Luego de la confirmación de la venta de “La Tertulia”, una de las dos casas de Susana Giménez en Punta del Este (la otra es “La Mary”), la historia de la construcción de esta propiedad recuerda que fue un desafío y un camino lleno de obstáculos que la diva pudo ir sorteando uno a uno.
La residencia de la diva fue vendida el pasado 29 de enero, el mismo día de su cumpleaños, por US$4,6 millones (pero hay trascendidos de que fue por dos millones menos). Con 1200 m² y a 15 kilómetros de Laguna Garzón, fue hecha en 2012 por el arquitecto Javier Gentile, quien construyó este “rancho” de lujo estilo mexicano con materiales naturales: está ubicada en la punta de un cerro y se trajeron piedras de las inmediaciones para realizar la mansión. Tiene 800 m²cubiertos, 400m² semicubiertos entre galerías y patios, y se inserta en un lote de 110 hectáreas. La mayoría de los muebles de la casa se trajeron de Estados Unidos.
Construir la propiedad fue toda una odisea ya que en el lugar no había nada y se debieron realizar caminos y llevar energía eléctrica porque no había luz (ni nada) allí. Parte del suelo del terreno es una roca natural y para realizar la obra se dinamitó y se reutilizaron las piedras que se sacaron para la decoración y el revestimiento de la residencia. También se aprovechó el cráter para hacer allí la pileta inmersa en la roca original del lote.
En su primer visita al terreno, Susana se enamoró del campo inmenso, las vistas y decidió planear su casa encima de un bloque de piedra que no era plana, es por eso que quienes intervinieron debieron hacer movimientos de tierra para empezar con los cimientos de lo que hoy es una de las casas más emblemáticas de la zona.
Durante la construcción, la diva advirtió que una de las calles del lugar estaba muy cerca de donde estarían construyendo su residencia, es por eso que pidió al Concejo Deliberante del departamento de Maldonado el cambio de la orientación del camino, por lo que debió costear los gastos para alejar el paso de los vehículos de su vivienda y así evitar que los lugareños y los paparazzis puedan obtener fotos de ella en su privacidad.
La propiedad se enmarca en un infinito y encantador paraje campestre donde reina una paz absoluta, al que muchos llaman “la Toscana uruguaya”. Con vistas de 360 grados a su alrededor, “La Tertulia” tiene un paisaje repleto de lagunas, campo para caballos y vacas, rodeada de importantes viñedos, bodegas, olivos y proyectos forestales. Es el lugar perfecto para lo que Susana planeaba como un retiro recreativo rural cuando se aleje de la televisión.
La mansión que vendió Susana fue visitada por reconocidas personalidades del espectáculo y amisgos íntimos de la diva, como Marley, Humberto Tortonese, Teté Coustarot, entre otros. “Trabajo hace 20 años con Susana. Le hice la casa de Barrio Parque, arreglé la casa de Tortugas y le hice los tres set de televisión durante tres años consecutivos. Es una mujer que respeta y escucha mucho. Cuando le llevaba el proyecto a Susana para que lo viera y aporte sus modificaciones, eran reuniones en las que intervenían sus amigas más cercanas como la esposa de Hugo Sofovich, Celia, y Teté, todas opinaban y estaban maravilladas con el lugar, porque sería el lugar de reunión entre ellas”.
Para acceder a la ex residencia de Susana Giménez hay que tomar la ruta 9, a la altura del km 188, allí se indica el camino para llegar a la Laguna Garzón. Se debe transitar durante 40 minutos hasta llegar al cruce con la ruta 10, y allí doblar a la derecha hasta llegar al Puente Laguna Garzón. Además se puede llegar por los balnearios El Caracol, Costa Bonita y El Bonete.
Venderla no fue fácil. Uno de los rumores nunca confirmados cuando Susana comenzó a construir ahí, es que existía un objetivo de proyecto inmobiliario a futuro que traería a otras celebrities a la zona, siendo Susana la “socia fundadora” de este maravilloso lugar. Pero nada de eso sucedió y “La Tertulia” siempre fue la única propiedad allí. La lejanía y la dificultad del acceso no sólo fueron obstáculos para la construcción, el traslado de materiales, muebles y la vida cotidiana, sino también para la llegada de amigos que tanto le gusta recibir a la diva en su casa. Esa fue una de sus desventajas porque a Susana le encanta reunirse con gente querida y de alguna manera la casa no era amigable para reuniones eventuales y visitas espontáneas sino para estadías de varios días organizadas previamente.
También fuentes consultadas por LA NACION manifestaron que la teoría de que un chamán haya intervenido favorablemente para concretar la venta no es algo que esté muy alejado de la realidad. “Durante un cóctel que Susana organizó en su casa hace un tiempo, entre los presentes había un señor que vestía una túnica y cargaba unos tambores, no sé si era chamán. Ella no sabía quién lo había llevado. Y en un momento, esta persona caminaba por la casa, hacía sonidos y de repente se metió en un cuarto, les dijo a los demás invitados que se acerquen, empezó a tocar los tambores más fuerte y es como que limpió la casa”, dijo la fuente que prefiere reservar su identidad.
A partir de ahora, tras cerrar un trato millonario con una Sociedad Anónima integrada por argentinos, la conductora se despidió de la propiedad a la que arribó en 2014 con tanta ilusión, cuando junto a Gentile empezaron los cimientos de la construcción.
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