Una agrupación de inquilinos quiere que las propiedades deshabitadas por más de tres meses se alquilen obligatoriamente para facilitar el acceso a la vivienda
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La avasallante inflación con pronóstico de llegar a las tres cifras para fin de año le quita cada vez más aire a quienes alquilan una vivienda. En algunas zonas de la Ciudad de Buenos Aires, el precio pedido por los contratos aumentaron un 90% en el último año y cada vez más inquilinos se quedan sin lugar donde vivir. Este problema es uno de los motores que incentivó a la asociación Inquilinos Agrupados a presentar un proyecto de ley en la Legislatura porteña para que las viviendas que se encuentren vacías por tres meses se alquilen obligatoriamente.
Viviendas vacías
Según un informe de la Mesa de Estudio de Viviendas Vacías de la Ciudad -que tomó información provista por el ENRE (Ente Nacional Regulador de la Electricidad) sobre los niveles de consumo en el período 2017-2018-, determinó una tasa de vacancia del 9,2% de los usuarios residenciales (138.328).
En las últimas décadas, el número de unidades desocupadas fue en ascenso. “En la Ciudad de Buenos Aires, según el censo de 1991, había 40.000 viviendas vacías. Ya en el 2010 eran 341.000. Esta cifra ubica a Buenos Aires primera en el ranking de ciudades con cantidad de viviendas vacías por habitante”, dice el comunicado de prensa difundido por la entidad. En ese marco es que el objetivo de la iniciativa busca “mejorar progresivamente el acceso a la vivienda de aquellos ciudadanos que se encuentran en condición de inquilinos, a través de la incorporación de los inmuebles vacíos con destino de vivienda”.
“Cuando el mercado plantea que la demanda supera la oferta, nada dice de las 340.000 viviendas vacías, siendo ésta la causa fundamental junto con el alquiler turístico. Hemos decidido presentar un proyecto que soluciona en 90 días el problema de oferta de vivienda en la ciudad”, analiza Gervasio Muñoz, presidente de Inquilinos Agrupados.
Las bases del proyecto
Para llevar a cabo la iniciativa, el proyecto deja asentado que deberá realizarse un registro que contabilice los inmuebles con destino de vivienda deshabitados en la Ciudad de Buenos Aires y la demanda habitacional existente que deberían ser administrados por el Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC).
Clasifican como viviendas vacías aquellas que:
- hayan estado deshabitadas por más de 90 días
- registren durante el lapso establecido en el artículo 8° consumos de servicios eléctricos por debajo de los 50 kwh/mes
- no se hayan registrado su contrato de alquiler bajo Ley N° 27551 y Ley N° 4632
- no hayan sido anotadas por su propietario en el registro de excepciones por causa justificada.
Estas viviendas ociosas también incluyen a las que clasifican como herencia vacante e ingresarían de forma obligatoria al denominado Sistema de Alquiler Protegido para ser alquiladas y administradas por el IVC. El precio del alquiler “protegido” será equivalente al 1% del valor fiscal.
A dicha autoridad de aplicación es a la que deberían avisar los propietarios que su vivienda está vacía. En caso de no hacerlo, ésta tendría la potestad de ejercer “acciones de penalización de aquellos casos que por causa injustificada tengan sus inmuebles con destino de vivienda deshabitados”, según indica el texto del proyecto. Para los propietarios que no avisen al IVC en un plazo de 30 días se impondría una penalización. Para estos sujetos, el proyecto establece que tendrían una multa del 5% del valor fiscal de la vivienda por mes. En caso de que sea dueño de más de cinco viviendas vacías, la multa ascenderá al 10% del valor fiscal por cada vivienda ociosa.
Por ahora, el proyecto recién está dando sus primeros pasos. La entidad se encuentra juntando las 38.000 firmas necesarias para que se trate en la Legislatura. Para este objetivo, Muñoz se mantiene optimista: “Hoy, somos 1,2 millones de inquilinos en la Ciudad y estamos convencidos que, así como logramos que la comisión la pague el dueño en el 2017, y en el 2020 tuvimos una nueva ley de alquileres nacional, vamos a lograr terminar con la especulación de aquellos que tienen decenas de viviendas vacías”.
Más allá del nuevo proyecto, ésta no es la primera inquietud sobre las viviendas ociosas que intenta llegar a la Legislatura. A comienzos de este año, en medio de las discusiones en torno a la ley de alquileres y a la escasez de oferta de casas y departamentos, surgió un posible impuesto a la vivienda ociosa que quedó sin resolver. En la actualidad, ningún proyecto de modificación de los que duermen en el Congreso contempla el impuesto a la vivienda ociosa.