Queda en Florida, provincia de Buenos Aires, y tiene en cuenta las necesidades de esta población en una etapa de su vida más conectada con el bienestar y ocio
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El futuro trae una nueva forma de habitar, el co-housing, una modalidad de viviendas colaborativas en las que aumenta la sociabilidad y disminuyen los costos. El concepto surgió en Europa, principalmente en Dinamarca y Holanda, y nació de la idea de vivir entre pares, compartir la vida con quienes se tiene cierta compatibilidad ya sea por la edad o por tener gustos o intereses similares. Los urbanistas y arquitectos coinciden en que es el futuro de las viviendas, especialmente si se trata de adultos mayores, una etapa de la vida en la que muchas veces las personas se retraen en sus casas, pierden sociabilidad y se aíslan. En ese sentido, la forma de vida que plantean este tipo de viviendas ayudan a generar dinamismo en la vida de las personas porque se organizan actividades comunes como charlas o talleres que fomentan las ganas de crear, algo que los mantiene jóvenes.
En línea con el fenómeno, Martín Saaied junto a Estudio Planta, se animaron a proyectar un emprendimiento para un segmento de compradores que tiene más de 65 años, una franja etaria activa, independiente y en crecimiento. Utopia Senior es un proyecto ubicado en Florida, Provincia de Buenos Aires, que tiene en cuenta las necesidades de esta población en una etapa de su vida más conectada con el bienestar y ocio. “Es una generación para la que no existe una propuesta diferenciada y de calidad”, señala.
Situado en Florida Oeste, este emprendimiento tendrá tres edificios principales, diez pequeñas torres y un amplio parque. El concepto de arquitectura surge de la propuesta de vivir en un bosque urbano, de manera que el espacio no solo tendrá un fuerte planteo ecológico, sino que ofrecerá una relación próxima con la naturaleza por eso la idea se concreta a través de un anillo perimetral de viviendas que genera un centro, constituido por un bosque.
El proyecto se desarrollará sobre una superficie de 4900 m², se construirán unos 22.150 m² y albergará hasta 200 viviendas, además contará con un área residencial, un centro de salud, un espacio de agricultura urbana, parking, un hub de coworking y oferta gastronómica. “Está dirigido a los senior autovalentes que se encuentran solos, en pareja o con un amigo y tienen necesidad de reubicarse en lugares de gente sana. No quieren ir a un geriátrico. Lo que buscamos con este proyecto es encontrar ese nicho de mercado de la gente que quiere estar con otros sin necesidad de estar en un hogar para ancianos”, explica Saaied. Por eso, el desarrollo contará con servicios para gente activa, por ejemplo, un espacio de co-working, en el que pueden llevar adelante proyectos laborales, también actividades culturales, recreativas, deportivas y un espacio de salud.
Además, no solo quienes habiten en este edificio podrán participar de las actividades, sino que uno puede sumarse como miembro asociado. “Hay gente que vivirá en el lugar y otra a la que quizás le lleve más tiempo dejar su casa, pero quiere participar de algo copado, entonces va a poder pagar su membresía y acceder a los servicios. La idea es armar un edificio para pasar el día o vivir y construir más de un proyecto”, sostiene Saaied.
Pero no solo la forma habitacional es novedosa, sino que el modelo de negocio también escapa a lo tradicional: solo se podrán alquilar las unidades. “Un departamento de entre 48 y 52 metros cuadrados se alquilará por US$700. El emprendimiento también tiene unidades más grandes de 65 metros cuadrados y hasta otras más pequeñas, de 32 m²”, relata el ejecutivo.
El modelo de negocio es a través de lo que se denomina la “tokenización” del real state. “En la propuesta tradicional uno tiene que comprar una unidad entera, pero en una Argentina en crisis quise encontrar una alternativa distinta. Con este método de tokenización, por ejemplo, construyo el edificio que tiene 20.000 m², vendo esos metros de a uno o de a un decímetro, y la persona compra una unidad de renta, no la unidad modelo física. Esa unidad, ese token, le va a generar una rentabilidad. Es decir, el producto no es el departamento, ni el título de propiedad. Se compra un token que la persona puede tener el tiempo que necesito, un mes o toda la vida”, explica el desarrollador quien advierte que el sistema se apoya en las finanzas descentralizadas, que constituyen un medio de pago a través de una base de datos criptográficamente segura. “Esta permite tener en claro quién es el comprador, quién es el vendedor, a la vez que la base de datos es inmutable”, agrega.
Bajo este modelo se fracciona la propiedad y se transforma en líquida, “que los token sean líquidos significa que los puedo revender a los cinco minutos que los compré y que no necesite de ningún escribano”, aclara Saaied, quien promete una rentabilidad de entre 8 y 12% anual en dólares a partir de que se termina el proyecto.
¿Cómo es el sistema de tokenización?
Respecto al sistema, el desarrollador explica que permite que a medida que el edificio se construye tomar el dinero que se junta e invertirlo como si fuera un plazo fijo. Es decir, se arma una tokenización en un sistema de acumulación de dinero llamado farming DeFi (una estrategia de inversión para que los tenedores de token maximicen sus ganancias) que puede dejar un día el 8% de ganancia, al otro día el 4%, al otro día del 12% o el 18%, tiene una variabilidad de acuerdo a la criptomoneda, pero siempre hay un mínimo que da una estabilidad. “No podés perder de más ni ganar de más y eso hace crecer el patrimonio hasta que se llega a juntar el dinero para terminar la etapa uno del edifico. Tampoco se gasta todo el dinero acumulado el primer día y en ese momento empieza a dar rentabilidad como edificio y deja una rentabilidad financiera. El token holder se va quedando con esos atributos” explica el emprendedor. En números, quien invirtió US$1000 puede obtener una rentabilidad del 12% anual mensualizado hasta que se termina de construir el edificio. Luego, en el momento que finaliza la construcción, la persona comienza a recibir la renta y el token hace el recorrido de valor desde la compra en pozo hasta el edificio terminado. “Es decir, compraste tu token entre US$1400 y US$1600 el m² y ahora su valor es de US$1700 a US$1900 el m², es una actualización del 20% básico de cualquier m² cuando uno vende al costo”, comenta y adelanta que el inicio de la construcción del proyecto está prevista para marzo de 2022 y su finalización en 2025. La idea principal de este emprendimiento es crear un entorno natural, un pequeño ecosistema de tranquilidad y silencio para lograr una mejor calidad de vida.