El mega proyecto de Consultatio, apunta a cambiar la forma de habitar los espacios
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Cuando se pensó en el trazado de este proyecto, la inspiración en su construcción partió de un concepto: democratizar las alturas de los edificios. A partir de esta premisa, se concibió el diseño de esta mega torre de 38 pisos que comenzó a levantarse sobre el Corredor Huergo, en el Paseo del Bajo, una de las zonas con más potencial de crecimiento para los desarrolladores.
Se trata del emprendimiento Huergo 475, diseñado por la empresa Consultatio, la desarrolladora del empresario Eduardo Costantini. El creador de Nordelta busca replicar algunos aspectos del formato del barrio cerrado de Tigre que propone “los nuevos modos de habitar en el mundo de hoy” pero en una torre frente a Puerto Madero.
¿Qué quiere decir esta nueva forma de habitar? Los desarrolladores apuntan a que el proyecto sea más que sólo un edificio. Por eso cuenta con 1500 m² destinados a áreas comunes destinadas para fomentar el encuentro social: con amenities y una plaza de 2800 m². “Este producto está diseñado para un target muy particular y muy estudiado. Un edificio con una amplia oferta de espacios que resuelven diversas situaciones de la vida cotidiana en un mismo lugar. Además de alguna manera se “democratizan” las mejores vistas y espacios del edificio, tanto para vivir la vida corporativa, el ejercicio físico, el entretenimiento y esparcimiento”, explica a LA NACION Santiago Tarasido, CEO de CRIBA, la constructora que también es socia de Consultatio en el desarrollo.
Con el objetivo de lograr esta “democratización de las alturas”, la torre fue diseñada a partir de una estructura de hormigón con cortes a distintas alturas en los que funcionarán los amenities. “Más allá del enorme desafío constructivo, esto significa que quien compra 30 metros en el primer piso puede ir a correr a la terraza del sexto piso, estudiar o trabajar en el piso 11, compartir una comida en el 36, o darse un baño y tomar sol en la pileta del 38. De esta manera todos podrán disfrutar de las bondades de las alturas de esta torre”, añade Tarasido.
Por estas razones y por su ubicación -frente a la UCA de Puerto Madero y cerca de otros centros de estudio- la torre apunta a un público joven y puede ser utilizado como vivienda propia o con fines profesionales. Además, las unidades se entregarán totalmente equipadas.
En cuanto al diseño, desde el estudio de arquitectura que participa del proyecto hicieron hincapié en la importancia de sacar el mayor provecho a la ubicación y los alrededores, desde todas las alturas posibles. “Cuando transitamos una altura de 38 pisos, vamos viendo diferentes situaciones de la ciudad que son muy interesantes. A nosotros nos pareció que el diseño de esta torre debía ser sensible a este repertorio de situaciones y responder formal y espacialmente de una forma específica. Por ejemplo: los grandes árboles de la calle Azopardo fueron una excelente excusa para generar una terraza que se sitúa justo por encima de estos y permite que podamos correr a la altura de sus copas”, indica a LA NACION Sebastián Adamo, socio del estudio Adamo Faiden.
¿Por qué este proyecto representa una oportunidad?
La torre tiene que tiene las mejores vistas a Puerto Madero, está emplazada del otro lado del río, a pasos de Puerto Madero donde el valor del metro cuadrado promedia los US$5700/m², el más caro de la ciudad pero sus unidades -van de los 30 a los 72 metros cuadrados- se venden desde los US$82.500, la mayoría de ellas promedian los US$130.000.
“Apostamos a una zona en pleno crecimiento: luego de la construcción del Paseo del Bajo y la transformación de su conectividad, se realza su cercanía a Puerto Madero, el Puente de la Mujer, la Reserva Ecológica, prestigiosas universidades y una amplia oferta gastronómica y cultural, incluyendo museos y centros diversos, así como parte de la más destacada arquitectura porteña. Por eso, es un buen momento para invertir, considerando que hay varios proyectos en desarrollo que le darán una nueva fisonomía a esta zona, generando una continuidad con Puerto Madero”, señala Gonzalo De la Serna, CEO de Consultatio quien detalla que el valor del metro cuadrado promedia los US$3350 y aclara que cuando lanzaron, en plena pandemia, costaba US$2700/m2.
Cómo son y dónde están los espacios de uso común
A partir de esta idea de “democratizar las alturas”, tiene espacios distribuidos en cuatro sectores muy bien diferenciados: estos lugares ‘especiales’ en los que sus habitantes se van a encontrar será posible a la vez disfrutar de todas las perspectivas de la ciudad. Por eso, quien compre -por ejemplo- una unidad en el piso tres, podrá disfrutar de la experiencia que brinda la altura, es algo que les pertenece a todos los habitantes por igual.
Además, el proyecto hace culto a los amenities como una extensión del hogar, lugares donde uno puede ampliar su experiencia doméstica y compartirla con más gente. Esta forma de pensar estos espacios, nos permitió ampliar el concepto tradicional de amenties para darle lugar a que se incorporen todas las actividades del día a día. De esta manera, nuestra vida cotidiana puede suceder en lugares que tienen ventajas espaciales, de confort y ambientales, propias de los grandes espacios comunes.
- Club: En los niveles seis y siete contará con un amplio gimnasio con equipamiento completo y sala de fitness, yoga y relajación. La terraza incluye pista de atletismo con piso de caucho, mobiliario y espacios verdes.
- Campus: En el nivel 11 en doble altura se encontrará el espacio para cowork, incluye biblioteca y sala de estudio. Además, salas adaptables a modalidades de trabajo grupal o individual con vistas sobre Puerto Madero. “Uno de los movimientos mas singulares de nuestra torre es un gran voladizo de nueve metros sobre la avenida Huergo, donde ubicamos la biblioteca y salas de estudio”, cuenta el arquitecto.
- Community: en el nivel 36 estará el salón de usos múltiples (SUM), también con terraza propia y vegetación. En el mismo piso, se ubicarán la lavandería, la cocina comunitaria y el playroom.
- Rooftop: En el nivel 38, la torre contará con una azotea con un sky garden, parrillas exteriores y una pileta climatizada con techo corredizo in and out.
Otra de las novedades que incorpora el proyecto tiene que ver con el espacio público que incorpora la torre al barrio. Se trata de una plaza de 2800 metros cuadrados, que para sus creadores funciona como una suerte de ‘coronamiento’ de una serie de parques que se despliegan desde el CCK hasta la torre. La idea es que estos espacios verdes, junto a una serie de locales comerciales en planta baja, se abran al público para conectar a los residentes con toda la sociedad y “activar” la vida en la calle.
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