La casa de cinco metros de alto y nueve metros cuadrados se encuentra rodeada por un bosque de metal y cuesta US$112 por noche el alquiler
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Sheree Rasmussen, una artista canadiense de 70 años, transformó el estudio de su difunto socio y pareja, Clive Russell, en una pequeña casa en alquiler en Airbnb. Dos años después del fallecimiento, Rasmussen decidió honrar su vida y su trabajo compartiendo la Torre Roja con otros, nombre que dio a esta extraña construcción donde solía trabajar.
La pareja había comprado 12 hectáreas de tierra rural en un pequeño pueblo llamado Castleton en Ontario, Canadá, hace unos 15 años. Fue aquí donde Russell construyó el estudio para que ambos trabajaran. Sin embargo, luego de su fallecimiento, la mujer reflexionó sobre qué hacer con la peculiar propiedad. Llegó a la conclusión de que alquilarla sería una gran manera de compartir su trabajo y su tierra con otras personas y honrar la vida de Russell.
Los principales húespedes son jóvenes de Toronto, que se encuentra a unas dos horas de distancia, que quieren pasar unas noches mirando las estrellas, haciendo una fogata y disfrutando de la naturaleza. El precio del alquiler ronda los $150 dólares canadienses (US$112) por noche.
La pareja tardó alrededor de un mes en construir la torre roja, de la cual primero se hizo un marco de metal. Decidieron que la casa tuviera cinco metros de alto y nueve metros cuadrados de superficie para evitar requerir de un permiso de la municipalidad, ya que los edificios de menos de 10 m² no lo necesitaban. Su color rojo intenso tampoco es una elección al azar. Resulta que los inviernos son muy largos y el paisaje puede ser muy sombrío en Ontario, por lo que la idea era instalar una escultura de color rojo brillante para darle un poco de color al entorno.
La casa cuenta con un área para dormir en el desván de la torre que ofrece vistas de 360 grados y espacio para algunas sillas, aunque en los últimos años, Rasmussen agregó una gran plataforma donde los invitados pueden descansar, una sala de proyección, una ducha al aire libre y un baño. También cuenta con electricidad, calefacción y agua caliente.
El exterior de la casa es minimalista con láminas de metal de su color rojo característico, mientras que el interior es de madera. Durante la pandemia, la casa proporcionó un lugar aislado en la naturaleza al que escapar, ya que está rodeada de bosques e instalaciones de arte, incluido un “bosque” de metal. Actualmente, la propietaria gana alrededor de $3000 dólares canadienses (US$2250) al mes alquilando la casa en Airbnb y se encarga ella misma de la limpieza y el mantenimiento.
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