La exposición de interiorismo termina este fin de semana su segunda edición: se ambientaron dos pisos de un histórico edificio de 1952 recuperado para darle vida a 18 departamentos
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Experiencia Living 2023 plasma en 40 ambientes de Distrito Quartier diversas propuestas para habitar el nuevo barrio de la ciudad: Puerto Retiro. La feria de interiorismo y arquitectura se emplaza en el antiguo hospital ferroviario: 20.700 m², que han sido renovados y refuncionalizados en el complejo residencial en construcción más grande del país.
La exposición curada por la revista Living interviene los dos últimos pisos del edificio Lofts, con unidades desde US$110.000 para uso residencial o profesional. Recorrimos la muestra para descubrir nuevas ideas de arquitectos y decoradores en 18 departamentos completamente ambientados e inspirados en quienes podrían habitarlos, con las últimas tendencias, en un nuevo barrio de Buenos Aires, de cara al río.
Histórico por dentro y por fuera
En su gusto por lo diferente, los hipsters que viven en las grandes ciudades eligen barrios alternativos que atraviesan procesos de gentrificación. Buscan espacios únicos y reconvertidos.
En Distrito Quartier ven el valor histórico junto al potencial de un edificio antiguo que se transforma para ser algo distinto. El emprendimiento que aloja a Experiencia Living 2023 redescubre una zona depreciada del antepuerto de Buenos Aires, revalorizada con la modernización del Paseo del Bajo. Esta filosofía de reacondicionar que tiene el proyecto inmobiliario se perpetúa en la decoración que hizo el estudio de diseño interior 11.11. “El diseño circular propone que todo vuelve y se reutiliza. Las barras son originales de los ‘60 y ‘70, la biblioteca, que luce como nueva, también. El tocadiscos es de mi hija, junto al Murano. Las lámparas, recicladas, parecen modernas, pero son de época. Participaron dos casas de antigüedades”, describe Leticia Rocco.
A la interiorista del estudio, rescatar materiales y objetos para darles otro uso le resulta natural: creció viendo como su mamá restauraba muebles. La propuesta que realizó junto a su hermana, la arquitecta Natalia Rocco, está inspirada en un joven de 35 años, soltero, que hace culto al vintage y al home office. “Para que pueda trabajar, al mismo tiempo que tener una cosa lúdica o juntarse con amigos. De día puede ser una oficina, y luego, si abrís el sillón, tiene su cama. También su barra. Cuando entrás está todo dispuesto, parece como que bajó a comprar un vino”, relata Leticia.
El protagonismo del baño
Las hermanas crearon un baño que es hasta teatral, con una gran obra de arte frente a un espejo circular de un metro ochenta (al sacar la clásica selfie del baño, queda enmarcada en la pintura). “El dueño del loft es medio, excéntrico, le gusta que cuando venga algún cliente se sorprenda”, se imagina la decoradora. La mesada del lavatorio es de Eduardo Blaquier, que trabaja con maderas del sur quemadas en los grandes incendios, desde su marca Primitiva. “Con ella la naturaleza vuelve, se mete en el lugar. Entra en escena en medio de la gran ciudad”, aprecia la interiorista. La grifería y los spots son negros, un sello del estudio 11.11, que siempre implementa el negro en la arquitectura.
Las rutinas de autocuidado se hacen cada vez más presentes en nuestra cotidianidad, algo que se refleja en la tendencia de los baños estilo spa. Espacios amplios y calmos que nos invitan a una pausa ganan su lugar.
Estar en el centro sin estar
Hay pocas ubicaciones como ésta, que brindan conectividad vehicular y de transporte público; que permiten estar en Retiro sin tocar la city (llegás bordeando el río). “A la usuaria de la unidad 919 la imagino como una mujer que trabajó toda su vida y ahora quiere disfrutar de su retiro en calma y en contacto con la vida cultural de la ciudad. Está inspirada en mi madre, que es escribana y trabajó muchísimo”, cuenta la arquitecta Cecilia Fidanza. Entonces, la localización de Distrito Quartier Puerto Retiro es perfecta, desde su balcón puede vislumbrar las atracciones de Buenos Aires y está cerca de todo. La luz natural y los colores claros definen el studio firmado por la arquitecta.
El departamento tiene tanta información en el exterior que adentro es súper neto. Abrís la cortina y es un cuadro, con el río y el puerto, los colores primarios de los barcos y la actividad de grúas. Pero al mismo tiempo, si querés, la cerrás y tenés un refugio para relajarte. “Quería hacer un lugar que de paz, para alguien que desea descansar en este momento de su vida. Transmitir feminidad y armonía. Lo que me cautivó es la ubicación, justo en esquina. Superluminoso y con orientación norte”, detalla.
