Cerca de la Torre Eiffel y dentro del terreno de las oficinas presidenciales crearon una guardería con materiales de origen natural
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El Palais de l’Alma en París, antiguamente los establos de Napoleón III, fue el lugar elegido para construir un proyecto en la parte trasera del palacio nacional del siglo XIX. Se utilizará como guardería para 24 niños y busca crear para los más chicos una relación íntima con la naturaleza.
A pocas cuadras de monumentos como la Torre Eiffel y en el corazón de París, el mayor reto de este tranquilo jardín urbano rodeado de fachadas históricas fue integrarlo en su entorno monumental, respetando el patrimonio construido existente.
Para incorporar la obra sutilmente, la firma de arquitectos Régis Roudil optó por una disposición simétrica que se extiende horizontalmente, a la vez que utilizó materiales de origen natural, como madera y adobe. Como resultado obtuvieron una edificación angosta de un solo piso que se extiende a lo ancho del jardín, anclado por dos sólidas formas de adobe en cada extremo conectadas por una estructura de madera expuesta.
En el interior, el espacio central contiene un salón de clases amplio organizado alrededor de un bloque central de baños y sostenido por dos áreas de cuna, iluminadas por tragaluces en una sección elevada y suavemente amplia del techo de metal. Esta planta abierta favorece un escape visual hacia el paisaje y la naturaleza adyacentes sin comprometer la intimidad de los niños.
“Como este lugar es sensible, debido a su propósito y su función, no tiene vistas directas hacia o desde el espacio público... el jardín aparece como un bucólico pulmón verde en este contexto de piedra”, explicó el estudio.
La guardería está equipada con muebles de madera hechos a medida, lo que permite que el espacio sea flexible y se reconfigure fácilmente si es necesario. En cada extremo, las estructuras de adobe más privadas contienen una oficina y almacenamiento, separadas del salón de clases central por espacios de entrada que contienen casilleros y asientos.
Enmarcadas por columnas de madera, una serie de grandes puertas corredizas de vidrio en el salón de clases se abren a un área de juegos separada de los jardines del palacio por una cerca baja de tablones de madera independientes.
En el lado opuesto del edificio, un camino recorre los muros del palacio y la elevación sur de la guardería, creando una ruta alrededor del edificio dominada por ventanas.
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