Las dos modelos sucumbieron ante la suba de precios de las casas que alquilan, al igual que los miles de inquilinos que en el país se ven obligados a achicarse para poder seguir alquilando
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Compró cinta de embalar, metió su ropa (mucha) en cajas y llamó a una mudadora. La modelo y conductora argentina Carolina “Pampita” Ardohain reveló que se muda a una casa más chica porque le aumentaron el precio del alquiler y le resulta muy caro el nuevo ajuste. “Subió el alquiler un montón y nos mudamos. Es por eso, sino me hubiera quedado”, le dijo a Andy Kusnetzoff, el conductor del programa de Telefé Podemos Hablar.
La ex de Benjamín Vicuña expresó que la casa de grandes dimensiones que alquilaba junto a su marido Roberto García Moritán y donde vivía con sus hijos y familia ensamblada era “un divague” porque desaprovechaban el espacio y que cuando el dueño le aumentó el valor decidió cambiar de lugar. “Nos vamos a una casa más chica. Pensábamos que los días de semana íbamos a vivir todos juntos y nosotros vivimos juntos los fines de semana. Nos dimos cuenta que no necesitamos algo tan grande para todos los días así que aprovechamos que subió el alquiler y nos vamos a algo más chico”, explicó, y aclaró que se mudará dentro de la ciudad de Buenos Aires.
En el programa, detalló que ella está acostumbrada a la vida del inquilino y se muda con frecuencia: “Siempre me estoy mudando porque alquilo. Cada tres años me mudo”. Sin embargo, en el programa también analizó que ella supo invertir su dinero y que es titular de dos propiedades, una en Belgrano que ofrece en alquiler y otra en Nordelta (que compró recientemente con un crédito), que usa como casa de fin de semana.
En enero de este año trascendió que la modelo se mudó junto a su familia a un triplex de Palermo en la Torre Le Parc. En ese momento, se señaló que el alquiler por los pisos 22, 23 y 24 del edificio que suman siete dormitorios y 11 baños rondaba entre los US$15.000 y US$20.000 al mes. Algunas imágenes de la cocina de su megadepartamento se pudieron ver en un capítulo de su reality “Siendo Pampita”, en el que amasó pizzas caseras junto a sus hijos y los de su pareja.
En este sentido, el conductor relacionó esta manera de canalizar el dinero con un consejo que Pampita le dio recientemente a la finalista de la décima temporada de Gran Hermano, Julieta Poggio: “Le dijiste ´no gastes todo en zapatos, comprate una casa´”. “Sí, me parece lo mejor porque es una época en la que cuando salen de un programa tan exitoso trabajan mucho y después hay que mantenerse. Entonces el primer envión está bueno invertirlo bien y aprovecharlo”, le contestó la modelo.
Mica Viciconte también se muda
Pampita no es la única celebrity que en estos días decidió cambiar una llave por otra. La modelo Mica Viciconte y el ex jugador de fútbol Fabián Cubero también se despiden de su casa en un barrio cerrado de Escobar por el nuevo precio que le pedían de alquiler tras la renovación de contrato que se vence este noviembre. Pero a diferencia de Pampita y Moritán, la pareja de Viciconte y Cubero dejan de ser inquilinos ya que tiene en construcción una casa en Nordelta, localidad de Tigre. Según trascendió, la pareja estaría pagando €1100 al mes (el dueño de la casa vive en Europa) por el contrato de tres años que inició en noviembre del 2020 cuando llegaron buscando espacio y verde en plena pandemia, más las expensas del barrio que hoy en día rondan los $120.000.
Según dio a saber la periodista Laura Ubfal, los dueños de la casa le pidieron una suma a la pareja que no está dispuesta a pagar. La columnista de Intrusos (América) dijo que la modelo y el ex futbolista les habrían pedido a los propietarios que les dejasen quedarse hasta dos meses más, pero la suma era tan elevada que optaron por mudarse a su casa que está en etapa final de construcción, a pesar de que todavía no esté terminada: “Prefieren irse a vivir con la casa a medio terminar que seguir pagando unas cifras exorbitantes”.
Cubero y Viciconte ya se movían como pez en el agua en su casa de alquiler y al parecer eligieron el barrio hace tres años en parte porque allí también vive Cinthia Fernández, amiga de la modelo. En las redes sociales, Viciconte mostró a lo largo de los años las renovaciones que le iba haciendo a la casa: un nuevo vestidor, la incorporación de un cerco de pileta para resguardar la seguridad de las hijas de Cubero y su hijo en común Luca y un gimnasio en el garage techado que cerró con plásticos.
La rutina familiar era salir a andar en bicicleta por las calles verdes del barrio o pasear por un carrito de golf vintage que empezaron a usar este año. Si bien se trató de un alquiler por tres años, la casa atesora momentos trascendentes en la vida de la pareja, como el nacimiento de su hijo Luca.
La odisea de alquilar
Los casos de Pampita y Viciconte visibilizan una problemática que atosiga a los inquilinos en todo el país. En un contexto de alta inflación, en el que los salarios se licúan rápidamente, los locatarios hacen estragos para llegar a fin de mes y hacerle frente a los costos de alquiler.
En muchos casos, cuando el contrato termina, los propietarios alzan súbitamente el valor del alquiler para equipararse con los precios de mercado y los inquilinos se ven obligados a sacrificar ubicación o tamaño de su hogar para conseguir un nuevo lugar donde vivir.
Esta misión se dificulta por la escasa oferta. Algunas inmobiliarias llaman la atención y señalan que ante el proceso electoral, la poca oferta que había se retiró casi por completo de los portales. Es que ante la incertidumbre macroeconómica los propietarios optan por esperar a ver qué pasa con la moneda y evitan pedir un precio de entrada que en pocos meses se va a devaluar y les va a dejar de resultar rentable.
En la ciudad de Buenos Aires, la mediana de precios de alquiler de un monoambiente ronda los $180.000 al mes, por encima del Salario Mínimo Vital y Móvil que en octubre es de $132.000, de acuerdo al relevamiento de octubre del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO). El valor de alquiler asciende a $230.000 y $300.000 mensual en el caso de los departamentos de dos y tres ambientes, respectivamente. A estos valores se les suma el costo de expensas, las cuales alcanzan en promedio el 10,9% del precio de oferta, y los servicios.
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