Según especialistas, la aparición del exvicepresidente en el listado de ganadores del programa de créditos Casa Propia deja dudas sobre el método de selección
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La aparición del nombre del exvicepresidente condenado por corrupción, Amado Boudou, como uno de los ganadores del sorteo de la línea de créditos del programa Casa Propia para la construcción de viviendas nuevas de hasta 60 metros cuadrados, despertó una pregunta clave: ¿Qué tan seguro y transparente es el proceso para obtener un crédito hipotecario del programa Casa Propia, bastión político del presidente Alberto Fernandez?
Si bien la explicación del Gobierno no tardó en llegar y desde el Ministerio de Hábitat, que conduce Jorge Ferraresi, afirmaron que “hubo fraude informático”, que se falseó la identidad de Boudou y que, incluso, ya se había identificado el IP desde donde se realizó este trámite, la aparición del exvice de Cristina Kirchner en el listado entre los beneficiados por los créditos del Estado plantea también otros interrogantes.
1. ¿Cualquier persona puede anotarse en nombre de otra?
“Es un proceso basado en la buena fe de las personas”, responden desde el Banco Hipotecario, el fiduciante de los créditos que otorga el Gobierno. La inscripción es digital y abierta, y quienes deciden inscribirse deben completar una serie de ítems que determinará si el aspirante cumple con los requisitos exigidos para acceder a la línea de crédito. El exvicepresidente no cumple varios de ellos, como por ejemplo no tener ingresos mensuales superiores a los $178.000, ya que, a fines del 2020, la pensión de Boudou por el cargo que ocupó era de $420.000 por mes.
2. ¿Cómo se controla?
Cuando una persona se inscribe, los datos se cruzan con los del Sistema de Identificación Nacional Tributario y Social (SINTyS), que es el organismo que coordina el intercambio de información de personas físicas y jurídicas entre organismos nacionales, provinciales y municipales. El mecanismo falló en cualquiera de los casos: si se anotó el propio Boudou y mintió, no identificó la falsedad de los datos que cargó, por ejemplo, el de sus ingresos (basta cruzar el número de CUIT con la base de datos de la Anses); y si fue una identidad falsa tampoco la detectó. Luciano Scatolini, secretario de Desarrollo Territorial y autoridad de aplicación del programa, explicó en diálogo con LA NACION que lo que sucedió es que el sistema indicó que los ingresos cargados “no estaban convalidados”, pero como en el SINTyS puede haber diferencia entre las bases que cruza a la persona no se la excluye de la posibilidad de participar del sorteo. “De todas formas después debe convalidar con recibos de sueldos los ingresos que había indicado que percibía”, justificó el funcionario, quien estima que los casos de quienes incumplen con los requisitos a medida que se avanza en el proceso, promedia un tercio de los anotados. “Por eso desde agosto, todas las semanas estamos realizando sorteos, no sólo se asignan nuevos créditos sino que se reasignan los que quedaron pendientes”, agrega.
El control y filtro que se utilizan para habilitar la participación de los aspirantes en el sorteo no es un dato menor por sus efectos: cada postulante ganador impide la oportunidad de que otra persona pueda acceder al crédito, por lo menos en esta etapa. Es decir, la persona que no cumple con los requisitos y se anota le quita la posibilidad a muchas de las tantas anotadas que sí los tiene.
Vale recordar que la modalidad de que los cupos a los créditos para construcción se definan por sorteo fue uno de los principales cambios que implementó el Gobierno de Alberto Fernández. Durante la gestión anterior, el sistema era distinto: el Estado otorgaba un subsidio no reembolsable que complementaba al crédito hipotecario que otorgaba el banco, además de exigirle ahorro al postulante. Esta modalidad generó que uno de cada tres créditos que se otorgaban tuvieran subsidio de Procrear. Un dato no menor es que los beneficiarios se definían a través de un sistema de scoring (puntos), que exige información más detallada sobre la situación sociohabitacional de cada solicitante, tomando en cuenta por ejemplo hijos, discapacidades en el grupo familiar, embarazo y familia monoparental, entre otros puntos. Dado que el Estado estaba destinando recursos propios a ese subsidio, se buscaba la mejor focalización para que llegue a los que más necesitaban. Entonces a todos los inscripciones que pasaban las validaciones se les asignaba un puntaje que funcionaba como corte para los cupos que tenía cada una de las provincias (definido en base a su necesidad habitacional). Por lo tanto, el mismo proceso en la primera instancia ya validaba la identidad con el Renaper, se cruzaban los ingresos con Anses y se realizaba un informe Veraz . De esta manera comenzaba el proceso de depuración.
Los únicos créditos que se definían por sorteo eran los desarrollos urbanísticos (viviendas construidas por el programa) y los lotes con servicio que igual tenían una validación con cruce de datos de quienes participaban del sorteo que se transmitía en vivo por Lotería. “No aplicábamos el sistema de sorteo para los créditos de compra y construcción porque queríamos la mejor focalización del subsidio”, comenta un ex funcionario de la Secretaria de la Vivienda durante la gestión de Iván Kerr.
En diálogo con LA NACION, Scatolini adelanta que el Gobierno analiza aplicar el sistema de scoring. Igual aclara que no todos los sorteos son iguales y que hay diferentes criterios de asignación. “Es decir, todos son sorteos pero generamos cupos para que ciertos postulantes tengan mayor posibilidad: por ejemplo de 100 viviendas, 30 son sorteadas entre quienes acrediten ser jefas de hogar con hijos menores a cargo, o ex combatientes de Malvinas”, ejemplifica. “Incluso generamos un cupo para trabajadores de la salud en este contexto de pandemia”, agrega e insiste en que “el Gobierno no se cierra a ningún sistema”.
