Con una gran fortuna, el africano Aliko Dangote tiene “solo” dos casas propias en la región donde nació y donde él vive es una propiedad alquilada
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El hombre más rico de África intrigó a los nigerianos y a los medios de comunicación de todo el mundo cuando reveló que no tiene propiedades fuera de Nigeria, su país de origen. La postura del empresario Aliko Dangote contrasta con la del hombre más rico de Asia, Mukesh Ambani, cuya ostentación en la boda de su hijo ha atraído la atención mundial en los últimos meses, y con la propia élite local, que hace frecuentemente alarde de mansiones en Londres y Dubái.
En enero, el ranking Forbes describió a Dangote como el hombre más rico del continente africano por decimotercer año consecutivo. El martes por la mañana, según los datos en tiempo real de la revista, poseía una fortuna de más de US$13.000 millones. Y ocupa el lugar 81 entre los 100 más ricos del mundo.
Según la BBC, Dangote dijo que poseía solo dos casas, una en el estado de Kano, donde nació, y otra en Lagos, la ciudad más grande del país. En la capital de Nigeria, Abuja, se aloja en una propiedad alquilada. El empresario justificó que no amplió sus activos inmobiliarios ni sus inversiones en el extranjero porque quiere ver crecer su país de origen.
“La razón por la que no tengo una casa en Londres o en Estados Unidos es simplemente porque quería centrarme en la industrialización de Nigeria”, dijo en declaraciones reproducidas por la cadena británica.
“Me apasiona mucho el sueño nigeriano y, además de mi casa en Lagos, tengo otra en mi estado natal, Kano, y una casa alquilada en Abuja. Si tuviera casas en todas partes, en Estados Unidos y el resto del mundo, no podría concentrarme y construir algo para mi gente”, afirmó.
La mansión de Dangote en Lagos, en una zona conocida como Banana Island y donde viven nigerianos ricos, es calificada de “opulenta”. La casa del estado de Kano es conocida por ser “modesta”.
Dangote había tenido una casa en Londres que vendió en 1996 y aseguró que reinvirtió el dinero en su negocio local, recordó el analista de relaciones públicas Sani Bala, consultado por la BBC. El empresario, que hoy tiene 66 años, construyó un imperio vendiendo cemento y azúcar. El año pasado también abrió una refinería de petróleo en Lagos.