Cada vez son más las consultas para colocarlas en terrazas, galerías, pequeños balcones e incluso en interiores; dónde conseguirlas y cuánto cuestan
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Los días primaverales se acercan y, a medida que la temperatura aumenta, la ciudad se llena de personas que buscan lugares donde disfrutar del aire libre. Con la pandemia y el aislamiento obligatorio, los metros cuadrados descubiertos se revalorizaron y se convirtieron en el tesoro del hogar. En este escenario, al que se suma la tendencia de aprovechar mejor los espacios, cada vez hay más opciones de mobiliario para balcones, terrazas y jardines; las hamacas y sillas colgantes se perfilan como el ítem más codiciado de la temporada.
Según explica a LA NACION la diseñadora de interiores Carolina Martioda, del estudio “Fusión”, se trata de una pieza antigua que se reactivó con la necesidad de “tener espacios de descanso y disfrute al aire libre”. Además, remarca que la tendencia de colocar hamacas se vincula con los materiales con los cuales están confeccionadas. “Ahora están de moda los productos de decoración hechos con fibras naturales”, indica.
¿Qué hay que tener en cuenta para elegir la mejor opción? En primer lugar, el espacio disponible. “Las proporciones son lo más importante. Hay que tener altura y chequear que sea seguro el lugar de donde vaya a colgarse”, explica Martioda. “Si es un cielo raso suspendido, que haya un refuerzo adentro. Si es en un balcón, que sea losa de hormigón o un perfil doble T de hierro. Puede estar agarrada de vigas y también hay algunas que vienen con un pie propio”, precisa su socia, la arquitecta Piky Rivera, y agrega que lo ideal es que las cuerdas de la hamaca sean reforzadas.
Sobre los distintos estilos, aclaran: “Todo depende del gusto y el estilo de decoración de la casa. No hay algo establecido, pero las de fibras naturales tipo camastros quizás se lucen más en espacios como galerías, jardines o incluso en un dormitorio grande, no tanto en departamentos, donde quedaría mejor una de tela, de macramé o estilo paraguaya”.
En cuanto a la instalación, señalan que se puede contratar a un albañil o, en caso de contar con las herramientas indicadas, hacerla por cuenta propia. “Se necesita un taladro para colocar un tirafondo o una ménsula y el gancho del que se cuelga”, explican. Las especialistas hablan de “crear rincones” a los que se les de un uso. “La tendencia llega de la mano de la pandemia y de querer usar un poco más los balcones o terrazas, que antes tenían un fin visual y hoy son más funcionales”, asegura Rivera.
Distintos tipos de hamacas y sus precios
Uno de los tipos de hamacas más buscadas son las estilo Acapulco. Según cuentan desde DecoGlow Acapulco, en el último tiempo aumentaron las consultas, especialmente por las llamadas “nido” (por su forma ovalada y cerrada). “Para exteriores recomendamos que elijan el material PVC por cuestión de durabilidad y más si están expuestas al sol o cambios de clima”, explican. Los valores varían de acuerdo a las dimensiones y los materiales y van desde los $6000 hasta los $12.000. En la misma línea, la marca JD Deco Relax, que comercializa principalmente a través de Mercado Libre, tiene dos opciones: una por $8000 y otra por $11.900.
Otra marca que tiene distintas opciones es Rébori Boulevard. “Ahora en temporada las piden un montón, para balcones, quinchos y galerías”, explican. Los valores varían de acuerdo al tamaño y los materiales utilizados: las que son hamacas tipo plaza con una base de madera y cuerdas de macramé cuestan entre $5700 y $15.900 y las que son estilo camastro de caña y mimbre ascienden a $17.900.
Desde la marca Electro Iluminación, que ofrece distintos productos de decoración y varias opciones para exteriores, cuentan que la pandemia “generó un interés por remodelar los espacios”, porque al pasar más tiempo en casa hubo “una resignificación de cada lugar”. Además, explican que la tendencia hoy es el estilo rústico-moderno. “Las lámparas de mimbre o yute en sus distintas tonalidades cobraron protagonismo. Además de ser accesibles, generan un ambiente cálido y elegante a la vez”, afirman. En cuanto a las hamacas, cada vez más pedidas por sus clientes, indican que trabajan dos modelos: las de mimbre ($19.600) y las de macramé ($6500).
Hamacas sensoriales, una opción para los más chicos
Una alternativa diferente dentro de la gran variedad de hamacas que ofrece el mercado de deco, son las sensoriales que vende la marca Nidito. Su premisa es que el movimiento y las sensaciones que reciben a través de los sentidos los más chicos son “alimento para el cerebro”. “Durante los primeros años de vida, el movimiento es el pilar que sentará las bases para funciones cada vez más complejas y maduras como la regulación emocional, el desarrollo del lenguaje, el nivel atencional, el control postural, la coordinación de ambos lados del cuerpo y el aprendizaje académico”, indica Lucía, la creadora.
Explica que las hamacas actúan sobre los tres sistemas sensoriales más importantes: el vestibular, el de la consciencia corporal y el táctil. “El columpio permite explorar varias posiciones y diferentes movimientos. Nuestras hamacas empezaron siendo un juguete, pero hoy son usadas en terapias de integración sensorial por terapistas ocupacionales”, cuenta.
Los productos, que tienen el Sello de Buen Diseño Argentino Número 2521 del año 2018, cuestan entre $4235 y $14.550. La creadora dice que el año pasado con la pandemia muchas familias recurrieron a Nidito para continuar con las terapias en el hogar, y muchas otras como una opción para que los más chicos se ejercitaran, jugaran y pasaran un tiempo “alejados de las pantallas”.
En una habitación o en el balcón, de colores vibrantes o de fibras naturales, las hamacas van camino a convertirse en el infaltable de la temporada primavera-verano.
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