Cuáles podrían ser las próximas medidas relacionadas al mercado inmobiliario, créditos UVA, alquileres, construcción y más
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Esta semana será clave. El presidente Alberto Fernandez adelantó que revalorizará anuncios para ayudar a quienes no pueden pagar el alquiler y los créditos hipotecarios ajustados por UVA. Y su mesa chica prepara medidas en temas relacionados con el acceso a la vivienda. De hecho, en los últimos días, el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi adelantó que se inicia “una nueva etapa en el acceso a la vivienda en la que el sistema financiero no sea el que defina quien accede a una casa sino que el Estado garantice el derecho con el concepto de clase social ascendente”.
Aclaró que el acceso a una vivienda es parte central de una política de Estado pero se quejó de la falta de apoyo de las provincias. “Todos los gobernadores e intendentes nos piden viviendas pero tenemos que discernir qué tipo de Argentina queremos porque después no nos acompañan en el presupuesto, ni votan el impuesto de aporte solidario a las grandes fortunas”, enfatizó. En concreto habló de un “vacío político” que le impide al Gobierno acceder a los recursos para aplicarlo. “Para construir vivienda pública hay que tener una matriz económica que nos permita sacarle a los que más tienen para generar políticas para los que menos tienen”, afirmó. Está claro que el acceso a la vivienda es parte central de la agenda del Gobierno. En este sentido, la mano derecha de Fernández en vivienda, Ferraresi, realizó declaraciones clave que permiten analizar cuáles son los puntos fundamentales a la hora de discernir hacia dónde va la política habitacional del Gobierno.
1. Se busca erradicar el concepto de vivienda social
En diálogo con LA NACION, el ministro confesó que durante su gestión buscará desterrar el concepto de “vivienda social” porque “genera una estigmatización de la pobreza, es decir, se convierte en una casa para pobres, donde nunca va a poder haber un desarrollo en esto que planteamos sobre la cuestión social ascendente”. En esa misma charla afirmó que el Gobierno trabaja en el reintegro de hasta el 25% del ingreso del salario para aquellos que apliquen para tener su hogar. “Todas las viviendas se pagan, ya no hay casas que no se paguen. Una vez que se abonan estamos creando un fondo de recupero solidario que tiene que ver no con una calificación bancaria sino con una distribución en función de una cantidad de segmentos de la sociedad que nosotros vamos a determinar”, sostuvo. También aclaró que el objetivo es lograr “un proceso virtuoso a partir del recupero de recursos en la construcción de viviendas, que al Estado le va a permitir en determinado tiempo ser autosustentable y así resolver una cuestión estructural que ha sido discontinua a lo largo del tiempo”.
2. Se profundizará la regulación del mercado de los alquileres
“Me preocupa la situación de los alquileres; vamos a analizar el tema con el ministro”. Fue el propio presidente Alberto Fernandez quien puso el tema en agenda la semana pasada, 15 días después de que dejara de regir el decreto que congeló los valores de los alquileres y suspendió los desalojos por un año, y pocos días después presentó los créditos Casa Propia a tasa cero. El mismo día, en declaraciones radiales, Ferraresi adelantó que antes de tomar definiciones, se analizarán los datos del Observatorio, el espacio generado por el Gobierno para tener el termómetro de lo que está pasando con los inquilinos. Aclaró que hasta ahora, según los datos que maneja, no hubo casos de desalojos masivos desde que dejó de regir el decreto que los impedía e insistió en la registración de los contratos en la AFIP. El funcionario también detalló que aún hay “mucha informalidad” ya que se inscribieron 139.000 contratos en el organismo, y que con la nueva ley se sumó la instancia de la mediación obligatoria que la articula el Ministerio de Justicia de la Nación. “No habrá posibilidad de que un juez apruebe un desalojo si no hay un contrato que esté legalizado en AFIP”, afirmó en una entrevista con LA NACION.
De todas formas, el Gobierno ya había dado un primer paso con el alerta temprano de desalojo que permitirá al Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat contar con un registro de la población en riesgo de perder su hogar y otorgar soluciones como por ejemplo subsidios, créditos o la posibilidad de brindarle otra propiedad. En estos casos, se otorgarán prioridades a las familias monoparentales, adultos mayores, víctimas de violencia de género, personas con discapacidad y personas en extrema pobreza o indigencia.