Dividir ambientes
Para no sacrificar luminosidad, metraje ni fluidez, el monoambiente de Fidanza se divide con un vidrio traslúcido, una mampara que marca un límite virtual -sin estorbar- entre la zona más privada del dormitorio, el living y la cocina. Este mismo recurso de dividir sin separar se puede ver en el espacio de Olivia D, con paneles transparentes. Aquí, también, avanzan los tonos arena, para traer un oasis a Puerto Retiro. En el loft de Jimena Caprile y Angeles Bradley -las fundadoras del estudio-, la neutralidad de la paleta es protagonista.
Luminaria decorativa
Lo despejado y liviano se afianza en su iluminación: las lámparas de papel vuelven, y van muy bien para quien busque un acabado zen. Junto a una artesana en papel, se diseñaron las lámparas de techo y las electrificó, para que den esa sensación de instalación artística. De color blanco y hechas a mano, la magia del papel tamiza la luz como si tuvieras una nube en el living de casa. Difusa, suave y confortante. “Este año están muy presentes en la muestra las buenas soluciones de iluminación, por eso hay que quedarse a la tarde porque se lucen las propuestas de lámparas y ambientación, además de disfrutar de un atardecer increíble sobre la mejor vista al puerto”, sugiere Mariana Kratochwil, directora de la Revista Living.
Verdes, azules y rosados
El verde ejerce supremacía, va como acento o en total look. Seco, oscuro, inglés, esmeralda, musgo, lima. Vale en todas sus gamas y en todos los ambientes, del dormitorio a la cocina. En el departamento Home Patio llega hasta el lavadero: se trata de un tono safari de la línea étnica, que combina con el azul y el rosado. “En el 903 imaginamos que vive una pareja joven, que hace home office y también quiere recibir a sus amigos”, cuenta Milagros Loza del estudio de Sara Plazibat y M1. El patio interno es la joya de la casa, un lugar de conexión con la naturaleza y la luz -donde está dispuesto el escritorio- con puertas rebatibles que permiten su integración al comedor.
Otro de los favoritos es el azul, que se abre camino para instalarse en las cocinas. El tono marino es característico de las residencias costeras, y ésta no es la excepción. En estas ambientaciones linderas al río, se combina con ocres y colores tierra de la gama de los rosados, que pueden vibrar hasta el coral o salmón, a veces en yeso y otras texturas de corte manual.
El coworking planteado por Grupo (A)2 +Estudio MP impacta con un terracota. “Concebimos un área de acceso y apoyo con un color azul oscuro que denota contención; y en el área abierta de trabajo, un color terracota que, en combinación con otros materiales, genera un espacio cálido, luminoso y alegre. Las obras de arte representan nuestra elección de colores, de manera que no generan contraste, sino que complementan. Solados, cielorrasos, y equipamiento con colores y acabados más rústicos y de poca saturación para balancear visualmente el ambiente y que el color elegido sea el rector de las sensaciones”, explica Nicolás Illanes, al frente del estudio.
Sobre la paleta predominante en Experiencia Living, la arquitecta Kratochwil sintetiza: “Se ven tonos que van de los grises, azules y terracotas al siempre elegido blanco”.
Casas híbridas, vidas híbridas
La pandemia dejó clara la importancia de hacer de la casa un lugar en el que estemos a gusto en el más amplio sentido. Con la lección aprendida, hoy le pedimos al hogar que sea capaz de todo, por eso la disposición fija y tradicional va quedando relegada, para dar paso a un espacio abarcativo que se adapta según la necesidad. Visualmente abiertos, estos departamentos de Distrito Quartier son una hoja en blanco para escribir con nuestros hobbies y rutinas. Ambientes mutables que permiten practicar y desplegar nuestras pasiones, descansar, entrenar, trabajar. Recibir o replegarse. Tan analógicos como tecnológicos. “Este año vemos ideas inspiradoras y concretas a la vez. En los departamentos chicos juega un papel importante la distribución y los espacios de guardado. Vemos muchos biombos y muebles multifunción, así como cocinas integradas que son tan lindas y bien resueltas que sería una lástima que estuvieran cerradas”, opina la directora editorial de Living.
Temporal, no impersonal
Con la vuelta a la oficina, muchos de los que migraron al Gran Buenos Aires desean una segunda residencia en el centro, con rasgos propios que la alejen del minimalismo uniformado. “La propuesta es para alguien que vive en las afueras, que viene a Capital a trabajar y que ama New York, por eso quiso representar en este espacio su ciudad amada”, sostiene Gaby Orlando sobre el 915.
“Me fui a colores oscuros, pero con la calidez de la madera, para que llegar a casa sea llegar a un lugar confortable. Las personas que tienen que venir al centro en la semana siempre terminan en lugares aburridos, provisorios: pasan muchas horas trabajando en la calle y cuando arriban a su lugar no es para nada cómodo. Aunque no estén con su familia, acá podrán estar en un sitio donde se sienten felices.”
Experiencia Living está abierta hasta el 30 de abril, de martes a domingos, en Antártida Argentina esquina Comodoro Pedro Zanni, Retiro. Entradas: $2200.
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