Para realizar una vacunación eficiente en la especie equina, es primordial cumplir con una serie de consejos. Hay que reconocer de antemano, que una vacuna es un preparado biológico con la particularidad de ser inocuo y potente para el equino, está formado por diferentes sustancias antigénicas que al ser inyectado buscan y deben capacitar al aparato inmunológico, para que lo proteja y le permita defenderse, cuando se genera el contacto con un microorganismo productor de una enfermedad con el animal previamente vacunado.
El solo hecho de aplicar una vacuna en un animal no asegura el éxito inmunológico que se pretende, para ser beneficiado con esa cobertura tiene que cumplir con varias premisas fundamentales, como las siguientes: estado general del animal, instalaciones donde se aplicarán, calidad del producto, la técnica para una correcta inyección, la higiene, uso de material descartable, mantener la necesaria cadena de frío y el cuidado posterior del equino, forman un equipo de requisitos cruciales que deben ser valorados. Para que la aplicación vacunal se realice en las mejores condiciones, es conveniente comenzar la vacunación temprano, evitando hacerlo en horas de intenso calor, trabajar a buen ritmo y sin apresuramientos.
Ese preparado biológico que será inyectado, requiere una conservación adecuada o sea en frío, debe estar mantenida a una temperatura indicada (antes, durante y su posterior aplicación) y su manejo debe ser realizado por gente convenientemente capacitada, porque una simple ruptura de la cadena de frío (tanto congelamiento como calor), puede inutilizarla y transformarse en ineficiente para una correcta inmunización. Las condiciones generales que deben presentar los animales son primordiales, debemos inmunizar organismos en buen estado físico, sanos, bien nutridos y sin signos de enfermedades. Debe minimizarse el trabajo brusco con los animales, evitando condiciones que puedan producir estrés, tanto antes como después de la aplicación, porque resulta contraproducentes para una buena respuesta inmune.
Es conveniente que los animales vacunados sean observados los días posteriores a la vacunación, porque en ocasiones pueden producirse reacciones en el estado general o en el sitio de la inyección.