Por otra parte, Ferraresi reconoció que “la mejor política de alquiler es generar vivienda, así se evitará la política usuraria de los que alquilan sus propiedades”. Igual aclaró que en la Argentina no todos los que tienen departamentos para alquilar tienen varias propiedades y que hay personas mayores que ahorraron para tener una renta y la necesitan. “Hemos entregado más de 6000 viviendas y son 6000 menos inquilinos, en mayo llegaremos a 10.000: bajando así la demanda de alquileres“, aseguró el funcionario.
Respecto a la nueva ley de alquileres, muy cuestionada en el mercado inmobiliario, el ministro ya había anticipado que no veía viable que se derogue la norma sancionada a mediados del año pasado. Y al ser consultado por los proyectos de ley que se presentaron desde la oposición, se mostró contundente y reconoció que no cree que la normativa deje de regir. “Desde Juntos por el Cambio la votaron y la verdad es que no encuentro que tengan consenso para derogar la ley, ya que desde todos los grupos de inquilinos han trabajado de manera organizada, por lo que me parece que no es viable que eso suceda”, admitió.
3. Los créditos se actualizarán por salario y no por inflación
Cómo “proteger” a los endeudados UVA que no pueden afrontar las cuotas de los créditos que se actualizan por inflación también serán parte de los anuncios de la semana que viene. De hecho, esta semana algunos bancos comenzaron a trabajar en el tema. Por caso, el Banco Nación, una de las entidades que más líneas otorgó habría postergado las ejecuciones de las propiedades que registran deudas, mientras que el Provincia bonificará por seis meses los casos de los endeudados a quienes la cuota le supere el 35% de los ingresos del hogar. En otras entidades bancarias están ofreciendo ampliar el plazo del pago del crédito.
Mientras tanto, el Gobierno avanzó con el lanzamiento de líneas de financiación que se ajustarán por salario diferenciándose así de los UVA, y cuyas cuotas mensuales no podrán superar el 25% del sueldo. Ferraresi dio detalles sobre los requisitos y cuotas de los créditos anunciados a la refacción de viviendas y para la construcción de una casa. Para refacción se otorgarán 65.000 créditos: 40.000 de $100.000 (36 cuotas de $2282) y otros 25.000 de $240.000 (36 cuotas de $6917). Para calificar los aspirantes deben tener una antigüedad laboral de un año (incluye a los monotributistas) además de acreditar un salario mensual de entre $25.000 y $ 175.000 (el tope son 8 salarios mínimos de ingreso).
Respecto a los créditos para la construcción de una vivienda de 60 metros desde cero detalló que se otorgarán 22.000 líneas de financiación de 4 millones de pesos que se saldarán en 360 cuotas de $13.375 aunque también está la opción de 110 cuotas. Los plazos dependerán del ingreso mensual de quien lo solicite. “El salario mínimo exigido es de $53.000 hasta los $175.000, lo importante es que las cuotas en ningún caso superarán al 25% del ingreso”, detalló Ferraresi en una entrevista radial. Al mismo tiempo que aclaró que esta línea le sirve a quienes tienen un lote propio o pueden construirse una casa en el fondo de la “casa de los padres o arriba”.
4. La construcción, el motor en la generación de nuevo empleo
Para el Gobierno, los créditos Casa Propia serán fundamentales no sólo para generar acceso a la vivienda y que menos gente necesite alquilar, sino también para la generación de puestos de trabajo en el sector de la construcción. Ferraresi estimó que cada crédito para refacción generará un puesto de trabajo, es decir 85.000 empleos -por tres meses-, y los de construcción 66.000 más. “El cálculo se realiza en base a tres personas trabajando por cada vivienda que se construya. A lo que hay que sumar los que se generarán el resto de las viviendas que ya estamos construyendo”, aclaró Ferraresi.
5. Por ahora, no se cerrarán las obras
Un posible cierre de las obras en construcción en el contexto del avance de la segunda ola del coronavirus también fue tema de consulta al funcionario. En este sentido, aclaró que no son un foco de contagio porque el mayor porcentaje de la construcción de un proyecto se realizan al aire libre. De todas formas, aclaró que se reunió con la Cámara Argentina de la Construcción y con la UOCRA para profundizar en los protocolos de prevención. “No hemos tenido situaciones pero siempre es bueno recordar los cuidados”, finalizó.