La selección de la paleta de colores es clave para lograr un ambiente armonioso y libre de tensión
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La decoración del dormitorio suele estar relegada frente a otros ambientes comunes que se asocian al ocio y el encuentro con otros integrantes del hogar o reuniones sociales. Pero es clave dedicar tiempo para pensar cómo diseñar ese espacio privado en el que descansamos, recuperamos energía y puede funcionar como un santuario de aislamiento de la rutina diaria.
Elegir los muebles y objetos de decoración es tan importante como dedicar un tiempo especial para seleccionar el color de las paredes. ¿Cuál es el mejor color para pintar el dormitorio? ¿Cuál elegir para conseguir un resultado armonioso y sin excesos? ¿A qué gama debemos confiar nuestro sueño para aliviar el estrés y “recargar las pilas”?
A continuación, algunas ideas originales para elegir el color de las paredes del dormitorio y crear un espacio libre de tensión y en armonía. Dependiendo de tu gusto, estilo de decoración y el efecto que quieras conseguir, puedes pintar las paredes del dormitorio con:
- Color sólido: un solo color más oscuro para animar la pared detrás del cabecero.
- Dos colores: siguiendo una línea horizontal, un color oscuro en la parte inferior de la pared detrás del cabecero y un color claro en la parte superior.
- Tres colores: en este caso, pintar según la regla 60 - 30 - 10, es decir, 60% de color principal, 30% de color secundario y 10% de color de acento.
- Motivos gráficos: con las plantillas o stencils se pueden reproducir motivos geométricos para dar un toque de personalidad a la pared.
- Color relajante: el polvo, el beige, el crema, el gris paloma, el verde, el azul claro y otros tonos fríos y pasteles pueden utilizarse para favorecer el sueño y reducir el estrés.
De qué color pintar las paredes de un dormitorio
- Azul: en todos sus matices, el azul es el mejor color para el dormitorio porque infunde calma, paz, serenidad y buen humor. En su variante más oscura, es preferible combinarlo con colores cálidos, como el amarillo mostaza, para fijar puntos de luz en la habitación y no oscurecer el ambiente.
- Beige: es fácil de combinar y se adapta a todos los estilos de mobiliario (clásico, minimalista, étnico, chic, moderno, etc.). Tiene un fuerte poder iluminador, siempre se ha utilizado como color para las paredes de los dormitorios, nunca pasa de moda y es perfecto para quienes aman la sobriedad y no quieren atreverse con los contrastes y los colores vivos.
- Verde: en todas sus tonalidades, en combinación con colores como el gris claro y el crema para un efecto elegante, o en una variante más oscura decorada con estampados florales para un efecto selvático.
- Gris: utilizar el gris como color para las paredes del dormitorio también es una idea ganadora, especialmente cuando se combina con muebles de color madera y se enfatiza con un efecto de hormigón.
- Rosa: al igual que el azul, se trata de un color frío muy relajante, capaz de infundir buen humor y transmitir una sensación de bienestar. Puede combinarse con cortinas y otros elementos decorativos de la misma paleta de colores y es ideal para quienes desean un dormitorio refinado y exclusivo.
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