El objetivo es aprovechar al máximo los espacios para convertir los pequeños lugares en amplios y aptos para hacer diferentes actividades.
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El aprovechamiento de espacios en los departamentos se volvió algo fundamental durante la pandemia, en donde las personas solas, parejas o familias no sólo conviven, sino también comparten tiempo, trabajan y realizan distintas actividades, por lo que el orden es clave para tener cada objeto en su lugar. Es por eso que una fábrica estadounidense creó muebles motorizados que pueden transformar espacios pequeños en lugares amplios y aptos para muchas personas.
Durante el aislamiento, donde la mayor parte del tiempo se pasó dentro de departamentos o casas, las personas debieron hacer valer cada metro cuadrado para evitar conflictos dentro de las cuatro paredes. Desde una cama que se desliza por un riel para esconderse en un compartimiento del techo hasta un estante de dos partes que se divide por la mitad para crear un vestidor falso, la compañía trabaja en productos vanguardistas aptos para los interiores de las propiedades.
“Lo que estamos viendo es que la gente está empezando a exigir mucho más de su espacio”, dice Hasier Larrea, fundador y director ejecutivo de Ori, la empresa que produce los muebles robóticos. El sistema que utilizan es una línea de mobiliario que permite la transformación de los espacios interiores a través de un proyecto que combina la robótica y la integración de la tecnología en microespacios, con la fabricación tradicional del diseño y de los muebles.
El nombre de la compañía proviene de la palabra “origami” (arte japonés de doblar el papel), ya que busca a través de movimientos sencillos, lograr variaciones geométricas y proponer diferentes escenarios dentro de una misma casa o departamento. Cada habitación puede ser programada para un espacio diferente, incluyendo la iluminación.
El producto más relevante durante la pandemia que ofreció la empresa fue su “oficina de bolsillo”, un sistema móvil de dos partes que se separa para formar un espacio de trabajo compacto similar a un escondite, con un escritorio de tamaño completo y espacio para un gran monitor de computadora rodeado de estantes y gabinetes. Al finalizar el trabajo, se cierra la oficina en una gran caja rectangular que funciona como soporte de TV y estantería para el resto de la habitación.
Actualmente los muebles que se realizan en Ori se encuentran en 30 edificios en 15 ciudades de Estados Unidos, entre ellos se destaca Artisan, un complejo de departamentos ubicado en Essex Crossing, en Manhattan. Desde la compañía afirman que cuentan con el interés de algunos de los desarrolladores inmobiliarios más importantes del negocio, ya que los muebles están diseñados para integrarse en edificios nuevos y antiguos.
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