3. ¿Qué pasa si la persona miente en los requisitos para tener más posibilidades?
No hay multas ni castigos, pero quedará excluida del proceso y no accederá al dinero del crédito. “Esto significa que salir sorteado sólo implica que accedió al cupo y luego se analiza si reúne las condiciones”, indican fuentes del Banco Hipotecario, la entidad que otorga del préstamos del programa. La misma fuente afirma “que las sustituciones de identidades son maniobras de corto plazo y no tienen un efecto real en el presupuesto”. Insiste en que se trata de un proceso basado en la buena fe de las personas y que el sistema decanta la información falsa, por eso desde los procesos “es imposible creer que Boudou hubiera tenido alguna chance de acceder al préstamo”, reafirma.
A la hora de evaluar qué porcentaje de los que “ganan” los sorteos terminan accediendo al crédito, por ejemplo, en el Procrear de 2012 se inscribieron cerca de un millón de personas para los créditos para la construcción, ganaron 450.000 el sorteo, pero se terminaron otorgando 140.000 préstamos, detallan en el Hipotecario.
De todas formas, fuentes del mercado financiero advierten que no hay que mezclar “peras con manzanas”. “El banco tiene que realizar su análisis crediticio, pero ese trabajo de ningún modo sustituye al del Estado, que es el que tiene que validar a quién le transfiere sus fondos, a quién beneficia. Está claro que una persona que recibe una pensión de privilegio y está condenada no es la indicada”, agregan. En síntesis, la aparición de Boudou en el listado de “ganadores” del programa Casa Propia “deja expuesta una falla en la selección de los beneficiarios que ponen en duda la transparencia del sistema”, coinciden las fuentes consultadas.
4. ¿Cómo se protegen los de datos de los beneficiarios?
Scatolini responde que se siguen los criterios de protección de datos personales pero aclara que existe la posibilidad de que alguien los utilice de forma falsa. “Cuando alguien utiliza usurpa una identidad sale de la lógica de una cuestión civil y administrativa y comete un delito pasible de una sanción penal”, profundiza el funcionario.
5. ¿Qué implica ganar el sorteo?
La persona logró ingresar al cupo para comenzar el proceso de presentar la documentación.
6. ¿Cómo sigue el proceso de adjudicación del crédito?
Al día siguiente del sorteo, el Banco Hipotecario envía un mail notificando a la persona en la que se le pide que presente la documentación que acredite que cumple con cada uno de los requisitos como, por ejemplo, en este caso, ser titular del lote en el que construirá la casa y la presentación del proyecto de obra que no debe superar los 60 metros cuadrados, entre otros como ser argentino/a natural o por opción, o extranjero con residencia permanente, contar con Documento Nacional de Identidad vigente, tener entre 18 y 68 años al momento de la inscripción, que los ingresos sean provenientes de trabajos formales, jubilaciones y/o pensiones (los mensuales netos del grupo familiar deberá estar entre los $25.000 y $175.000), ser propietario o alquilar un inmueble que cuente con algún tipo de déficit cualitativo, no registrar antecedentes financieros desfavorables en los últimos nueve meses y no tener inhibiciones, además de registrar 12 meses de antigüedad en la actividad (empleados/as e independientes. Cabe recordar que a Boudou se lo encontró culpable de, junto a otros cómplices, de elaborar un plan para quedarse con la eximprenta Ciccone Calcográfica.
El solicitante debe presentar la documentación en forma personal en la sucursal del Banco Hipotecario más cercana a donde vive y acreditar su identidad. Además, este tipo de línea exige la realización de una hipoteca ante un escribano público.
En tiempos, se estima que el plazo mínimo para acceder un préstamo hipotecario para construcción es de 30 días (si el beneficiario tiene todo en orden y cumple el proceso)
7. ¿Cuándo se recibe el dinero del préstamo?
En esta línea de crédito, el beneficiario recibe el 40% del monto del crédito cuando se aprueba y firma la hipoteca, el restante 60% en dos partes de 30% cada una contra presentaciones e inspecciones que prueben el avance de obra.
8. ¿Cómo es el crédito en el que salió beneficiado Boudou?
La línea ofrece una financiación de hasta el 100% en la construcción de una casa de 60 metros cuadrados sobre lote propio. Es a 30 años y permite pedir hasta 4 millones de pesos a tasa cero, aunque se actualiza con la fórmula Hog.ar, es decir, una tasa fija con capital ajustable con relación a la evolución de los salarios que se da por el Coeficiente de Variación Salarial publicado por el Indec.
9. ¿Cómo fue el proceso de inscripción?
Si bien ya concluyó la primera etapa de inscripción, el trámite se iniciaba en la página web del programa argentina.gob.ar/habitat/casapropia, en la que se daba la opción de elegir entre las dos líneas, “Casa Propia Construcción” o “Casa Propia Refacción”. Una vez seleccionada la opción, se informaban bases y condiciones, cómo se actualizan, las características del crédito y los requisitos. También se presentaban modelos de vivienda del programa. Una vez que la persona leyó estos datos, la persona debía clickear la solapa que establecía que cumplía con los requisitos y sigue el proceso, la solicitud se deriva a la extranet del Banco Hipotecario. En esta instancia se presentaba el formulario en el que debía cargarse datos personales: desde el DNI, CUIL/CUIT hasta el código postal. También se podía sumar a una pareja y hasta se detallaba en diferentes pasos satos como hijos que viven con la persona, si alguno de los habitantes sufre una discapacidad y hasta si era beneficiario es veterano de la Guerra de Malvinas.
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