Estrellas de la arquitectura del siglo XX no llegaron a ver su obra terminada, pero finalmente fueron construidas para dar fin a sus proyectos
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Diseñan nuestras casas, coordinan su construcción de punta a punta y hasta aconsejan cómo decorarlas. Hace 37 años que el primer día de julio se festeja el Día del Arquitecto por iniciativa de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) con el fin de homenajear la labor de los creadores de edificios icónicos y monumentos que tanto marcan la identidad de ciudades alrededor del mundo.
Sin embargo, los artistas de la construcción no siempre tienen la suerte de ver prosperar su trabajo. El pintor Vincent Van Gogh, cuyas obras no fueron reconocidas en vida, es el claro ejemplo de que el esfuerzo y la pasión terminan dando sus frutos con el tiempo. Todo llega.
A los arquitectos puede pasarles lo mismo. Ya sea por problemas financieros o por un desencuentro de oportunidades, es posible que no vean sus obras finalizadas en vida. El ejemplo más emblemático es la iglesia de la Sagrada Familia, de Antoni Gaudí, en Barcelona que está en construcción permanente. Aquí, cinco obras de famosos arquitectos que sus autores no llegaron a ver cómo se hacían realidad, pero que fueron concluidas sin ellos y ya dejan marcada su huella en la historia.
Polideportivo de Bagdad, por Le Corbusier
La Casa Curutchet es una de las obras del famoso arquitecto francés Le Corbusier que la Argentina se enorgullece de poseer. El ideólogo de Ciudad Universitaria, el campus urbano de la Universidad de Buenos Aires, no logró terminar con todos los proyectos que tenía en mente antes de morir en 1965.
La capital iraquí hospeda el polideportivo de hormigón que el diseñador no pudo concluir, pero que dejó habilitados sus planos para que algún día se llevara a cabo. La edificación había sido en un principio encargada por el Rey Faisal II en 1956 para propiciar un nuevo lugar donde se harían los Juegos Olímpicos de Verano de 1960. Sin embargo, el golpe militar del 58´ derrocó la monarquía y dejó en stand by la obra.
Fue recién en 1978 -13 años después de la muerte de Le Corbusier- que se retomó el proyecto bajo la presidencia de Saddam Hussein, para ser inaugurado dos años después con cada uno de sus tres mil asientos planeados.
Four Freedoms Park en Nueva York, por Louis Kahn
El arquitecto estadounidense Louis Kahn, conocido por diseñar el Museo de Arte Kimbell y el Edificio del Parlamento Nacional bangladés, diseñó un parque en conmemoración del presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt en 1974, aunque éste no abrió sus puertas hasta 2012, casi 40 años después de la muerte de Kahn.
Famoso por su estilo brutalista, Kahn falleció el mismo año que le dio vida a los planos del parque después de languidecer durante décadas por problemas financieros. El parque triangular desfila múltiples hileras de árboles y se corona con un monumento de granito que enmarca un busto de Roosevelt. Se encuentra en el extremo sur de la isla que lleva el mismo nombre que el mandatario.
Casa Massaro en el estado de Nueva York, por Frank Lloyd Wright
50 años después de haber sido trazada en los papeles, la casa del lago diseñada por el arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright finalmente se puso de pie. A pesar del amor por su proyecto, el profesional nunca consiguió llevarla a cabo debido a falta de financiación.
La compra de la isla privada de Petra en 1991 por el magnate del acero Joseph Massaro fue la luz al final del túnel que retomó el diseño para traerlo a la realidad. Sin embargo, la Fundación Frank Lloyd Wright no reconoce el vínculo entre la construcción y el arquitecto, llegando incluso a demandar al dueño cuando trató de venderlo en el pasado como una obra original de Lloyd Wright.
Casa para un amante del arte en Glasgow, por Charles Rennie Mackintosh
La casa para los amantes del arte (House For An Art Lover) fue diseñada por el arquitecto escocés Charles Rennie Mackintosh y su esposa Margaret Macdonald en 1901. Soñando con ganar un concurso organizado por una revista de diseño alemana, la editorial rechazó su proyecto por no haber incluido dibujos en perspectiva del interior. No obstante, el organizador de la competencia finalmente decidió publicar los diseños.
A pesar de que el arquitecto murió en 1928, su obra fue retomada en 1989 cuando el ingeniero Graham Roxburgh se reunió con otros profesionales para realizar la casa en Bellahouston Park, en Glasgow, Reino Unido. A pesar de que la recesión puso trabas a la construcción, la casa logró abrirse al público en 1996, 68 años después de la muerte de Mackintosh.
Edificio Mies en Indiana, por Ludwig Mies van der Rohe
El nombre de Ludwig Mies van der Rohe figura en los planos del edificio en el campus de la Universidad de Indiana (IU). Dibujado en 1952, el proyecto quedó en el olvido hasta que el alumno de la institución, Sidney Eskenazi, recordó al presidente de la universidad los planes del arquitecto germano-estadounidense.
En paralelo al famoso diseño de la Casa Farnsworth, planeó la instalación buscando plasmar su impronta en varios proyectos. Entre ellos, el marco blanco que ambas estructuras comparten y el acristalamiento del perimetral. Al cumplirse 52 años de la muerte de su autor, 2021 será el año en el que el edificio de dos pisos para la Escuela de Arte Eskenazi, Arquitectura + Diseño termine de construirse en el campus de Bloomington de IU.
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