Cómo controlar la calidad del aire y la ventilación para evitar contagios en el trabajo

Una de las medidas que activó la pandemia es el cuidado del ambiente en el que trabajamos. El control sobre la cantidad de personas que realizan tareas a la vez en un mismo espacio se volvió fundamental a la hora de prevenir los contagios por coronavirus. ¿Es posible pensar en espacios de trabajo sanos libres de virus y bacterias? La principal estrategia para mejorar la calidad del aire que respiramos en espacios cerrados tiene en cuenta dos aspectos: la ventilación y el filtrado.

“Dentro de la situación pandémica, una de las cosas que quedó bien definida es que el virus al que estamos expuestos y a todos aquellos otros a los que no le dábamos importancia, se transmiten en forma aérea cuando hablamos y exhalamos. Por eso se vuelve fundamental tener en cuenta la cantidad de personas que se reúnen en un mismo espacio de trabajo”, dice Pablo Sarfiel, gerente de soluciones y servicios de BGH EcoSmart. Entre la última tecnología desarrollada para cuidar la calidad del aire interior están aquellos dispositivos que sirven para monitoriar la cantidad de gente hay en un edificio a partir de medir el nivel de dióxido de carbono en el ambiente. “En nuestra respiración, cuando exhalamos, eliminamos dióxido de carbono y vapor de agua, y eso representa una medida que refleja la cantidad de gente que hay en un ambiente, que puede ser en una oficina, una tienda o una casa. En el último tiempo se han implementado mucho estos sensores de dióxido de carbono que definen parámetros de ocupación. Estos tienen un visualizador de alarma, si el indicador es verde el nivel de ocupación es óptimo, si es amarillo se acerca al límite y si el indicador es rojo te pasaste del nivel”, explica Sarfiel. Si bien algunos de estos equipos sirven solo para medir, otros a partir de esa medición pueden activar un sistema de climatización y generar una renovación de aire.

Según explica el especialista, la ubicación de estos sensores tiene que ser próxima al lugar donde los sistemas de aire acondicionado toman el aire, porque de esa manera del aire que retorna del ambiente al equipo se puede hacer una medición de la calidad. “También trabajamos con un dispositivo que se conecta al wifi y que sirve para diagnosticar cómo está tu oficina, es un desarrollo local, una antena que tiene la forma de un trípode de cámara, con un 1,5 metros de altura, que cuando la gente está sentada capta el aire que está respirando. Se deja en funcionamiento por aproximadamente un mes y el dispositivo graba la información en una nube y uno puede hacer un análisis de qué está pasando hora a hora, y día a día y ver si se necesita mejorar la ventilación, el sistema de filtrado, la operación de los equipos de aire acondicionado, es decir, te dice cuál es la mejor estrategia para mejorar la calidad del ambiente”, asegura el gerente de soluciones y servicios de BGH EcoSmart.

Por otra parte, también se pueden utilizar filtros especiales que se instalan en los equipos de aire acondicionado con una duración de hasta 10 años, con una eficiencia de 99,9% de filtrado, que puede retener e inactivar el virus Sars-cov 2. Es un filtro que tiene carbono, plasma y va reteniendo e inactivando virus, bacterias y hongos, y se incorpora en el sistema del aire acondicionado. Eso te asegura una mejor limpieza del aire, hay que recordar que la calidad del aire tiene que ver primero con la incorporación de oxígeno al ambiente, por eso es importante la ventilación, es fundamental en todos los ambientes de trabajo generar una renovación de aire para sacar el dióxido de carbono. Por otro lado, las partículas presentes en el aire quedan retenidas en los filtros de aire, y existen a su vez filtros que retienen partículas finísimas y por un mecanismo se apaga el equipo para calentar ese filtro y matar los patógenos retenidos, lo que contribuye a bajar la cantidad de contaminantes en el aire. Existen una gran cantidad de filtros, algunos ionizan y hacen que las partículas patógenas se oxiden y que se inactiven virus, otros retienen partículas más grandes, otros ayudan a eliminar virus a partir del ozono.

En definitiva, hay dos estrategias principales para crear ambientes sanos, por un lado, lo que tiene que ver con la ventilación: la renovación de aire mediante sistemas precisos de aire acondicionado y la reducción de las partículas a partir de distintos tipos de filtros. Se pueden sumar acciones como medir la cantidad de dióxido de carbono e incorporar el hábito de abrir las ventanas en los momentos del día en que estos aparatos detectan mayor concentración de este compuesto.

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