En abril, el país también prohibió la construcción de edificios “feos” o “raros” o con formas “extrañas”
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La postal es capaz de dejar atónito a cualquiera. Es que los edificios en China son tan altos que parecen mezclarse con las nubes. Tras vivir un boom de estas megaestructuras en los últimos años, el Gobierno ahora limitó su desarrollo y prohibió la construcción de los rascacielos de más de 500 metros de altura. ¿Qué llevó al país a tomar la decisión de limitarlos?
La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC) comunicó la decisión de prohibir la construcción de estas estructuras con el objetivo de evitar que esta carrera arquitectónica por “alcanzar” el cielo comprometa la seguridad de los edificios y provoque un exceso de espacio para oficinas. De esta forma, desde comienzos de julio, las obras de más de 500 metros ya no serán aprobadas, mientras que las torres que excedan los 250 metros deberán estar “estrictamente limitadas” y las estructuras de más de 100 metros tendrán que coincidir con la escala y la capacidad de rescate de incendios de sus ubicaciones.
Uno de los hechos que preocupó respecto a la seguridad de este tipo de rascacielos se dio en mayo pasado, cuando la torre SEG Plaza, ubicada en Shenzhen, tembló y osciló sin razón aparente, por lo que tuvo que ser desalojada de emergencia. La construcción tiene 70 pisos y casi 300 metros de altura, lo cual lo ubica como la 212° estructura más alta del planeta.
De las 10 torres más altas del mundo, cinco se encuentran en China. La Shanghai Tower, finalizada en 2015, es la más alta del país, con 632 metros. Tiene 128 pisos y está coronada por el hotel ubicado a mayor altura en el planeta. En segundo lugar, se encuentra el Ping An Financial Center, completado en 2017 en Shenzhen, que tiene 115 plantas.
También se encuentran la Goldin Finance, de 597 metros, en Tianjin; la CTF Finance Centre, de 530 metros, en Guangzhou; la Tianjin CTF Finance Centre, también de 530 metros, ubicada en Tianjin y la CITIC Tower, de 528 metros, ubicada en Pekín. Con la nueva normativa china, ninguno de estos rascacielos podría haberse construido.
Pero las restricciones no solo alcanzan a la altura. En abril, el país prohibió la construcción de edificios “feos” o “raros”, tras declaraciones del presidente Xi Jinping, quien expresó en un discurso su disgusto por ciertos tipos de arquitectura y pidió que el país pusiera fin a la aparición de edificios con formas “extrañas”.
El decreto emitido por la NDRC no aclara lo que califica como “feo” o “agradable a la vista”, pero especifica la implementación de pautas de construcción para la “nueva era” que son “aplicables, económicas, ecológicas y hermosas”. Con las nuevas reglamentaciones, las fotos de las ciudades chinas empezarán a modificarse.
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