Shakira no lograba vender su lujosa casa en Miami y la ayuda de su amigo Marc Anthony fue clave

Desde su mediática separación con el futbolista Gerard Piqué, Shakira se radicó en la ciudad de Miami, donde inició una nueva vida junto a sus dos hijos, Milan y Sasha.

Tras su llegada a la ciudad estadounidense, se especuló que la colombiana estaba enfrentando una serie de problemas para vender una de sus lujosas propiedades en Miami, pues esta presentaba varios inconvenientes de infraestructura.

La mansión se encuentra construida sobre un área de más de 750 metros cuadrados, según información de AS, y se sabe que en los últimos días, la cantante habría conseguido venderla gracias al apoyo de su colega y amigo Marc Anthony. El cantante habría intermediado en la negociación entre Shakira y un reconocido actor de Hollywood que sería el nuevo dueño de la propiedad, valorada en más de US$17 millones.

Ahora, se sabe que tras vender la lujosa y exclusiva propiedad, Shakira se mudará a una nueva residencia ubicada en Fisher Island, situada en la Biscayne Bay, una zona residencial alejada del centro de Miami y a donde únicamente se puede acceder a través de ferry o helicóptero, priorizando su privacidad y la de sus hijos.

Fisher Island es una exclusiva barrera residencial privada en Miami Beach, Florida, que en los últimos años ganó gran popularidad, por ser una de las zonas residenciales más exclusivas y lujosas, donde se encuentran algunas de las propiedades inmobiliarias más costosas de Estados Unidos. La lujosa isla alberga una variedad de comodidades, que incluyen un campo de golf, canchas de tenis, un puerto deportivo y varios restaurantes.

¿Por qué Shakira no podía vender su casa?

El negocio para vender su propiedad se había convertido en una “pesadilla” para la cantante, tal y como afirmó el periodista Omar Suárez durante el programa “Fiesta” de la cadena Telecinco. Según dijeron fuentes cercanas, la mansión está en la desembocadura de las alcantarillas de Miami, lo que dificultó las negociaciones.

“Los baños estarían por debajo del nivel del agua. Con el paso de los años, el nivel del agua aumentó y, cada vez que llueve, todas las aguas residuales de Miami Beach terminan en la casa de Shakira”, dijo. Además, Omar Suárez agregó que este es un problema cuya solución es costosa y le valió a la casa el apodo de “mansión de caca” por sus malos olores.

“La inversión para solucionar el problema sería muy alta, porque implica elevar la propiedad sobre el nivel del mar y hacer un tubo debajo. Y son pocas las empresas que se atreven a hacer esto”, destacó el periodista.

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