tres, cuatro y cinco ambientes.
“Los precios de las unidades desde el pozo arrancan en los US$2400 el metro cuadrado y el ticket en US$132.000”, detalla Menayed que ya vendió el 70% del proyecto -de unos 16.000 metros cuadrados-, que además, contará con un zócalo comercial en la planta baja y el primer piso, que suma un total 1100 metros cuadrados. El emprendimiento se encuentra próximo a Remeros Plaza y a cinc minutos del centro comercial Nordelta y del Acceso Tigre.
Otros emprendimientos de la zona son los que llevan la marca de Belvedere. Son dos proyectos que suman un total de 300 unidades distribuidas en seis torres. Una de ellas es Belvedere Garden, ubicada específicamente en la calle Sausalito y la ruta 27, mientras que el otro llamado Belvedere Yacht está en ese mismo corredor al 9100.
“Sobre la ruta 27, sin llegar a Nordelta, se puede construir en altura, por lo que los desarrolladores están viendo que hay una escala y ubicación interesante para impulsar emprendimientos”, señala Bagnato, de Toribio Achával, que comercializa el proyecto.
Belvedere Yatch es un proyecto de dos torres, una de 21 pisos con unidades residenciales (en construcción avanzada, con entrega para el tercer trimestre de 2025), y otra de 10 pisos que conformará un hotel. El edificio residencial suma 120 departamentos y tipologías, de dos, tres, cuatro y cinco ambientes. Las primeras de 63 metros totales, parten de un ticket de US$232.000 hasta los US$260.000, según el piso en que se ubiquen. Las unidades de tres ambientes cuentan con 98 m²y con tickets que arrancan entre los US$322.000 y llegan a los US$436.000. Y los de cinco ambientes de 140 m² defienden tickets de entre US$422.000 y US$620.000.
Este edificio se encuentra ubicado sobre la calle Agustín García, frente a Riviera Park y a 100 metros del centro comercial de Nordelta, que se extiende sobre esa calle. El complejo de ambos edificios se levanta sobre una superficie de 6100 metros cuadrados.
Belvedere Garden tendrá cuatro torres con 10 pisos, con un basamento comercial y con entrega estimada para el primer semestre de 2026. El emprendimiento, que se ubica en avenida Sausalito, y se construye en seis macrolotes en una superficie de 45.000 metros cuadrados, suma un total de 160 departamentos, con tipologías que van desde los dos hasta seis ambientes. Las unidades más chicas son de 71 metros, arrancan en los US$220.000 y llegan hasta los US$310.000. Los departamentos de tres ambientes -de 116 m²- oscilan entre los US$320.000 y los US$500.000 y los de cinco ambientes -de 316 m², de los cuales 116 son cubiertos- rondan el millón de dólares.
El hombre detrás del emprendimiento es Ignacio Viegas, quien avanza en el proyecto con sistema de domótica. “Se trata de los primeros edificios del país completamente inteligentes. No solo las unidades, sino que todo el complejo se puede controlar desde una app”, explica Viegas a LA NACION. Es un sistema de smart residence que genera una experiencia de automatización y control inteligente del hogar. Toda la electrónica y la mecánica del edificio se puede manejar por medio de la domótica. Dentro de cada unidad funciona Sophia Home. A través de una aplicación, el propietario o residente puede manejar desde el ingreso al hogar a todos los aparatos y sistemas de electricidad del departamento.
Por otra parte, Vizora avanza con el barrio residencial de nueve macrolotes destinados a vivienda y uno para emprendimientos comerciales. Todos estarán en torno a una “cristal lagoon”, una tecnología que consiste en una laguna artificial de color turquesa que ocupa 3,5 hectáreas. Del total del proyecto, dos torres ya fueron entregadas y habitadas por 150 familias. Además, se encuentran construyendo y comercializando Árboris 1 y 2, un emprendimiento de departamentos aterrazados con vista a la laguna, con unidades a partir de 75 m², de una, dos y tres ambientes, con tickets que parten en los US$230.000 y llegan a los US$570.000.
Un dato no menor es que cuentan con créditos UVA a 20 años, con posibilidad de abonar el 70% de la unidad en 240 cuotas. El requisito es ser cliente del banco Macro, la entidad bancaria -también de la familia Brito- que ofrece la financiación con una tasa de interés del 3%. También es posible elegir un plan de pago en cuotas de entre 30 y 35 meses, pero en este caso son fijas y en dólares o en pesos, ajustadas por CAC. Una tercera posibilidad es pagar de forma combinada: el 50% lo financia la desarrolladora en cuotas de 30 o 35 meses y el otro 50% se abona en 240 cuotas al banco (en este último caso con ajuste por UVA y con tasa de interés del 3%).
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