La unidad es una de las 167 que componen el edificio construido en 1963 y ya recibió numerosas contraofertas que elevaron el precio inicial
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Una valija llena de sueños y una billetera vacía. Así empieza la vida del protagonista de muchas películas situadas en Nueva York. Cada año, la ciudad estadounidense recibe cientos de personas que desembarcan en la meca del arte y los negocios para algún día cumplir sus metas.
Pero los primeros pasos del camino al éxito no son nada accesibles en la ciudad. La metrópoli con calles pobladas de taxis amarillos es la segunda ciudad más cara para vivir del país, según el índice de costo de vida y renta de la página web de análisis de datos Numbeo. De acuerdo al sitio, alquilar un monoambiente cuesta US$3.725 al mes, en zona céntrica y de US$2529 en la periferia.
Los descabellados precios limitan a los inquilinos a espacios minúsculos, a tal punto que algunas personas llegan a alquilar “departamentos” de siete metros cuadrados, sin baño ni ducha propios.
Como un oasis en medio del desierto, esporádicamente aparecen en el mercado inmobiliario oportunidades para comprar o alquilar. El último caso en conocerse fue el del departamento más barato de la ciudad, que se vende a solamente US$80.000.
Por ese monto irreal en una de las ciudades más famosas del mundo, la mayoría pensaría que se trata de una broma pesada o de una estafa. Pero el listado de la inmobiliaria online StreetEasy es fiable: el departamento de dos ambientes se vende a ese precio y la convierte la propiedad residencial más barata a la venta en Nueva York. Este título le lleva una ventaja de US$20.000 a la segunda vivienda más barata de Nueva York, otra unidad de un ambiente de 60 metros cuadrados en Spuyten Duyvil, en el Bronx que pide US$96.154.
Las cinco cifras causaron revuelo entre los interesados desde que salió a la venta este 21 de junio y la puja por conseguirlo elevaron el monto hasta las seis cifras, todas a pagar en efectivo. La más tentadora fue aceptada, según comentó al medio New York Post Mark Cisneros -el agente inmobiliario a cargo de la operación-, pero todavía no se firmó ningún contrato.
El departamento por dentro
En medio de la pacífica calle del barrio Jamaica, en el distrito neoyorquino Queens, el departamento en cuestión es uno de los 167 que componen el edificio Avalon Terrace con fachada de ladrillo. La construcción data del año 1963 y cuenta con ascensor, lavadero comunitario y garaje.
Orientado al oeste recibe todos los días mucha luz natural. Quien compre la unidad podrá pasearse por sus pisos de madera y hacer sus comidas preferidas en la cocina completa separada con múltiples gabinetes con espacio de guardado.
La diagramación del departamento permite tener la cama integrada pero lejos de la vista de los invitados, que pueden quedarse en la entrada donde haya un sillón o la mesa para comer. Por su parte, el baño es completo ya que tiene bañera incluida y espejos.
Según la publicación del portal inmobiliario Street Easy, en la cercanía del departamento se encuentran los locales comerciales de la avenida Jamaica, la estación de tren 169th St F, la sucursal principal de la Biblioteca Pública de Queens y una gran variedad de restaurantes.
El motivo detrás del precio
El precio no es lo único poco convencional de este departamento, sino que el dueño detrás no tiene un perfil tradicional. Se trata de una cooperativa, es decir, una empresa con accionistas y consejo de administración. Quien esté interesado en adquirir la unidad no adquirirá la unidad con su escritura sino que comprará acciones de la compañía. La página web NY Casas explica que “las cooperativas tienden a ser menos caras que los condominios porque la mayoría de los edificios en Nueva York son cooperativas y estas a menudo tienen reglas sobre quién puede comprarlos y cómo pueden ser utilizados”.
De acuerdo a la publicación del New York Post, Jonathan Miller -presidente y director ejecutivo de la firma de consultoría y tasación de bienes raíces Miller Samuel- asegura que el asking price de las cooperadoras que ponen unidades en venta dentro de los límites de Queens ronda los US$340.000, según su serie de informes de mercado para Douglas Elliman. Sin embargo, alienta a correr la mirada del mercado de lujo y buscar las oportunidades en zonas rezagadas, donde afirma que se pueden encontrar unidades por debajo de los US$100.000.
Además, los alquileres por tipologías equivalentes en esta zona promedian los US$1980 por mes, según la descripción de la inmobiliaria. En este aspecto también se destaca como oportunidad esta unidad, ya que el plan de financiamiento a 30 años plantea un pago mensual de US$$1063.
Los requisitos para poder comprar la unidad indican que el propietario debe tener un ingreso anual mínimo de US$40.000 durante tres años consecutivos y un patrimonio neto de al menos US$25.000.
En ese contexto, desde NY Casas recomiendan una serie de advertencias que los compradores internacionales que quieran adquirir un departamento de una cooperativa, como por ejemplo un argentino debe tener en cuenta:
- Impuestos. “La mayoría de las cooperativas no permiten propiedad corporativa, por lo que no se puede comprar en nombre de una empresa. Como resultado, el propietario está expuesto a un mayor impuesto sobre las ganancias de capital (30%) cuando el apartamento se venda en el futuro, y al impuesto al patrimonio de Estados Unidos (46%) en caso de fallecimiento. Es por estas razones que le aconsejamos a nuestros clientes a establecer una LLC (sociedad de responsabilidad limitada), lo que implica que comprar un apartamento en una cooperativa está fuera de la cuestión”, dice el portal inmobiliario.
- Subarriendo. “Las cooperativas tienen reglas estrictas en cuanto al subarriendo. Algunas no permiten en absoluto, mientras que otras permiten hasta dos de cada cinco años. Además, el inquilino tiene que ser aprobado por el Consejo de Administración. Como el apartamento estará a su nombre, necesita también asegurarse de que tiene el seguro de responsabilidad civil adecuado”, agregan desde el portal en su sitio web.
- Financiación. “Las cooperativas tienen normas estrictas en materia de financiación. Algunas no la permiten en absoluto, mientras que otras permiten hasta el 75% del precio de compra. Tenga en cuenta que de todos modos, para los compradores extranjeros, será poco probable obtener más de un 60% de financiamiento”, concluyen en el sitio NY Casas.