De museos a hoteles, hay hermosos patios secretos en Buenos Aires de los que se puede disfrutar libremente
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La ciudad de Buenos Aires cuenta con numerosos rincones que con frecuencia escapan la atención, auténticos tesoros escondidos que esperan a la vuelta de cualquier esquina. En particular, la capital porteña se distingue por su variada oferta de oasis urbanos, discretamente anidados en el corazón de edificios clásicos y otros más modernos, accesibles sin costo alguno para aquellos que deseen explorarlos.
Estos enclaves son la elección perfecta para evadir el bullicio cotidiano y el calor del fin del verano y sumergirse en un entorno natural y fresco en pleno centro urbano. En particular, estos son cinco jardines secretos que invitan a ser explorados y ofrecen a sus visitantes la oportunidad de disfrutar de la naturaleza en cualquier momento del año.
1) Palacio Noel
En el tranquilo barrio de Retiro, en la calle Suipacha al 1400 y a pocos metros de la Avenida del Libertador, se alza el enigmático Palacio Noel, una construcción de estilo neocolonial que alberga el impresionante Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco.
Al adentrarse en el Palacio Noel, los visitantes se encuentran transportados a una época pasada. El jardín secreto, repleto de olivos, ombúes y palos borrachos, acompañado por las flores de malvones, jazmines y rosales, les da la bienvenida en un entorno que parece salido directamente de un cuento de hadas. La arquitectura neocolonial, caracterizada por sus balcones de madera y la cerámica de Talavera de la Reina de Toledo, teje una atmósfera única de belleza y misterio.
A medida que los visitantes exploran este encantador lugar, descubren elementos que evocan diferentes culturas y épocas. Un aljibe de mediados del siglo XIX, con un marcado estilo musulmán, se erige como un recordatorio de la influencia árabe que dejó su huella en el sur de España. Los intrincados diseños de mayólicas se entrelazan con el escenario, que presenta escaleras y desniveles, así como fuentes y bancos que invitan a la contemplación.
Quienes deseen explorar los jardines de estilo español y visitar las habitaciones de la mansión deben recordar que está abierto todos los días de la semana, excepto los martes. En cuanto a los horarios, abre de 11 a 19 los lunes, miércoles, jueves y viernes, y los sábados, domingos y feriados amplían su horario de apertura en 60 minutos (de 11 a 20 h).
2) Museo Ricardo Rojas
Sobre Charcas 2837, en el barrio de Recoleta, se encuentra la casa Museo de Ricardo Rojas. Declarada Monumento Histórico Nacional en 1958 y construida entre 1927 y 1929 por el arquitecto José Angel Guido, refleja la Eurindia, la doctrina de Rojas que buscaba la conjunción cultural entre el viejo y el nuevo continente. La estructura combina rasgos de la arquitectura hispánica y la precolombina, con detalles como una réplica de la fachada de la casa de Tucumán y aberturas que imitan la Puerta del Sol en el Tiahuanaco, creando una mezcla única y ecléctica.
Al adentrarse en el jardín principal, se encuentra un frontispicio que es una reproducción del Convento de los Dominicos en Arequipa, Perú. Alrededor de toda la arquitectura que rodea el patio, se pueden apreciar elementos que van desde el Cuzco hasta el sur de Potosí, combinados con estilos coloniales y otros influenciados por las culturas musulmanas, romanas y mediterráneas.
En el corazón del jardín se encuentra una fuente, elemento central de tradición española. En la galería interna que rodea el área, compuesta por catorce arcadas, conviven techos góticos, capiteles corintios e imponentes columnas con ornamentaciones que representan los elementos clave de la simbología incaica, como el sol Inti, la mazorca (base de la alimentación del imperio incaico), la cantuca (flor nacional de Bolivia y Perú) y el rostro del indígena, imagen arquetípica del habitante de América. El museo puede visitarse de martes a sábado y feriados de 11 a 19 h con entrada libre y gratuita.
3) Museo Nacional de Arte Decorativo
También en Recoleta, ubicado sobre la avenida del Libertador al 1900, justo en la esquina de Pereyra Lucena, se levanta el Museo Nacional de Arte Decorativo. Inaugurada en 1937 en la residencia de la familia Errázuriz Alvear, que fue donada al estado argentino con la condición de convertirse en un museo, la mansión es un ejemplo de arquitectura residencial de principios del siglo XX.
El museo alberga colecciones de arte decorativo de diferentes períodos y estilos, incluyendo muebles, textiles, esculturas, cerámica, vidrio y objetos de arte. Además de las colecciones, los visitantes pueden apreciar la arquitectura y el diseño interior de la residencia de forma gratuita, que es una obra maestra en sí misma. El edificio presenta una mezcla de estilos arquitectónicos y está rodeado por un jardín de estilo francés donde se encuentran una variedad de elementos, como caminos empedrados, fuentes, estatuas, y áreas ajardinadas. El eje central de la composición es la Fuente de los cisnes, rodeada por parterres de boj recortado que evocan diseños del Palacio de Versalles.
Se puede visitar de miércoles a domingos de 13 a 19 h, con el último ingreso para visitar el interior del edificio a las 18:30 h.
4) Museo de Arte Español Enrique Larreta
Situada en el corazón del barrio de Belgrano, en la calle Juramento 2291, se esconde una imponente residencia que alguna vez albergó al escritor y coleccionista Enrique Larreta. En la actualidad, sus salas permanentes albergan las expresiones artísticas del Siglo de Oro español, así como exhibiciones vinculadas al teatro, la literatura y la cultura española.
A pesar de su cercanía con las transitadas avenidas Cabildo y Juramento, este lugar es un remanso de tranquilidad. El jardín del Museo, adornado por árboles centenarios, fue concebido bajo la influencia de la tradición hispano-islámica como un espacio destinado a la meditación. Se extiende a lo largo de casi seis mil metros cuadrados, con arbustos que forman paredes verdes que crean un laberinto natural. Las eras, áreas delimitadas por los setos, tomaron forma gracias a la poda diaria de los jardineros, y dentro de ellas, las plantas crecen de manera libre.
En este intrincado recorrido, se esconde un jardín andaluz que cobra vida con la presencia de naranjos amargos, cipreses, granadas, membrillos, nísperos y olivos, entre una variedad de otras especies. Las dos fuentes que lo ornamentan, la de las Ranas y la del Patio del Naranjo, contribuyen a crear un ambiente ideal para la meditación.
Aunque, a diferencia de los otros jardines, hay días en los que la entrada tiene un costo de $500, los miércoles la entrada es gratuita. El horario de apertura es de 11 a 19 h los días lunes, miércoles, jueves y viernes, mientras que los sábados, domingos y feriados abre de 11 a 20 h. Cabe mencionar que permanece cerrado los días de lluvia o mal tiempo, así como los martes.
5) Palacio Duahu
El Palacio Duhau Park Hyatt, situado en la emblemática avenida Alvear 1661, es un hotel de cinco estrellas que ocupa un moderno edificio fusionado con una mansión del siglo XX. La mansión, erigida originalmente en la década de 1930, fue propiedad de la familia Duhau, miembros destacados de la aristocracia argentina.
En el corazón de esta antigua residencia y el hotel se despliega un jardín aterrazado donde se encuentran parte de las mesas del restaurante del hotel. No obstante, el acceso al jardín y a una muestra de arte, ubicada en el pasillo subterráneo que conecta ambas estructuras y que se renueva trimestralmente, es gratuito para visitantes interesados.
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